ES/741123 - Clase SB 03.25.23 - Bombay


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


741123 SB - Bombay, 23 noviembre 1974 - 33:47 minutos



******Documento pendiente de editar******


Nitāi: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (Prabhupāda y los devotos repiten) (dirige el canto del verso, etc.)

mad-āśrayāḥ kathā mṛṣṭāḥ
śṛṇvanti kathayanti ca
tapanti vividhās tāpā
naitān mad-gata-cetasaḥ
(SB 3.25.23)

(pausa)

“Cantando y escuchando constantemente acerca de Mí, la Suprema Personalidad de Dios, los sādhus no sufren las miserias materiales, porque están siempre absortos meditando en Mis pasatiempos y actividades”.

Prabhupāda:

mad-āśrayāḥ kathā mṛṣṭāḥ
śṛṇvanti kathayanti ca
tapanti vividhās tāpā
naitān mad-gata-cetasaḥ
(SB 3.25.23)

Na etān. La gente, por lo general sufre. No hay nadie en el mundo, entre las personas materialmente ocupadas, que puedan decir con denuedo que: “Yo no sufro”. ¿Hay alguien? Desafío a cualquiera. ¿Alguien puede decir: “Yo no sufro”? Todo el mundo debe estar sufriendo. Ahora bien, ¿por qué se anuncian estas tabletas de Anacin como “analgésicos”? Porque sufren. Y no en este país, sino en los países occidentales, en América, la gente toma por lo menos una docena de tabletas diarias para mitigar el sufrimiento, tranquilizantes, esto, aquello, tantas cosas. Se anuncian, y ellos las toman. Y al final, para dormir. Porque son más avanzados. Nosotros somos menos avanzados, por eso, estamos satisfechos con una sola tableta, Anacin. (risas) Pero ellos con una sola tableta no están satisfechos. Toman docenas de tabletas. Lo he visto. Se anuncian en los trenes subterráneos. Se anuncian tantas tabletas. Tiene que haber sufrimiento. Todo el que tenga el cuerpo material ha aceptado el sufrimiento. Es un hecho. Pero los necios, no lo pueden entender. Ellos piensan: “Tengo un cuerpo muy gordo y hermoso”. Con eso están satisfechos. También el perro está satisfecho. No sabe que el cuerpo de perro supone más sufrimiento que el cuerpo humano. El cuerpo del cerdo sufre más que el cuerpo humano. Pero todos piensan: “Soy feliz”. Eso se llama māyā, ilusión. Vas a un hospital, hay una persona tendida en la cama y si le preguntas: “¿Cómo estás?” ”Bien, hoy me encuentro bien”. ¿Qué significa “bien”?

No puede haber nadie que no sufra. No es posible. Hay tres tipos de sufrimiento: adhyātmika, adhibhautika, adhidaivika. Adhyātmika significa en relación con el cuerpo y con la mente. “Hoy me duele la cabeza. Tengo algo de dolor aquí en la espalda. Mi mente hoy no está muy tranquila. No puedo hablar contigo”. Ese tipo de sufrimientos se denominan adhyātmika, pertenecen al cuerpo y a la mente. Y hay también sufrimientos adhibhautika. Como en la noche, sin razón alguna, los perros ladran y no podemos dormir. Esto se llama adhibhautika, el sufrimiento que nos imponen otras entidades vivientes: los mosquitos, los bichos. Y los enemigos. Hay sufrimiento. Como algunos de nuestros enemigos, que tratan de impedir que nos den el permiso y podamos abrir el templo. Esto se llama adhibhautika. Y además de eso, hay grandes, grandes sufrimientos. Después adhidaivika, los accidentes, cosas sobre las cuales no tienes control. No tienes control sobre ningún sufrimiento. No es posible. Hay hambre; hay peste; hay sequia; hay calor excesivo, frío excesivo. Esas cosas se llaman adhidaivika. Terremotos… Tantas cosas. Es un recordatorio, que “Tú, sinvergüenza, crees que eres muy feliz en el mundo material. Pero, ¿qué has hecho con estos sufrimientos?” Mūḍha. Piensan: “Oh, eso está bien. No importa”. Aparte de eso, hay sufrimientos muy serios. Nacimiento, muerte, vejez y enfermedades. Entonces, ¿dónde está tu felicidad? Pero debido a que estamos bajo el hechizo de māyā, pensamos que: “Esta situación es muy buena. Vamos a disfrutar de la vida”. Ese es su disfrute.

