ES/Prabhupada 0475 - Nos estremecemos tan pronto como escuchamos que tenemos que ser sirvientes de Dios: Difference between revisions

(Created page with "<!-- BEGIN CATEGORY LIST --> Category:1080 Spanish Pages with Videos Category:Prabhupada 0475 - in all Languages Category:ES-Quotes - 1968 Category:ES-Quotes - L...")
 
No edit summary
 
(One intermediate revision by one other user not shown)
Line 7: Line 7:
[[Category:ES-Quotes - in USA, Seattle]]
[[Category:ES-Quotes - in USA, Seattle]]
<!-- END CATEGORY LIST -->
<!-- END CATEGORY LIST -->
<!-- BEGIN NAVIGATION BAR -- DO NOT EDIT OR REMOVE -->
{{1080 videos navigation - All Languages|Spanish|ES/Prabhupada 0474 - Arios se refiere a aquellos que son adelantados|0474|ES/Prabhupada 0476 - La dependencia no es mala si existe una dependencia en el lugar adecuado|0476}}
<!-- END NAVIGATION BAR -->
<!-- BEGIN ORIGINAL VANIQUOTES PAGE LINK-->
<!-- BEGIN ORIGINAL VANIQUOTES PAGE LINK-->
<div class="center">
<div class="center">
'''<big>[[Vaniquotes:We shudder as soon as we hear that we have to become servant of God|Original Vaniquotes page in English]]</big>'''
'''<big>[[Vaniquotes:We shudder as soon as we hear that we have to become servant of God|Haga click aquí para ver original en inglés]]</big>'''
</div>
</div>
----
----
Line 15: Line 18:


<!-- BEGIN VIDEO LINK -->
<!-- BEGIN VIDEO LINK -->
{{youtube_right|6WvBSwM6_A4|Nos estremecemos tan pronto como escuchamos que tenemos que ser sirvientes de Dios<br />- Prabhupāda 0475}}
{{youtube_right|H3LgFMJ8t7I|Nos estremecemos tan pronto como escuchamos que tenemos que ser sirvientes de Dios<br />- Prabhupāda 0475}}
<!-- END VIDEO LINK -->
<!-- END VIDEO LINK -->


<!-- BEGIN AUDIO LINK -->
<!-- BEGIN AUDIO LINK -->
<mp3player>http://vaniquotes.org/w/images/681007LE.SEA_clip4.mp3</mp3player>
<mp3player>https://s3.amazonaws.com/vanipedia/clip/681007LE.SEA_clip4.mp3</mp3player>
<!-- END AUDIO LINK -->
<!-- END AUDIO LINK -->


<!-- BEGIN VANISOURCE LINK -->
<!-- BEGIN VANISOURCE LINK -->
'''[[Vanisource:Lecture -- Seattle, October 7, 1968|Lecture -- Seattle, October 7, 1968]]'''
'''[[ES/681007_-_Clase_-_Seattle|Extracto clase - Seattle, 7 octubre 1968]]'''
<!-- END VANISOURCE LINK -->
<!-- END VANISOURCE LINK -->


