ES/CC Adi 3.71
TEXTO 71
- ‘aṅga’-śabde aṁśa kahe, seho satya haya
- māyā-kārya nahe — saba cid-ānanda-maya
PALABRA POR PALABRA
aṅga-śabde —mediante la palabra aṅga; aṁśa —porción plenaria; kahe —significa; seho —esto; satya —la verdad; haya —es; māyā —la energía material; kārya —la actividad; nahe —no es; saba —todo; cit-ānanda-maya —con conocimiento y bienaventuranza plenos.
TRADUCCIÓN
En verdad, la palabra «aṅga» significa porciones plenarias. Estas manifestaciones no deben considerarse nunca como productos de la naturaleza material, porque todas son trascendentales, plenas de conocimiento y plenas de bienaventuranza.
SIGNIFICADO
En el mundo material, si se toma un fragmento de un objeto original, este objeto se ve reducido al serle retirado ese fragmento. Pero a la Suprema Personalidad de Dios no Le afectan en lo más mínimo las acciones de māyā. El Īśopaniṣad dice:
- oṁ pūrṇam adaḥ pūrṇam idaṁ pūrṇāt pūrṇam udacyate
- pūrṇasya pūrṇam ādāya pūrṇam evāvaśiṣyate
«La Personalidad de Dios es perfecta y completa, y como Él es completamente perfecto, todo lo que emana de Él, como este mundo fenoménico, está perfectamente provisto como totalidad completa. Todo lo que se produce de la totalidad completa está también completo en sí mismo. Puesto que Él es la totalidad completa, aunque emanen de Él múltiples unidades completas, Él, como restante, permanece completo» (Śrī Īśopaniṣad, Invocación).
En el reino de lo Absoluto, uno más uno es igual a uno, y uno menos uno es igual a uno. Por tanto, no hay que concebir un fragmento del Señor Supremo en el sentido material. En el mundo espiritual no existe la influencia de la energía material, o cálculos materiales de fragmentos. En el Capítulo Decimoquinto del Bhagavad-gītā, el Señor dice que las entidades vivientes son sus partes integrales. Hay innumerables entidades vivientes en los universos material y espiritual, pero aun así, el Señor Kṛṣṇa está completo en Sí mismo. Pensar que Dios ha perdido Su personalidad porque Sus muchas partes integrales están distribuidas por todo el universo, es ilusión. Eso es un cálculo material. Estos cálculos sólo son posibles bajo la influencia de la energía material, māyā. En el mundo espiritual, la energía material brilla por su ausencia.
En la categoría de viṣṇu-tattva no hay pérdida de poder de una expansión a la siguiente, como tampoco hay pérdida de iluminación cuando una vela enciende otra. Miles de velas pueden encenderse con una vela original, y todas tendrán la misma fuerza de iluminación. Así es como hay que comprender que, aunque todos los viṣṇu-tattvas, desde Kṛṣṇa y el Señor Caitanya a Rāma, Nṛsiṁha, Varāha, etc., aparecen con rasgos diferentes en eras diferentes, todos ellos están investidos por igual de la potencia suprema.
Semidioses como Brahmā y Śiva entran en contacto con la energía material, y su poder y potencia tienen, por tanto, grados diferentes. Sin embargo, todas las encarnaciones de Viṣṇu tienen la misma potencia, porque la influencia de māyā no puede ni siquiera acercárseles.