Uno tiene que… tapanti vividhās tāpāḥ. Vividhāḥ, multi. Vividhāḥ significa muchos. Tapanti vividhās tāpā na etān mad-gata-cetasaḥ. Las personas conscientes de Kṛṣṇa, ellos… no podemos decir que no sufren. Sufren, pero no tan agudamente. Ellos saben. Por eso, hemos comenzado con las características del sādhu, titikṣavaḥ, tolerante. Todo el mundo es tolerante. Hay que tolerar. Pero la tolerancia de un sādhu y la tolerancia del hombre común son distintas. La tolerancia del sādhu no es tan intensa, porque un sādhu sabe que él no es el cuerpo. Hay una canción vaiṣṇava en bengalí, deha-smṛti nāhi yāra, saṁsāra-bandhana kāhāṅ tāra. Si entendemos correctamente que “yo no soy el cuerpo”, entonces, aunque haya sufrimiento, no lo sentirás mucho, aunque ahora estamos absortos en el cuerpo; hay sufrimientos corporales. Es como el ejemplo de que tienes un automóvil y hay un accidente. Así que quien está demasiado absorto con el pensamiento de que “este es mi coche” o “yo soy un coche”, sufre más. Pero aquel que sabe, “Yo no soy el auto. Está bien, tengo algún accidente. Se puede reparar o puede ser... eso no importa...”. Es una cuestión de cómo nos absorbemos en el pensamiento.

La persona materialista, debido a que son como animales, sufren más. En cuanto a los devotos, como se aconseja en el Bhagavad-gītā:

mātrā-sparśās tu kaunteya
śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ
āgamāpāyino 'nityās
tāṁs titikṣasva bhārata
(BG 2.14)

Kṛṣṇa le dice a Arjuna que: “Estos sufrimientos materiales son como los sufrimientos de las estaciones, el sufrimiento debido a las estaciones”. Sufres cuando es verano, y sufres también cuando llega el invierno. Śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ. Y lo mismo: el fuego, en verano te causa sufrimiento, el calor es sufrimiento, y en invierno el mismo fuego es agradable. Del mismo modo, el agua, en la temporada de invierno, es sufrimiento, pero en la temporada de verano es agradable. La misma agua, el mismo fuego, a veces es sufrimiento; a veces es agradable. Pero es la misma sustancia. ¿Por qué? Mātrā-sparśāḥ: se debe al contacto con la piel. Debido a que tenemos esta enfermedad de la piel, “Yo soy el cuerpo”, debido a eso, sufrimos, debido a que se han vuelto tan sinvergüenzas tan insensatos que piensas “Yo soy este cuerpo”. Yasyātma-buddhiḥ kuṇape tri-dhātuke. Tri-dhātuke: Es una bolsa de tres elementos: kapha, pitta, vāyu. Kapha, pitta, vayu. Según el sistema ayurvédico, se les llama tri-dhātu. Y el cuerpo está hecho de elementos materiales: kapha, pitta, vāyu. Así que:

yasyātma-buddhiḥ kuṇape tri-dhātuke
sva-dhīḥ kalatrādiṣu bhauma ijya-dhīḥ
yat-tīrtha-buddhiḥ salile na karhicij
janeṣv abhijñeṣu sa eva go-kharaḥ
(SB 10.84.13)

