ES/741221 - Clase SB 03.26.09 - Bombay

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His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


741221SB - Bombay, 21 diciembre 1974 - 28:15 minutos



Nitāi: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (los devotos repiten) (dirige el canto del verso, etc.)

devahutir uvāca
prakṛteḥ puruṣasyāpi
lakṣaṇaṁ puruṣottama
brūhi kāraṇayor asya
sad-asac ca yad-ātmakam
(SB 3.26.9)

(cortado)

“Devahūti dijo: ¡Oh, Suprema Personalidad de Dios!, ten la bondad de explicar las características de la Persona Suprema y de Sus energías, pues estas son las dos causas de esta creación manifiesta y no manifiesta”.

Prabhupāda:

prakṛteḥ puruṣasyāpi
lakṣaṇaṁ puruṣottama
brūhi kāraṇayor asya
sad-asac ca yad-ātmakam
(SB 3.26.9)

Kapiladeva recibe aquí el nombre de Puruṣottama. Puruṣottama. Las entidades vivientes, la Súperalma y la Suprema Personalidad de Dios. A veces las entidades vivientes se les da el nombre de puruṣa porque puruṣa significa disfrutador. Las entidades vivientes quieren disfrutar del mundo material, aunque no son el disfrutador. Lo hemos explicado muchas veces ,que las entidades vivientes son también prakṛti, pero también quieren disfrutar. Eso es lo que se llama ilusión. Con ese temperamento disfrutador, se le puede llamar puruṣa, un puruṣa ilusorio. El verdadero puruṣa es Bhagavān. Puruṣa significa bhoktā. Bhoktā. El verdadero bhoktā, el verdadero disfrutador es la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheśvaram (BG 5.29).

Por eso, Devahūti aclarara aquí las características de puruṣa y prakṛti. Puruṣa es uno, pero la prakṛti, hay muchas energías. Prakṛti es energía. Así como tenemos la experiencia práctica del marido y la mujer, se considera que la esposa es la energía. El esposo trabaja arduamente día y noche, pero cuando llega a casa, la esposa le brinda confort —comer, dormir, aparearse— de muchas maneras. De ese modo obtiene nueva energía. Sobre todo los karmīs, obtienen energía mediante el comportamiento y el servicio que le ofrece la esposa. Si no fuera por eso, los karmīs no podrían trabajar. De cualquier modo, el principio energético está ahí. De manera similar, el Señor Supremo también tiene esa energía. El Vedānta-sūtra nos indica que la Suprema Personalidad de Dios, la fuente original de todo, Brahman… athāto brahma jijñāsā. Ese Brahman… en un verso, Vyāsadeva describe ese janmādy asya yataḥ (SB 1.1.1): “El Brahman, la Suprema Verdad Absoluta, es aquel de quien todo emana”. Y, a no ser que exista este principio, que Brahman, la Verdad Absoluta, también posee Sus energías o trabaja con Sus energías, de lo contrario, ¿por qué existiría este concepto en el mundo material? El mundo material es un reflejo, una sombra del mundo espiritual. A menos que la cosa original esté en el mundo espiritual, no puede reflejarse en el mundo material. De modo que puruṣa va acompañado de una variedad de energías. En este verso de los Upaniṣad dice:

na tasya kāryaṁ karaṇaṁ ca vidyate
na tat-samaś cābhyadhikaś ca dṛśyate
parāsya śaktir vividhaiva śrūyate...
(Śvetāśvatara Upaniṣad 6.8), (CC Madhya 13.65, significado)

El Señor Supremo, la Verdad Absoluta, tiene infinidad de energías. Y esa infinidad de energías se divide en tres tipos. Eso se llama antaraṅga-śakti, la energía interna, la energía externa y la energía marginal. Todas ellas son energías, son prakṛti. También, en la filosofía sāṅkhya que aquí estamos comentando, Devahūti -la madre de Kapiladeva, hace esta pregunta tan inteligente: “¿Cuáles son las características de la prakṛti, y cuáles son las características de puruṣa?”. Prakṛteḥ puruṣasyāpi lakṣaṇaṁ puruṣottama. Ella se dirige a su hijo, Kapiladeva, Dios, llamándole Puruṣottama. Uttama puruṣa. Uttama, madhyama y adhama. Son términos comparativos. El uttama puruṣa es la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, o Su encarnación como Kapiladeva, o Ṛṣabhadeva. Hay muchas encarnaciones. Y todos ellos son Puruṣottama.

