ES/SB 6.1.63


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 63

tan-nimitta-smara-vyāja
graha-grasto vicetanaḥ
tām eva manasā dhyāyan
sva-dharmād virarāma ha


PALABRA POR PALABRA

tat-nimitta—por haberla visto; smara-vyāja—aprovechando que siempre pensaba en ella; graha-grastaḥ—víctima de un eclipse; vicetanaḥ—habiendo olvidado por completo su verdadera posición; tām—a ella; eva—ciertamente; manasā—con la mente; dhyāyan—meditar en; sva-dharmāt—los principios regulativos propios de los brāhmaṇas; virarāma ha—abandonó por completo.


TRADUCCIÓN

Del mismo modo que el Sol y la Luna son eclipsados por un planeta inferior, el brāhmaṇa perdió todo su buen juicio. Aprovechando la situación, siempre pensaba en la prostituta; al poco tiempo, la había empleado como sirvienta en su casa y había abandonado todos los principios regulativos de los brāhmaṇas.


SIGNIFICADO

Con este verso, Śukadeva Gosvāmī quiere que la mente del lector capte la idea de que Ajāmila, debido a la relación con la prostituta, arruinó su excelsa posición de brāhmaṇa hasta el punto de olvidar todas sus actividades brahmínicas. Sin embargo, al final de su vida, el canto de las cuatro sílabas del nombre de Nārāyaṇa le salvó del grave peligro de caer. Svalpam apy asya dharmasya trāyate mahato-bhayāt: Incluso una pequeña cantidad de servicio devocional puede salvarnos del mayor de los peligros. El servicio devocional, que comienza con el canto del santo nombre del Señor, es muy poderoso. Incluso el brāhmaṇa que cae de su gloriosa posición por entregarse a la vida sexual puede salvarse de toda clase de sufrimientos si, de una u otra forma, canta el santo nombre del Señor. Ese es el extraordinario poder del santo nombre del Señor. Por esa razón, en el Bhagavad-gītā se nos aconseja que no olvidemos el canto del santo nombre ni por un momento (satataṁ kīrtayanto māṁ yatantaś ca dṛḍha-vratāḥ). En el mundo material hay tantos peligros, que, por elevada que sea nuestra posición, podemos caer en cualquier instante. Sin embargo, si nos mantenemos siempre puros y firmes mediante el canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, estaremos a salvo sin duda alguna.