<!-- BEGIN TRANSLATED TEXT -->
<!-- BEGIN TRANSLATED TEXT -->
No podemos llegar a ser el Supremo. Al menos, no lo encontramos en la literatura Védica autorizada, que una entidad viviente puede llegar a ser tan poderoso como Dios. No, no es posible. Dios es grande. Él es siempre grande. Incluso si estás liberado de las garras de la materia, Él sigue siendo grande. Eso es... Por lo tanto este verso, govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. Nuestra perpetua relación con Dios es, para adorarlo, o para servirlo. Ese servicio es muy placentero. No lo tomes... Tan pronto como se habla de servicio, podemos pensar que "Oh, estamos sufriendo aquí mediante la adopción de servicio." Al igual que la otra noche un chico estaba cuestionando, "¿Por qué debemos inclinarnos?" No sé si él está presente aquí. El inclinarse para entregarse a alguien no es malo, pero porque estamos en una situación diferente, por entregarse a otro, eso es muy incómodo. Al igual que nadie quiere ser dependiente de otra nación, nadie quiere ser dependiente de otras personas. Todo el mundo quiere ser independiente, porque este mundo material es el reflejo desvirtuado del mundo espiritual. Pero en el mundo espiritual, de más te entregas, de más eres sirviente, y eres feliz. Eres feliz. Pero nosotros no tenemos tal conocimiento en el momento presente. No tenemos una idea espiritual, ni realización espiritual; por lo tanto, nos estremecemos tan pronto como escuchamos que tenemos que volvernos sirvientes de Dios. Pero no hay cuestión de estremecimiento. Es muy placentero volverse sirviente de Dios. Mira cuantos reformadores llegaron, sirvieron a la misión de Dios, y todavía son adorados. Así que para volverse sirviente de Dios, servidor de Dios, no es una cosa insignificante. Es la cosa más importante. Govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. Pero no lo aceptan. En primer lugar trata de entender. Por lo tanto el Vedānta-sūtra dice, athāto brahma jijñāsā. Trata de entender lo que es Brahman. (Micrófono está haciendo un sonido) ¿Por qué este sonido? Trata de entender lo que es Brahman y tratar de entender tu relación. Y entonces, cuando en realidad te entregues, sentirás tu vida bienaventurada y eterna, llena de conocimiento.  
Nosotros no podemos ser el Supremo. Por lo menos, en las Escrituras védicas autorizadas, no vemos que una entidad viviente pueda ser tan poderosa como Dios. No. No es posible. Dios es grande. Él es siempre grande. Incluso cuando ustedes se liberan de las garras de la materia, aun así Él sigue siendo grande. Eso es... Por eso tenemos este verso: ''govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi''. Nuestra perpetua relación con Dios consiste en adorarle o en servirle. Este servicio es muy agradable. No lo tomen... Tan pronto como hablamos de servicio es muy posible que pensemos que: “Oh, pero si estamos sufriendo aquí por estar sirviendo”. Es como el otro día un joven nos preguntaba: “¿Por qué debemos postrarnos?”. No sé si está aquí ahora. Postrarse para someterse a alguien no es malo, pero porque estamos en una situación distinta, el hecho de someternos a alguien es muy desagradable. Tal y como nadie quiere depender de otras naciones, nadie quiere depender de otras personas. Todo el mundo quiere ser independiente, porque el mundo material es un reflejo desvirtuado del mundo espiritual. Pero en el mundo espiritual, cuanto más se someten, cuanto más sirven, más felices son. Ustedes son felices. Pero ahora, en nuestra circunstancia actual, no poseemos esa comprensión. No tenemos esa idea espiritual, esa comprensión espiritual; por eso nos estremecemos tan pronto como escuchamos que tenemos que ser sirvientes de Dios. Pero no hay por qué estremecerse. Ser sirviente de Dios es algo muy agradable. Vean a tantos reformadores, vinieron, sirvieron la misión de Dios y son venerados todavía. De modo que el ser un sirviente de Dios, un servidor de Dios, no es una cosa insignificante, es lo más importante. ''Govindam-ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi''. Pero no lo acepten, primero traten de entender. Por eso el ''Vedānta-sūtra'' dice: ''athāto brahma-jijñāsā''. Traten de entender qué es Brahman. ¿A qué se debe ese sonido? Traten de entender qué es el Brahman y traten de entender su relación. Y entonces, cuando de verdad se hayan entregado, sentirán su vida eterna, bienaventurada y llena de conocimiento.