Bajo el concepto material de la vida hay dos puruṣas: uno, la entidad viviente, y el otro es la Súperalma. Por encima de esto… La entidad viviente es el adhama-puruṣa, y la Súperalma es el madhyama-puruṣa, y Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, es uttama-puruṣa, el Supremo. Y en el mundo material, el adhama-puruṣa se le llama también nitya-baddha. De forma similar, hay otras entidades vivientes en el mundo espiritual, quienes reciben este calificativo nitya-mukta o nitya-siddha. Nunca vienen al mundo material. Como Rūpa Gosvāmī, en su Bhakti-rasāmṛta-sindhu, describe alguna comparación, que los peces del mar, nunca vienen al río. Los peces de río a veces van al mar, pero los peces de mar nunca llegan al río. De manera similar, las entidades vivientes en el mundo espiritual, nunca vienen al mundo material. Son muchas más en número, al menos tres veces mayor que el de todas las entidades vivientes del mundo material. Y la Súperalma también es una entidad viviente, pero superior, Súperalma. El alma y la Súperalma.

La Súperalma también vive con las entidades vivientes comunes, son como amigos. Eso se explica en el Upaniṣad, son como dos pájaros posados en el mismo árbol. Un pájaro se dedica a comer la fruta y el otro pájaro simplemente es testigo. Paramātmā, upadraṣṭā anumantā. Eso se describe en el Bhagavad-gītā Paramātmā existe en nuestro corazón: īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ hṛd-deśe 'rjuna tiṣṭhati (BG 18.61). Él es simplemente upadraṣṭā. Él no disfruta. No tiene ningún interés en disfrutar del mundo material. Pero el otro pájaro, la entidad viviente, trata de disfrutar del mundo material. Y de acuerdo con su karma, upadraṣṭā… Ha querido hacer algo o ha hecho algo; la acción resultante es que, tendrá que disfrutarla o sufrirla en su siguiente vida. El testigo es Paramātmā, sākṣī, upadraṣṭā anumantā, antaryāmī, sākṣī.

No podemos hacer nada sin el conocimiento de la Suprema Personalidad de Dios en Su forma de Paramātmā. Él satisface nuestros deseos y está esperando la oportunidad, el momento en que la entidad viviente deje de comer los frutos del árbol, y que simplemente se ocupe, simplemente vuelva de nuevo a la Súperalma. Esa es la oportunidad que Él está esperando. Los filósofos cristianos no creen en este aspecto de Paramātmā y ellos dicen: “Si soy castigado por mis acciones pasadas, entonces, ¿quién es el testigo?”. Porque en los tribunales, si alguien es acusado de un crimen, debe haber algún testigo. Escuchamos a un profesor cristiano, cuando éramos estudiantes en nuestra universidad; no creyeron en este testigo de la Suprema Personalidad de Dios. Él es el testigo que está en el corazón. Tiene que haber un testigo. Esto es muy inteligente, porque sin testigos, ¿cómo se pueden fundamentar los cargos, las acusaciones que se imputan? El testigo es la Suprema Personalidad de Dios. Upadraṣṭā anumantā. Él lo ve todo. Él es puruṣa también, y nosotros también somos puruṣa. Y por encima de estos dos puruṣas, el Puruṣa Supremo es Kṛṣṇa, tal como se explica en el Capítulo Octavo del Bhagavad-gītā, puruṣottama-yogaṁ.

Brūhi kāraṇayor asya sad-asac ca yad-ātmakam. De modo que los uttama-puruṣa, Puruṣottama, al igual que Kṛṣṇa o Kapiladeva, vienen al mundo material, pero no se ven afectados. Nosotros en cambio sí, en función de nuestros deseos, de ese condicionamiento. Nos vemos afectados por las diferentes modalidades de la naturaleza material. Las Escrituras védicas lo explican, es como el fuego y la chispa. El fuego, la hoguera arde siempre, pero las chispas que salen de ese fuego, a veces caen. Y esta caída se describe que, si la chispa cae sobre alguna hierba seca, inmediatamente la hierba arde también, se convierte en fuego. Eso es sattva-guṇa. Y 'rajo-guṇa significa en el suelo. Poco a poco, el encendido del fuego de la chispa, se acaba. Y si la chispa cae sobre un poco de agua, inmediatamente se extingue. Del mismo modo, cuando caemos del mundo espiritual debido al deseo, icchā-dveṣa samutthena sarge yānti parantapa (BG 7.27), mediante nuestro icchā, Kṛṣṇa nos lo da para satisfacer nuestros deseos. A medida que entramos en contacto con las diferentes modalidades de la naturaleza material, nos situamos ya sea en sattva-guṇa o rajo-guṇa o tamo-guṇa, y se hacen visibles nuestras diversas características.