Cuanto más inmersos estamos en el concepto corporal de la vida, más sufrimos. Hoy en día han surgido cosas nuevas: nacionalismo, comunismo, comunitarismo, tantas cosas. Hay más sufrimientos. Hemos visto en 1947 en Calcuta, en el conflicto hindú-musulmán: más sufrimiento porque uno piensa: “Soy hindú”, otro piensa: “Soy musulmán”. Pero una persona avanzada en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, no sufrirá. No pelearán innecesariamente, “Porque yo soy hindi y porque tú eres musulmán, entonces tenemos que pelear”. No. Porque si ambos saben que “Yo no soy el cuerpo. Por lo tanto, no soy ni hindú ni musulmán. Soy un sirviente eterno de Kṛṣṇa”, entonces, ¿dónde está el sufrimiento de la revuelta hindú-musulmana? Falta el entendimiento. Debido a que las personas están siendo educadas para volverse más conscientes del cuerpo, por eso sus sufrimientos aumentan. Los sufrimientos van en aumento. Mientras que, si reduces el concepto corporal de la vida, los sufrimientos también se reducirán.

Las personas que son conscientes de Kṛṣṇa… Consciente de Kṛṣṇa significa, aquí el verso dice: mad-gata-cetasaḥ. Naitān mad-gata-cetasaḥ. Mad-gata. Bhagavān dijo: “Aquellos que están siempre pensando en, en la mente, en el corazón”, mad-gata-cetasaḥ, “no sufren”. Ellos no sufren de esa manera, porque saben que: “Aunque yo esté sufriendo, es el deseo de Kṛṣṇa”. Bienvenido. Como Kuntī. La reina Kuntī, cuando Kṛṣṇa se marchaba, estaba despidiéndose de Kuntī, y Kuntī le dijo: “Mi querido Kṛṣṇa, cuando estamos en pleno peligro, en ese momento Tú estás siempre presente como nuestro amigo, como nuestro consejero. Ahora nos encontramos bien. Tenemos nuestro reino. Estamos bien establecidos. ¿Así que te vas a Dvārakā? No, no, no, eso no es bueno. Es mejor que vuelvan de nuevo esos sufrimientos para que podamos recordarte siempre”. De modo que, el devoto a veces da la bienvenida al sufrimiento porque esa es una oportunidad de recordar a Kṛṣṇa constantemente. Tat te 'nukampāṁ su-samīkṣamāṇo bhuñjāna evātma-kṛtaṁ vipākam (SB 10.14.8). Cuando un devoto sufre, piensa que “Es debido a mis fechorías pasadas. Por la gracia de Kṛṣṇa, no estoy sufriendo mucho, solo un poco. Así que no importa”. Porque, después de todo, está todo, en la mente, sufrimiento y disfrute. La mente de un devoto se entrena en la conciencia de Kṛṣṇa. Por eso, no le importa el sufrimiento. Esa es la diferencia entre el devoto y el no devoto.

Por eso, el verso dice tapanti vividhās tāpā na etān mad-gata-cetasaḥ. Como Prahlāda Mahārāja. Cuánto sufrimiento tuvo que soportar, aquel niño de cinco años, su padre le ponía en peligro, a veces bajo las patas, de un elefante, otra vez lo tiro de una montaña, otra vez lo metió en aceite ardiendo, lo arrojo entre serpientes, y de tantas maneras. Pero el guardaba silencio. Haridāsa Ṭhākura. Haridāsa Ṭhākura era musulmán de nacimiento. Pero llego a ser un gran devoto y siempre cantaba Hare Kṛṣṇa. Eso era su culpa. Así que el Kazi musulmán le llamó así: “Tú eres musulmán. Naciste en una gran familia, una familia musulmana, ¿y ahora cantas el mantra Hare Kṛṣṇa de los hindúes? ¿Qué es esto?”. El mansamente respondió: “Mi querido señor, también hay muchos hindúes, que se han vuelto musulmanes. Así que supongamos que me he vuelto hindú. Y, ¿qué tiene de malo? ¿Cuál es el problema?”. El Kazi se enojó mucho porque, ”¿Te atreves hablar así ante mí? Está bien”. Así que le castigo a ser azotado en veintidós bazares, frente a veintidós mercados. Eso significa que lo iban a matar a palos. Así se entiende, cuando fue golpeado por el bastón, Caitanya Mahāprabhu estaba sobre su espalda. Así que no sintió ningún sufrimiento. Así hay muchos casos. Un devoto tiene que pasar por muchos sufrimientos, pero ellos no se lo toman muy en serio. Ellos lo toleran. El devoto esta educado en la tolerancia.

