ES/SB 4.16.5


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 5

eṣa vai loka-pālānāṁ
bibharty ekas tanau tanūḥ
kāle kāle yathā-bhāgaṁ
lokayor ubhayor hitam


PALABRA POR PALABRA

eṣaḥ—este rey; vai—ciertamente; loka-pālānām—de todos los semidioses; bibharti—lleva; ekaḥ—solo; tanau—en su cuerpo; tanūḥ—los cuerpos; kāle kāle—a su debido tiempo; yathā—conforme a; bhāgam—parte correspondiente; lokayoḥ—de sistemas planetarios; ubhayoḥ—ambos; hitam—bien.


TRADUCCIÓN

Él solo, con su propio cuerpo, llegará a mantener a todas las entidades vivientes y hará que lleven una vida agradable, pues se manifestará en distintas formas de semidioses para actuar en distintos campos de actividad. Así, este rey mantendrá el sistema planetario superior induciendo a la población a celebrar sacrificios védicos. A su debido tiempo, será el sostén del planeta Tierra haciendo caer la lluvia necesaria.


SIGNIFICADO

Los semidioses encargados de los diversos campos de actividad en el mantenimiento del mundo no son más que asistentes de la Suprema Personalidad de Dios. Semidioses como el dios del Sol, el dios de la Luna, o Indra, el rey del cielo, se unen a la encarnación de Dios cuando desciende a este planeta. Por consiguiente, con vistas a mantener el orden en los sistemas planetarios, la encarnación de Dios puede cumplir las distintas funciones delegadas a los semidioses. La protección del planeta Tierra depende de la caída regular de lluvias; como se explica en el Bhagavad-gītā, los sacrificios tienen la finalidad de complacer a los semidioses encargados de la lluvia.


annād bhavanti bhūtāni
parjanyād anna-sambhavaḥ
yajñād bhavati parjanyo
yajñaḥ karma-samudbhavaḥ


«Todos los cuerpos vivos subsisten a base de granos alimenticios, que son producto de las lluvias. Las lluvias son producto de la ejecución de yajñas [sacrificios], y el yajña nace de los deberes prescritos» (Bg. 3.14).

Así es que se precisa la debida ejecución de yajña, sacrificio. Como aquí se indica, el rey Pṛthu, por sí solo, sería capaz de inducir a todos los ciudadanos a ocuparse en esas actividades de sacrificio, de manera que no habría ni escasez ni sufrimientos. Sin embargo, en Kali-yuga, los encargados de la rama ejecutiva del gobierno de lo que se ha dado en llamar el estado secular, es decir, los mal llamados reyes y presidentes, no son más que necios y sinvergüenzas que ignoran los principios de sacrificio y las complejidades de las causas de la naturaleza. Son desvergonzados que no hacen más que redactar planes que siempre fracasan y que provocan el sufrimiento de la gente con sus perturbadoras consecuencias. El consejo de los śāstras para contrarrestar esta situación es el siguiente:


harer nāma harer nāma
harer nāmaiva kevalam
kalau nāsty eva nāsty eva
nāsty eva gatir anyathā


Para contrarrestar esta desdichada situación de gobierno, se aconseja a la población en general que cante el mahā-mantra: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.