ES/SB 9.7 El resumen


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


En este capítulo se enumeran los descendientes del rey Māndhātā y, en relación con ello, se presentan también las historias de Purukutsa y de Hariścandra.

Entre los hijos de Māndhātā destacó Ambarīṣa, que fue padre de Yauvanāśva; el hijo de Yauvanāśva fue Hārīta. Estas son las tres personalidades más importantes de la dinastía de Māndhātā. Purukutsa, otro hijo de Māndhātā, se casó con Narmadā, la hermana de las serpientes (sarpa-gaṇa). Su hijo se llamó Trasaddasyu, cuyo hijo fue Anaraṇya. El hijo de Anaraṇya fue Haryaśva, el hijo de Haryaśva fue Prāruṇa, el hijo de Prāruṇa fue Tribandhana, y el hijo de Tribandhana fue Satyavrata, conocido también con el nombre de Triśaṅku. Triśaṅku fue maldecido por su padre por haber raptado a la hija de un brāhmaṇa, y se convirtió en un caṇḍāla, menos que un śūdra. Más tarde, por la influencia de Viśvāmitra, fue llevado a los planetas celestiales, pero, por influencia de los semidioses, cayó de nuevo. Viśvāmitra, sin embargo, con su propio poder, detuvo su caída. Triśaṅku fue padre de Hariścandra, quien, en cierta ocasión, celebró un rājasūya-yajña. Viśvāmitra, valiéndose de la astucia, se quedó con todas las posesiones de Hariścandra en calidad de dakṣiṇā, y castigó al rey de diversas maneras. Esto dio lugar a una disputa entre Viśvāmitra y Vasiṣṭha. Hariścandra no tenía hijos, pero, siguiendo el consejo de Nārada, adoró a Varuṇa. De esa forma tuvo un hijo, llamado Rohita. Hariścandra había prometido sacrificar a Rohita en un varuṇa-yajña, y Varuṇa le recordó repetidamente su promesa. Sin embargo, el rey, por cariño hacia su hijo, fue presentando argumentos para evitar sacrificarlo. Así pasó el tiempo, y el hijo creció. Para salvar su vida, el muchacho se armó de arco y flechas y se marchó al bosque. Mientras tanto, Hariścandra, en su casa, sufría de hidropesía debido a un ataque de Varuṇa. Al saber de los sufrimientos de su padre, Rohita quiso regresar a la capital, pero el rey Indra le advirtió de que no lo hiciese. Siguiendo las instrucciones de Indra, Rohita vivió en el bosque durante seis años, al cabo de los cuales regresó a su casa. Rohita compró a Śunaḥśepha, el segundo hijo de Ajīgarta, y lo entregó a su padre, Hariścandra, para que fuese el animal de sacrificio. De este modo se celebró el sacrificio, Varuṇa y los demás semidioses quedaron satisfechos, y Hariścandra se vio libre de su enfermedad. En aquel sacrificio, Viśvāmitra fue el sacerdote hotā, Jamadagni fue el adhvaryu, Vasiṣṭha el brahmā y Ayāsya el udgātā. El rey Indra, muy complacido con el sacrificio, dio a Hariścandra una cuadriga de oro, y Viśvāmitra le dio conocimiento trascendental. De este modo, Śukadeva Gosvāmī explica la forma en que Hariścandra alcanzó la perfección.