Y esto está muy bien explicado en las Enseñanzas del Señor Caitanya. En el Bhagavad-gītā también, la misma enseñanza está ahí, pero... Tenemos dos libros ya publicados, uno, el Bhagavad-gītā tal como es; otro libro, Las enseñanzas del Señor Caitanya. Así que Bhagavad-gītā enseña el proceso de entrega. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja ([[Vanisource:BG 18.66|BG 18.66]]). "Entrégate a mí", dice el Señor. Y las enseñanzas del Señor, las enseñanzas de Caitanya Mahāprabhu, es cómo entregarse. Debido a que hemos estado acostumbrados, en nuestra vida presente condicional a rebelarnos contra la entrega. Hay tantos partidos, tantos "ismos," y el principio fundamental es que "¿Por qué he de rendirme?" Esa es la principal enfermedad. Cualquiera que sea el partido político, al igual que el Partido comunista... Su rebelión es contra la autoridad superior que llaman capitalistas. "Por qué nosotros..." En todas partes, es lo mismo: "¿Por qué he de rendirme?" Pero hay que rendirse. Esa es nuestra posición constitucional. Si no me rindo a una persona en particular o a un gobierno en particular, o a una comunidad particular o sociedad o algo, pero al final estoy entregándome. Me estoy entregado a las leyes de la naturaleza. No hay independencia. Tengo que entregarme. Cuando hay una llamada de las crueles manos de la muerte, inmediatamente tengo que entregarme. Tantas cosas. Así debemos entender... Esto es brahma-jijñāsā, que "¿Por qué está el proceso de entrega?" Si no me gusta entregarme, entonces me veo obligado a entregarme. En el estado también, si no quiero acatar las leyes del estado, el estado me obliga a entregarme a la fuerza policial, por la fuerza militar, por muchos medios. Del mismo modo, no quiero morir, pero la muerte me obliga a entregarme. No quiero llegar a ser viejo, pero la naturaleza me obliga a volverme viejo. No quiero ninguna enfermedad, pero la naturaleza me obliga a aceptar algún tipo de enfermedad. Así que este proceso de entrega está ahí. Ahora tenemos que entender por qué esto es así. Eso significa que mi posición constitucional es la de entregarme, pero la dificultad presente es que estoy entregado a una persona equivocada. Cuando entendemos que debería entregarme al Señor Supremo, entonces mi posición constitucional es revivida. Esa es mi libertad.
Esto se explica muy bien en Las enseñanzas del Señor Caitanya. La misma enseñanza se imparte también en el ''Bhagavad-gītā''. Tenemos dos libros ya publicados, uno, el ''Bhagavad-gītā tal como es''; otro libro es ''Las enseñanzas del Señor Caitanya''. El ''Bhagavad-gītā'' enseña el proceso para entregarse. ''Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja'' ([[ES/BG 18.66|BG 18.66]]): “Entrégate a Mí”, dice el Señor. Y las enseñanzas de Señor Caitanya Mahāprabhu son cómo llevar a cabo esa entrega. Porque en nuestra vida condicionada actual nos hemos acostumbrado a revelarnos contra la entrega, la sumisión. Hay muchos partidos, muchos “ismos”, y el principio más importante de todos ellos es “¿Por qué voy yo a someterme?”. Ésa es la principal enfermedad. Cualquier partido político que ustedes piensen... Como el partido Comunista. Su rebelión es contra la autoridad superior a quienes ellos llaman capitalistas. “¿Por qué vamos nosotros...?”. En todas partes encontramos lo mismo: “¿Por qué voy a someterme?”. Pero tenemos que someternos. Es nuestra posición constitucional. Tal vez no me someta a una persona en particular, a un gobierno en particular, a una comunidad o a una sociedad en particular, o a lo que sea, pero en última instancia me habré sometido. Estoy sometido a las leyes de la naturaleza. No hay independencia. Tengo que someterme. Cuando las crueles manos de la muerte nos llaman, inmediatamente tenemos que someternos. Hay tantas cosas. Debemos entender... Esto es ''brahma-jijñāsā'', el que: “¿Por qué existe ese proceso de entrega?”. Y si no me gusta someterme, se me obliga a someterme. También en el país, en el estado, si yo no quiero seguir las leyes del estado, el estado me obliga a someterme mediante la fuerza policial, o la fuerza militar, por tantos medios. Similarmente, yo no quiero morir, pero la muerte me obliga a someterme; yo no quiero ser un viejo, pero la naturaleza me fuerza a envejecer; no quiero ninguna enfermedad, pero la naturaleza me fuerza a aceptar algún tipo de enfermedad. Es ese proceso de entrega que está activo. Lo que tenemos que entender ahora es por qué esto es así. Esto significa que mi posición constitucional es someterme, pero la dificultad actual es que me estoy sometiendo a la persona equivocada. Cuando entendemos que debo entregarme al Señor Supremo, entonces revivo mi posición constitucional. Ésa es mi libertad.
<!-- END TRANSLATED TEXT -->
<!-- END TRANSLATED TEXT -->

