ES/SB 8.19.21

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Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 21

śrī-bhagavān uvāca
yāvanto viṣayāḥ preṣṭhās
tri-lokyām ajitendriyam
na śaknuvanti te sarve
pratipūrayituṁ nṛpa


PALABRA POR PALABRA

śrī—bhagavān uvāca—la Suprema Personalidad de Dios dijo; yāvantaḥ—en la medida de lo posible; viṣayāḥ—los objetos del disfrute de los sentidos; preṣṭhāḥ—que agradan a todos; tri-lokyām—en los tres mundos; ajita—indriyam—a una persona sin dominio de sí misma; na śaknuvanti—no pueden; te—todos esos; sarve—en conjunto; pratipūrayitum—satisfacer; nṛpa—¡oh, rey!


TRADUCCIÓN

La Personalidad de Dios dijo: ¡Oh, mi querido rey!, ni los tres mundos, con todos sus objetos para la satisfacción de los sentidos, podrían satisfacer a una persona que no controla sus sentidos.


SIGNIFICADO

El mundo material es una energía ilusoria cuya función es desviar a las entidades vivientes de la senda de la autorrealización. Todo el que se halla en el mundo material siente una gran ansiedad por tener más y más objetos para la complacencia sensorial. Sin embargo, el verdadero propósito de la vida no está en la complacencia de los sentidos, sino en la autorrealización. Por consiguiente, a las personas demasiado adictas a la complacencia sensorial, se les aconseja la práctica del sistema místico de yoga, aṣṭāṅga-yoga, que comprende las prácticas de yama, niyama, āsana, prāṇāyāma, pratyāhāra, etc. De ese modo, podrán controlar los sentidos. Lo que se persigue con ese control de los sentidos es poner fin al enredo en el ciclo de nacimientos y muertes. Ṛṣabhadeva afirma:

nūnaṁ pramattaḥ kurute vikarma :yad indriya-prītaya āpṛṇoti
na sādhu manye yata ātmano 'yam :asann api kleśada āsa dehaḥ

«Cuando una persona considera que la finalidad de la vida es complacer los sentidos, busca como un loco la vida materialista, y se ocupa en toda clase de actividades pecaminosas. Ignora que, a causa de sus pecados, ha recibido ya un cuerpo que, aunque temporal, es la causa de su sufrimiento. En realidad, la entidad viviente no debería tener un cuerpo material, pero se le ha concedido para que pueda complacer los sentidos. Por lo tanto, no me parece digno de una persona inteligente volverse a enredar en las actividades de complacencia sensorial, que son la causa de que reciba un cuerpo material tras otro, eternamente» (Bhāg. 5.5.4). Así pues, según Ṛṣabhadeva, los seres humanos en el mundo material son como unos locos que, por complacer los sentidos, se ocupan en actividades que no deberían realizar. Esas actividades no son buenas, pues con ellas se crea otro cuerpo para la siguiente vida, como castigo por sus infames actividades. Y, tan pronto como reciben otro cuerpo material, se ven forzados a sufrir de nuevo en la existencia material. Por todo ello, la cultura védica, la cultura brahmínica, nos enseña a estar satisfechos con lo mínimo indispensable para la vida.

Para enseñar esa cultura superior, se recomienda el varṇāśrama-dharma. El objetivo de las divisiones de varṇāśrama —brāhmaṇa, kṣatriya, vaiśya, śūdra y brahmacarya, gṛhastha, vānaprastha y sannyāsa— es educar a las personas para que controlen sus sentidos y se sientan satisfechas con lo más indispensable. En este verso, el Señor Vāmanadeva, como brahmacārī ideal, rechaza el ofrecimiento de Bali Mahārāja, que Le promete absolutamente todo lo que pueda desear. Vāmanadeva dice que, quien no está satisfecho, no puede ser feliz ni siquiera siendo propietario de todo el mundo o de todo el universo. Por lo tanto, la sociedad humana debe preservar las culturas brāhmaṇa, kṣatriya y vaiśya; además, se debe enseñar a la gente a sentirse satisfecha con tener resueltas las necesidades más básicas. Esa educación no existe en la civilización contemporánea. Todo el mundo trata de poseer cada vez más, y todo el mundo se siente insatisfecho y desdichado. Por esa razón, el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está fundando numerosas granjas, especialmente en los Estados Unidos, para enseñar a la gente a vivir contenta y feliz con lo mínimo indispensable para la vida, y a ahorrar tiempo para el cultivo de la autorrealización, que se puede alcanzar fácilmente mediante el canto del mahā-mantra: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.