Por eso, al comienzo se explican los signos del sādhu, comenzando por titikṣavaḥ kāruṇikāḥ (SB 3.25.21), ellos, el devoto, sufre; al mismo tiempo, él es muy bondadoso con las almas condicionadas, piensa en cómo elevarlas, cómo hacerlas conscientes de Kṛṣṇa. Esto es kāruṇikāḥ. Estas son las características principales de la vida de un devoto. La gente lo hace sufrir de muchas maneras, pero él no renuncia a su trabajo. Su tarea es difundir la conciencia de Kṛṣṇa para que los demás puedan ser felices. Tal como dijo Prahlāda Mahārāja: “Mi Señor, yo no sufro. No tengo sufrimiento porque conozco el arte, de ser feliz”. Tvad-vīrya-gāyana-mahāmṛta-magna-cittaḥ (SB 7.9.43). Lo mismo se explica aquí: śṛṇvanti kathayanti. Prahlāda Mahārāja dijo: “Sé cómo ser feliz”. ¿Cómo ser feliz? “Simplemente escuchando acerca de Ti y cantando acerca de Ti, eso es todo”. Śṛṇvanti kathayanti. Es como aquí estamos haciendo dos cosas, ustedes escuchan y yo hablo. Bodhayantaḥ parasparam (BG 10.9). Mahātmānas tu māṁ pārtha daivīṁ prakṛtim āśritāḥ, bhajanti (BG 9.13). Este bhajana significa śṛṇvanti kathayanti. Śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ (SB 7.5.23)—eso es bhajana. Simplemente escuchas acerca del Señor, hablas acerca del Señor. Eso es bhajana. Śravanam, entonces puede seguir progresando. Śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ. El śravaṇaṁ kīrtanam es algo que se está haciendo en todo el mundo. Algunos escuchan acerca de algún político, otros hablan acerca de algún político u otro hombre, algún hombre importante en la sociedad. Śravaṇaṁ kīrtanam está sucediendo. Pero sufren. Pero cuando el śravaṇaṁ kīrtanam pertenece a Viṣṇu, śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ, entonces ya no sufrirás. Ese es el… se requiere experiencia. Requiere avance.

Entonces… tal como dice, Prahlāda Mahārāja, que tvad-vīrya-gāyana-mahāmṛta-magna-cittaḥ: “Debido a que mi mente está siempre absorta hablando de Ti y escuchando acerca de Ti, por eso no soy infeliz. Yo no... Yo sé cómo ser feliz”. ”Pero pareces ser muy desdichado”. Entonces él dice: “Sí, soy desdichado porque veo estos..”.. tato vimukha-cetasa indriyārtha-māyā-sukhāya bharam udvahato vimūḍhān (SB 7.9.43): “Todos esos necios, simplemente por la supuesta felicidad temporal, se dedican a actividades materiales. Yo simplemente pienso en ellos. Esa es mi desdicha. Por lo demás, no tengo infelicidad”.

Este servicio devocional, esta línea de actividad, es tan buena que, si la practicamos, si progresamos, incluso si nos quedamos en este mundo material, no habrá más sufrimiento. Eso se llama jīvan mukta. Jivan mukta significa que, aunque está en este cuerpo, no sufre por los condicionamientos debidos al cuerpo. Es cuestión de absorción del pensamiento. He leído en algún periódico que el señor Stalin, el líder comunista, tuvo que someterse a una operación quirúrgica tuvo que operarse el estómago. El doctor quería, suministrarle cloroformo, pero él dijo: “No, no hay necesidad. Puede continuar con su operación”. Así que incluso en la vida ordinaria es posible. Debido a que la mente se absorbe de una manera diferente, la persona no se perturba, incluso en una operación quirúrgica. De manera similar, qué decir de la vida espiritual, si tienes la mente siempre absorta pensando en Kṛṣṇa, en conciencia de Kṛṣṇa… así se afirma, mad-gata-cetasaḥ: siempre pensando en Kṛṣṇa. Y eso es lo que Kṛṣṇa aconseja también. ¿Cuál es su consejo? Man-manā bhava mad-bhakto mad-yājī māṁ namaskuru (BG 18.65): “Siempre piensa en Mí”.