Latest revision as of 19:24, 20 February 2024



Extracto clase - Seattle, 7 octubre 1968

Nosotros no podemos ser el Supremo. Por lo menos, en las Escrituras védicas autorizadas, no vemos que una entidad viviente pueda ser tan poderosa como Dios. No. No es posible. Dios es grande. Él es siempre grande. Incluso cuando ustedes se liberan de las garras de la materia, aun así Él sigue siendo grande. Eso es... Por eso tenemos este verso: govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. Nuestra perpetua relación con Dios consiste en adorarle o en servirle. Este servicio es muy agradable. No lo tomen... Tan pronto como hablamos de servicio es muy posible que pensemos que: “Oh, pero si estamos sufriendo aquí por estar sirviendo”. Es como el otro día un joven nos preguntaba: “¿Por qué debemos postrarnos?”. No sé si está aquí ahora. Postrarse para someterse a alguien no es malo, pero porque estamos en una situación distinta, el hecho de someternos a alguien es muy desagradable. Tal y como nadie quiere depender de otras naciones, nadie quiere depender de otras personas. Todo el mundo quiere ser independiente, porque el mundo material es un reflejo desvirtuado del mundo espiritual. Pero en el mundo espiritual, cuanto más se someten, cuanto más sirven, más felices son. Ustedes son felices. Pero ahora, en nuestra circunstancia actual, no poseemos esa comprensión. No tenemos esa idea espiritual, esa comprensión espiritual; por eso nos estremecemos tan pronto como escuchamos que tenemos que ser sirvientes de Dios. Pero no hay por qué estremecerse. Ser sirviente de Dios es algo muy agradable. Vean a tantos reformadores, vinieron, sirvieron la misión de Dios y son venerados todavía. De modo que el ser un sirviente de Dios, un servidor de Dios, no es una cosa insignificante, es lo más importante. Govindam-ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi. Pero no lo acepten, primero traten de entender. Por eso el Vedānta-sūtra dice: athāto brahma-jijñāsā. Traten de entender qué es Brahman. ¿A qué se debe ese sonido? Traten de entender qué es el Brahman y traten de entender su relación. Y entonces, cuando de verdad se hayan entregado, sentirán su vida eterna, bienaventurada y llena de conocimiento.

Esto se explica muy bien en Las enseñanzas del Señor Caitanya. La misma enseñanza se imparte también en el Bhagavad-gītā. Tenemos dos libros ya publicados, uno, el Bhagavad-gītā tal como es; otro libro es Las enseñanzas del Señor Caitanya. El Bhagavad-gītā enseña el proceso para entregarse. Sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66): “Entrégate a Mí”, dice el Señor. Y las enseñanzas de Señor Caitanya Mahāprabhu son cómo llevar a cabo esa entrega. Porque en nuestra vida condicionada actual nos hemos acostumbrado a revelarnos contra la entrega, la sumisión. Hay muchos partidos, muchos “ismos”, y el principio más importante de todos ellos es “¿Por qué voy yo a someterme?”. Ésa es la principal enfermedad. Cualquier partido político que ustedes piensen... Como el partido Comunista. Su rebelión es contra la autoridad superior a quienes ellos llaman capitalistas. “¿Por qué vamos nosotros...?”. En todas partes encontramos lo mismo: “¿Por qué voy a someterme?”. Pero tenemos que someternos. Es nuestra posición constitucional. Tal vez no me someta a una persona en particular, a un gobierno en particular, a una comunidad o a una sociedad en particular, o a lo que sea, pero en última instancia me habré sometido. Estoy sometido a las leyes de la naturaleza. No hay independencia. Tengo que someterme. Cuando las crueles manos de la muerte nos llaman, inmediatamente tenemos que someternos. Hay tantas cosas. Debemos entender... Esto es brahma-jijñāsā, el que: “¿Por qué existe ese proceso de entrega?”. Y si no me gusta someterme, se me obliga a someterme. También en el país, en el estado, si yo no quiero seguir las leyes del estado, el estado me obliga a someterme mediante la fuerza policial, o la fuerza militar, por tantos medios. Similarmente, yo no quiero morir, pero la muerte me obliga a someterme; yo no quiero ser un viejo, pero la naturaleza me fuerza a envejecer; no quiero ninguna enfermedad, pero la naturaleza me fuerza a aceptar algún tipo de enfermedad. Es ese proceso de entrega que está activo. Lo que tenemos que entender ahora es por qué esto es así. Esto significa que mi posición constitucional es someterme, pero la dificultad actual es que me estoy sometiendo a la persona equivocada. Cuando entendemos que debo entregarme al Señor Supremo, entonces revivo mi posición constitucional. Ésa es mi libertad.