Pero el Puruṣottama, la Suprema Personalidad de Dios, nunca se ve afectado por la naturaleza material. Ésa es la descripción generalizada de puruṣa y puruṣottama. Y se dará una descripción más detallada en el verso número diez.

(al lado) Si quieres, lo puedes leer. Puedes leer ese significado del Capitulo Noveno.

Nitāi: (significado de la lectura) “Prakṛti, o la naturaleza material, está en contacto tanto con el Señor Supremo como con las entidades vivientes, así como una mujer tiene un vínculo con su marido como esposa y con sus hijos como madre”.

Prabhupāda: Sí. Este ejemplo es muy bueno. Esta prakṛti, es la madre… como la madre es una mujer, prakṛti, pero la relación que tiene con su marido es distinta de la relación que tiene con sus hijos. Ambos son puruṣa —las entidades vivientes y la Súperalma, el Señor Supremo. Ellos vienen a al mundo material. Pero la relación es que el Señor Supremo es el controlador, el controlador del mundo material, mientras que las entidades vivientes son el controlado. Esa es la diferencia. Uno es el controlador y el otro el controlado. La misma mujer, la madre, trabaja siguiendo las directrices del marido. Esa es una relación. Y por otra parte cuida de los niños y los controla. El medio es el mismo, pero la relación es distinta. En el Bhagavad-gītā también se dice mama māyā: “Bajo Mi control”.

mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ
sūyate sa-carācaram
hetunānena kaunteya
jagad viparivartate
(BG 9.10)

Debemos entender esa relación. La naturaleza material tiene una relación con ambos —con Dios y con las entidades vivientes— pero las actividades de las dos entidades vivientes, es decir, aṇu y vibhu… Dios es Vibhu, o Prabhu, mientras que la entidad viviente es aṇu, o sirviente, el término medio es la naturaleza material. No podemos controlar la naturaleza material. Eso no es posible. Estamos bajo su control. Estamos siendo controlados. Tribhir guṇamayair bhāvair mohitam nābhijānāti mām ebhyaḥ param avyayam (BG 7.13). Siempre estamos siendo controlados. Pero prakṛti, la naturaleza material, está sujeta al control del Señor Supremo. Esa es la diferencia. Por desgracia, a veces pretendemos que somos nosotros quienes controlamos. Como los científicos, ellos dicen que controlan la naturaleza material. Eso no es posible. No podemos controlar. Por eso, en el Bhagavad-gītā se dice: daivī hy eṣā guṇamayī mama māyā duratyayā (BG 7.14). No podemos controlar. Somos controlados, pero no podemos controlar. Porque el controlador es Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios. Mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa (BG 9.10).

Esa es la relación. Esa es la característica, dos puruṣas: una es la entidad viviente y el Alma Suprema, parama-puruṣa o puruṣottama. El puruṣottama es el controlador, y nosotros, las entidades vivientes ordinarias, somos los controlados. ¿Cómo entonces las entidades vivientes podemos estar al mismo nivel que el Señor Supremo? No es posible. Cualquiera que piense así, posee un conocimiento imperfecto. Ese no es un conocimiento perfecto. Aviśuddha-buddhayaḥ. Aviśuddha-buddhayah, es la palabra con la que se les describe, un conocimiento imperfecto. Buddhi significa inteligencia. Y ellos no tienen inteligencia. No podemos decir que no tienen inteligencia, pero podemos decir aviśuddha, una inteligencia que no está purificada. Aviśuddha significa que no está purificado. Quien pretenda estar al mismo nivel que el Señor Supremo, tiene una inteligencia que aún no está purificada. Aviśuddha-buddhayaḥ. Ye 'nye' ravindākṣa vimukta-māninas tvayy asta-bhāvād aviśuddha-buddhayaḥ (SB 10.2.32). Porque los filósofos māyāvādīs no tienen conocimiento acerca de la Suprema Personalidad de Dios, no pueden creer que la Verdad Absoluta pueda ser una persona. No lo pueden creer. Su conocimiento es tan pobre que no pueden ajustarse a esa idea. Porque tan pronto como piensan en una persona, piensan que: “Esa persona es igual a mí”. De no ser así, no pueden pensar en una persona.