Hay muchos ejemplos. Si creemos o no creemos, eso ya es otra cosa. Pero también es práctico, que estos muchachos, muchachos europeos, americanos, desde su infancia, desde su nacimiento, están acostumbrados a tantos malos hábitos. Esas personas piensan que, si les faltan esos malos hábitos, la vida es imposible. No sólo una persona común. Les contaré la historia de un hombre muy importante, el marqués de Zetland. El marqués de Zetland hablaba con uno de mis hermanos espirituales. Él era un Lord, se les llama así Lord, le preguntó: “¿Puedes hacerme brāhmaṇa?”. Mi hermano espiritual le contesto: “Sí, no es muy difícil. Si abandona usted estos malos hábitos: la intoxicación, la vida sexual ilícita, el comer carne y los juegos de azar, puede convertirse en un brāhmaṇa“. El lord dijo: “Es imposible”. Sí. Era una persona muy importante, pero dijo: “Eso es imposible. Es mi vida misma”.

En realidad, tenemos experiencia en los países occidentales, esa es su vida. No la pueden abandonar, incluso los hombres muy viejos. Si les falta esto, es un gran sufrimiento. Pero aquí lo ves en la práctica. Estos muchachos jóvenes, estas muchachas jóvenes, lo han abandonado. No hay sufrimiento. Aprovechen este ejemplo práctico. Y a un anciano, un caballero muy respetable, se le pidió que abandonara estos cuatro hábitos, respondió: “Es imposible”. ¿Cómo es que a estos jóvenes les ha resultado posible? Si esta falta de sexo ilícito, el consumo de sustancias embriagantes, les causara sufrimiento a estos jóvenes, a estas muchachas ¿cómo podrían estar conmigo? No soy una persona muy rica. No puedo ofrecerles un buen refugio. Ni buena comida. ¿Entonces por qué? Porque ellos no lo sienten… no tienen muebles; duermen en el suelo, sin ropa de cama, sin ropa adecuada. Porque en realidad no sufren. Porque de no ser así, no podrían estar conmigo. Es un hecho. Si sufrieran, entonces también habrían dicho, como Lord Zetland: “Es imposible permanecer con Prabhupāda”. Pero no lo dicen. Incluso algunos se enferman; pero, aun así, no se van. Ellos no se van.

La conciencia de Kṛṣṇa es tan hermosa. Mad-gata. Ellos no sienten ningún sufrimiento. Es algo práctico. Otros, sienten sufrimiento. Por eso el verso dice, tapanti vividhās tāpā na etān mad-gata-cetasaḥ. Na etān. Por eso, debemos aceptar esto. ¿De qué se trata? Mad-āśrayāḥ kathāḥ. Kathā, kṛṣṇa-kathā. Hay tantas escrituras, sobre todo el Bhagavad-gītā. Es algo que está a disposición de todos. Todos conocen el Bhagavad-gītā. Si simplemente escuchamos el Bhagavad-gītā, podemos alcanzar ese estado de perfección, donde no hay más sufrimiento. Eso es un hecho. Como Ambarīṣa Mahārāja. Hizo de su vida… sa vai manaḥ kṛṣṇa-padāravindayor vacāṁsi vaikuṇṭha-guṇānuvarṇane (SB 9.4.18). Era un rey muy responsable, era el emperador del mundo, y era el administrador de su reino. Al mismo tiempo, era un gran devoto. Esos son los ejemplos en este país. Hubo muchos reyes así; recibían el nombre de rājarṣi. Por eso, en el Bhagavad-gītā se dice:

imaṁ vivasvate yogaṁ
proktavān aham avyayam...
manur ikṣvākave 'bravīt
vivasvān manave prāha
manur ikṣvākave 'bravīt
(BG 4.1)

