ES/SB 6.1.13-14
TEXTOS 13-14
- tapasā brahmacaryeṇa
- śamena ca damena ca
- tyāgena satya-śaucābhyāṁ
- yamena niyamena vā
- deha-vāg-buddhijaṁ dhīrā
- dharmajñāḥ śraddhayānvitāḥ
- kṣipanty aghaṁ mahad api
- veṇu-gulmam ivānalaḥ
PALABRA POR PALABRA
tapasā—mediante la austeridad o rechazo voluntario del disfrute material; brahmacaryeṇa—con el celibato (la primera austeridad); śamena—mediante el control de la mente; ca—y; damena—mediante el perfecto control de los sentidos; ca—y; tyāgena—con donaciones voluntarias de caridad para buenas causas; satya—mediante la veracidad; śaucābhyām—y por seguir los principios regulativos para mantener la limpieza externa e interna; yamena—evitando las maldiciones y la violencia; niyamena—con el canto regular del santo nombre del Señor; vā—y; deha-vāk-buddhi-jam—cometidos con el cuerpo, las palabras y la inteligencia; dhīrāḥ—las personas sobrias; dharma-jñāḥ—perfectamente imbuidos del conocimiento de los principios religiosos; śraddhayā anvitāḥ—dotadas de fe; kṣipanti—destruyen; agham—todo tipo de actividades pecaminosas; mahat api—aunque muy grandes y abominables; veṇu-gulmam—las enredaderas secas bajo los bambúes; iva—como; analaḥ—fuego.
TRADUCCIÓN
Para concentrar la mente, es necesario llevar una vida de celibato sin caer nunca. Es necesario someterse a la austeridad de abandonar voluntariamente el disfrute de los sentidos. Entonces hay que controlar la mente y los sentidos, ser caritativo, veraz, limpio, no violento, seguir los principios regulativos, y cantar con regularidad el santo nombre del Señor. De este modo, la persona sobria y fiel que conoce los principios religiosos se purifica temporalmente de todos los pecados cometidos con el cuerpo, las palabras y la mente. Esos pecados son como las hojas secas de las enredaderas al pie de los bambúes, que pueden ser quemadas por el fuego pero no pierden sus raíces, y vuelven a brotar a la primera oportunidad.
SIGNIFICADO
La palabra tapaḥ se explica en el smṛti-śāstra de la siguiente manera: manasaś cendriyāṇāṁ ca aikāgryaṁ paramaṁ tapaḥ: «El perfecto control de la mente y los sentidos y su concentración completa en un tipo de actividad se denomina tapaḥ». Nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está enseñando la manera de concentrar la mente en el servicio devocional, lo cual constituye la forma de tapaḥ más elevada. La brahmacarya, la vida de celibato, comprende ocho aspectos: no hay que pensar en mujeres ni hablar acerca de la vida sexual; tampoco se debe coquetear con mujeres, mirarlas con lujuria, hablarles íntimamente o decidir ocuparse en relaciones sexuales; se deben evitar también los esfuerzos por ocuparse en el acto sexual, y el acto propiamente dicho. Es decir, ni siquiera hay que pensar en mujeres o mirarlas, y mucho menos hablar con ellas. Eso es lo que se denomina brahmacarya en su más pura expresión. Si un brahmacārī o un sannyāsī hablan con una mujer a solas, siempre cabe la posibilidad de que tengan relaciones sexuales sin que nadie lo sepa. Por esa razón, el brahmacārī íntegro hace exactamente lo contrario. El brahmacārī perfecto no tiene dificultad en controlar la mente y los sentidos, es caritativo, veraz, etc. Sin embargo, para empezar es necesario controlar la lengua y el hábito de comer.
En la senda del servicio devocional, bhakti-mārga, hay que seguir estrictamente los principios regulativos, comenzando por controlar la lengua (sevonmukhe hi jihvādau svayam eva sphuraty adaḥ). La lengua (jihvā) se puede controlar con el canto del mahāmantra Hare Kṛṣṇa, hablando solamente de temas relacionados con Kṛṣṇa, y absteniéndose por completo de alimentos que no hayan sido ofrecidos a Kṛṣṇa. Este control de la lengua nos permitirá seguir de modo natural la brahmacarya y demás procesos purificadores. En el verso siguiente se explica que la senda del servicio devocional es completamente perfecta, de modo que es superior a las sendas de las actividades fruitivas y del conocimiento. Śrīla Vīrarāghava Ācārya cita los Vedas para explicar que la austeridad supone la práctica de ayunos lo más completos posible (tapasānāśakena). También Śrīla Rūpa Gosvāmī nos advierte de que comer demasiado, atyāhāra, es un obstáculo en el progreso de la vida espiritual. Y en el Bhagavad-gītā (6.17), Kṛṣṇa dice además:
- yuktāhāra-vihārasya
- yukta-ceṣṭasya karmasu
- yukta-svapnāvabodhasya
- yogo bhavati duḥkha-hā
«Aquel que es regulado en sus hábitos de comer, dormir, trabajar y recrearse, puede mitigar los sufrimientos materiales mediante la práctica del sistema de yoga».
En el texto 14 es muy significativa la palabra dhīrāḥ, que significa «aquellos que permanecen imperturbables en toda circunstancia». En el Bhagavad-gītā (2.14), Kṛṣṇa dice a Arjuna:
- mātrā-sparśās tu kaunteya
- śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ
- āgamāpāyino 'nityās
- tāṁs titikṣasva bhārata
«¡Oh, hijo de Kuntī!, la aparición temporal de la felicidad y la aflicción, y su desaparición a su debido tiempo, son como la aparición y desaparición de las estaciones del invierno y el verano. Tienen su origen en la percepción de los sentidos, ¡oh, vástago de Bhārata!, y hay que aprender a tolerarlas sin perturbarse». En la vida material estamos sujetos a muchas perturbaciones (adhyātmika, adhidaivika y adhibhautika). Quien ha aprendido a tolerar esas perturbaciones en toda circunstancia recibe el nombre de dhīra.