Esa es un escaso acopio de conocimiento. Por eso, Kṛṣṇa dice: nāhaṁ prakāśaḥ sarvasya yoga-māyā-samāvṛtaḥ (BG 7.25). Él no se hace manifiesto ni visible ante todos. ¿para quién es visible entonces? Eso también se explica en el Bhagavad-gītā: bhaktyā mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ (BG 18.55). Y mientras no emprendan este proceso de bhakti-yoga, no podrán comprender a Dios. Se verán descarriados. Sevonmukhe hi jihvādau (Brs. 1.2.234). No pueden entender a Dios. Pero si emprenden el servicio devocional con sumisión, si se vuelven sumisos, se someten al Señor y le ofrecen servicio, entonces, Él por Su misericordia sin causa, se revela: “Aquí estoy, puedes verme”. Él habla.

teṣāṁ satata-yuktānāṁ
bhajatāṁ prīti-pūrvakam
dadāmi buddhi-yogaṁ tam…
(BG 10.10)

Por eso les da inteligencia. ¿Qué tipo de inteligencia? Yena mām upayānti te: “Mediante la cual uno puede acercarse a Mí”. Se le da esta inteligencia. ¿A quién se la da? Teṣāṁ satata-yuktānām: “A quien se ocupa al servicio del Señor, las veinticuatro horas del día”. ¿Cómo? Prīti-pūrvakam: “Con amor y fe”, no de una manera oficial. Es como si yo quiero un vaso de agua, alguien puede dármelo: “Toma, toma. Aquí tienes”. Mientras otro puede traerme ese mismo vaso de agua con amor y devoción.

De modo que hay una diferencia. Kṛṣṇa no necesita nada de nosotros. Él es pūrṇa. Pero si le ofrecemos algo con amor, con fe y con devoción, Él lo acepta. Esa es la diferencia. Patraṁ puṣpaṁ phalaṁ toyaṁ yo me bhaktyā prayacchati (BG 9.26). Eso es lo que cuenta, el bhakti. Por lo demás, Kṛṣṇa no tiene ningún interés en su patraṁ puṣpaṁ. Él ha creado ese patraṁ puṣpaṁ phalaṁ toyam, puede disfrutar de ello. ¿Por qué se lo iba a pedir a ustedes? Pero lo que cuenta realmente es bhaktyā. Es una cosa insignificante, pero si se la ofrecen bhaktyā, con bhakti, con devoción, con fe y con amor, Él lo acepta. Y si El continúa aceptándolo, entonces pueden llegar a percibirle, a entenderle. Bhaktyā mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ (BG 18.55). De no ser así, no podrán entender a Kṛṣṇa.

Hemos venido al mundo material. Kṛṣṇa está siempre deseando llevarnos de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Y por eso Él viene. Yadā yadā hi dharmasya glānir bhavati (BG 4.7). ¿Cuál es ese dharma? No se trata de este dharma, ese dharma, dharma hindú, dharma musulmán. No. Ese dharma consiste en sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66). Es todo… de ese modo, nuestra posición, aunque ambos estamos en el mundo material, uno es el controlador; otro el controlado. Y aquel que está sometido al control de la prakṛti, de la naturaleza material, si acepta dejarse controlar por la Suprema Personalidad de Dios, entonces el control que la naturaleza material ejerce sobre él, termina, no hay más control. Mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te (BG 7.14). Esta es la perfección de la vida.

En este momento estamos siendo controlados a cada segundo, a cada paso. Padaṁ padaṁ yad vipadām (SB 10.14.58). A cada paso hay peligro. Este control supone un castigo. No pueden esperar un buen trato en la vida carcelaria. Esta es la vida de la prisión, la vida condicionada. No pueden esperar un buen trato de la naturaleza material porque su deber es castigarnos. Ese es su deber, para que podamos preguntar: "¿Por qué estoy siendo castigado?". Eso es necesario. Esa filosofía del "por qué" es muy importante. Ese es el principio de la vida humana. Pero somos tan cerrados, a pesar de ser pateados cada momento por la naturaleza material que, la pregunta "por qué" no viene. Tan cabeza-vacía. Y estamos avanzados en la educación.

Muchas gracias. Hare Kṛṣṇa.

Devotos: Jaya Śrīla Prabhupāda. (fin)