Evaṁ paramparā-prāptam imaṁ rājarṣayo viduḥ (BG 4.2). Rājarṣi. Los reyes eran… aunque eran reyes, rāja, aun así, eran tan buenos como las grandes personas santas, ṛṣi. Y Mahārāja Ambarīṣa, él era también un rājarṣi. El dio el ejemplo: aunque estaba muy ocupado en sus labores administrativas, aun así, el solamente hablaba de Kṛṣṇa. Sa vai manaḥ kṛṣṇa-padāravindayor vacāṁsi vaikuṇṭha-guṇānuvarṇane (SB 9.4.18). Siempre que hablaba, hablaba de Kṛṣṇa. Para ello se necesita práctica. Caitanya Mahāprabhu aconsejó a todos Sus devotos: grāmya-kathā nā kahibe (CC Antya 6.236). Para esto se necesita… es lo que se llama avance. No hables esas tonterías de esas conversaciones materiales. ¿De qué sirven? ¿Qué ganarás? Como cuando abres el periódico. ¿Qué encuentras? La misma cosa. El mismo accidente de avión, el mismo político que condena a otro político, algo que se ha perdido, algo que se gana, algo… es punaḥ punaś carvita-carvaṇānām (SB 7.5.30). Repiten lo mismo de una manera distinta. Entonces, ¿de qué sirve hablar de estas cosas? Mejor, si quieres hablar, habla de Kṛṣṇa, habla del Bhagavad-gītā, habla del Śrīmad-Bhāgavatam y disfruta de la vida. Eso es lo que hace falta.

Eso es lo que recomienda este verso: mad-āśrayāḥ kathā mṛṣṭāḥ śṛṇvanti kathayanti ca. Si simplemente hablas acerca de Kṛṣṇa y escuchas acerca de Kṛṣṇa, entonces llegará esa etapa en la que ya no habrá más sufrimiento, para siempre. Ānandamayo 'bhyāsāt (Vedānta-sūtra 1.1.12). El Vedānta-sūtra define esto como ānandamaya. La entidad viviente y Kṛṣṇa, son ānandamaya. Prācurye maya-pratyaya. Simplemente ananda. Cuando tu experimentas el placer, de la bienaventuranza trascendental, no hay más posibilidad de que padezcas los sufrimientos materiales. Eso se enseña en este verso:

mad-āśrayāḥ kathā mṛṣṭāḥ
śṛṇvanti kathayanti ca
tapanti vividhās tāpā
naitān mad-gata...

Mad-gata antar-ātmanā. Es otra afirmación en el Bhagavad-gītā: yoginām api sarveṣāṁ mad-gata antar-ātmanā (BG 6.47). Hay muchos yogīs, pero el yogī que piensa siempre en Kṛṣṇa, man-manā bhava mad-bhaktaḥ, mad-gatenāntar-ātmanā, sa me yuktatamaḥ:”En Mi opinión, ese es... él es el yogī de primera clase”. No hacer una demostración de magia. Magia, la magia es esa, no padecer ningún sufrimiento. Esa es la magia más grande. Pero eso lo hace un devoto. Y lo aconseja también Kṛṣṇa.

De modo que nuestra vida debe ser… el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa se propaga únicamente con este propósito. ¿Cuál es? Śṛṇvanti kathayanti ca. Mad-āśrayāḥ kathā mṛṣṭāḥ. Cuando sintamos placer en escuchar acerca de Kṛṣṇa o en hablar acerca de Kṛṣṇa, debemos saber que estamos progresando en la senda de la perfección. Y en ese momento no sentiremos ningún tipo de estos sufrimientos materiales. Ese es el efecto práctico de la práctica del servicio devocional.

Muchas gracias.

Devotos: Jaya Śrīla... (cortado) (fin)