ES/SB 6.5.23
TEXTO 23
- nāśaṁ niśamya putrāṇāṁ
- nāradāc chīla-śālinām
- anvatapyata kaḥ śocan
- suprajastvaṁ śucāṁ padam
PALABRA POR PALABRA
nāśam—la pérdida; niśamya—escuchar acerca de; putrāṇām—de sus hijos; nāradāt—de Nārada; śīla-śālinām—que eran los mejores entre las personas de buena conducta; anvatapyata—sufrió; kaḥ—Prajāpati Dakṣa; śocan—lamentando; su-prajastvam—tener diez mil hijos muy bien educados; śucām—de lamentación; padam—posición.
TRADUCCIÓN
Los Haryaśvas eran unos hijos educados y de muy buena conducta, pero, por desgracia, tras ser instruidos por Nārada Muni, se habían apartado de la orden de su padre, Prajāpati Dakṣa. Este, al recibir la noticia de labios del propio Nārada Muni, comenzó a lamentarse. Después de haber tenido unos hijos tan buenos, los había perdido a todos. Ciertamente, aquello era lamentable.
SIGNIFICADO
Los Haryaśvas eran, sin duda alguna, unos hijos muy bien educados, cultos y avanzados; siguiendo la orden de su padre, Prajāpati Dakṣa, se habían ido a ejecutar austeridades para, de ese modo, poder engendrar buenos hijos para su familia. Nārada Muni, sin embargo, aprovechó su buena conducta y su cultura para encauzarles correctamente, de modo que, en lugar de enredarse en el mundo material, se valiesen de su conocimiento y de su cultura para poner fin a los asuntos materiales. Los Haryaśvas obraron conforme a la orden de Nārada Muni; pero el prajāpati, Dakṣa, cuando se enteró de la intervención de Nārada Muni, no se sintió feliz, sino que se entristeció muchísimo. También nosotros estamos empeñados en atraer al movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa a tantos jóvenes como sea posible, para que reciban el beneficio supremo; sin embargo, los padres de los jóvenes que se unen al movimiento, muy apenados, se lamentan y hacen propaganda contra nosotros. Prajāpati Dakṣa, por supuesto, no hizo propaganda en contra de Nārada Muni, pero, como más tarde veremos, le maldijo por sus bondadosas actividades. Así es la vida materialista. Los padres materialistas quieren que sus hijos se dediquen a tener hijos, se esfuercen arduamente por mejorar su situación económica, y se pudran en la vida materialista. Cuando sus hijos se echan a perder y se convierten en desechos de la sociedad, no se sienten tristes; sin embargo, cuando ven que se han unido al movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa y aspiran al objetivo supremo de la vida, se lamentan. Esa actitud hostil de los padres hacia el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa ha existido desde las épocas más remotas. Si hasta al propio Nārada Muni le reprocharon lo que había hecho, ¿qué pueden esperar otros?. Nārada Muni, sin embargo, nunca abandonó su misión. Él, para liberar a tantas almas condicionadas como le sea posible, continúa tocando su instrumento musical, absorto en la vibración trascendental del sonido Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.