ES/SB 6.1.49
TEXTO 49
- yathājñas tamasā yukta
- upāste vyaktam eva hi
- na veda pūrvam aparaṁ
- naṣṭa-janma-smṛtis tathā
PALABRA POR PALABRA
yathā—tal como; ajñaḥ—un ser vivo ignorante; tamasā—en el sueño; yuktaḥ—ocupado; upāste—actúa conforme a; vyaktam—un cuerpo manifestado en un sueño; eva—ciertamente; hi—en verdad; na veda—no conoce; pūrvam—el cuerpo pasado; aparam—el siguiente cuerpo; naṣṭa—perdido; janma-smṛtiḥ—el recuerdo del nacimiento; tathā—del mismo modo.
TRADUCCIÓN
Una persona que duerme, actúa conforme al cuerpo manifestado en sus sueños y se identifica con él; del mismo modo, sin poder conocer las vidas pasadas y futuras, nos identificamos con nuestro cuerpo actual, que hemos adquirido debido a las acciones religiosas o irreligiosas que hayamos llevado a cabo en el pasado.
SIGNIFICADO
Un hombre se ocupa en actividades pecaminosas porque no sabe qué hizo en su vida anterior para recibir el cuerpo materialmente condicionado y sujeto a las tres miserias que ahora posee. En el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.4), Ṛṣabhadeva afirma: nūnaṁ pramattaḥ kurute vikarma: El ser humano que corre como un loco tras la complacencia de los sentidos no duda en actuar de modo pecaminoso. Yad-indriya-prītaya āpṛṇoti: Realiza actos pecaminosos con la única intención de complacer sus sentidos. Na sādhu manye: Eso no es bueno. Yata ātmano 'yam asann api kleśada āsa dehaḥ: Debido a esas acciones pecaminosas, recibirá otro cuerpo, en el que tendrá que sufrir del mismo modo que, en su cuerpo actual, sufre por sus actividades pecaminosas pasadas.
Debe entenderse que la persona que no posee conocimiento védico, siempre actúa ignorando lo que ha hecho en el pasado, lo que está haciendo en el presente y lo que sufrirá en el futuro. Vive en la más completa oscuridad. Por eso el mandamiento védico es: tamasi mā: «No permanezcas en la oscuridad». Jyotir gama: «Trata de ir hacia la luz». La luz, la iluminación, es el conocimiento védico, que puede ser comprendido por la persona que se eleva hasta el plano de la modalidad de la bondad o que trasciende la modalidad de la bondad ocupándose en el servicio devocional del maestro espiritual y del Señor Supremo. Esto se explica en el Śvetāśvatara Upaniṣad (6.23):
- yasya deve parā bhaktir
- yathā deve tathā gurau
- tasyaite kathitā hy arthāḥ
- prakāśante mahātmanaḥ
«A aquellas grandes almas que tienen una fe absoluta en el Señor y en el maestro espiritual se les revela de modo natural el significado del conocimiento védico». Los Vedas ordenan: tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet: Debemos acudir a un maestro espiritual dotado de conocimiento perfecto de los Vedas y recibir fielmente sus instrucciones, a fin de llegar a ser devotos del Señor. Entonces se nos revelará el conocimiento de los Vedas; así ya no tendremos que permanecer por más tiempo en la oscuridad de la naturaleza material.
La entidad viviente recibe un determinado tipo de cuerpo en función de su relación con las modalidades materiales de la naturaleza (bondad, pasión e ignorancia). Ejemplo de persona que se relaciona con la modalidad de la bondad es el brāhmaṇa cualificado. Ese brāhmaṇa conoce el pasado, el presente y el futuro, pues consulta las Escrituras védicas y ve a través de los ojos del śāstra (śāstra-cakṣuḥ). Él puede comprender cuál fue su vida anterior, por qué se encuentra en su cuerpo actual, y cómo puede liberarse de las garras de māyā y no tener que aceptar más cuerpos materiales. Todo esto es posible desde el plano de la modalidad de la bondad. Sin embargo, las entidades vivientes, por lo general, se hallan inmersas en las modalidades de la pasión y la ignorancia.
En todo caso, es el criterio de la Suprema Personalidad de Dios, Paramātmā, el que determina si recibimos un cuerpo superior o inferior. Como se afirmó en el verso anterior:
- manasaiva pure devaḥ
- pūrva-rūpaṁ vipaśyati
- anumīmāṁsate 'pūrvaṁ
- manasā bhagavān ajaḥ
Todo depende de bhagavān, ajaḥ, el innaciente. ¿Qué razón hay para no complacer a Bhagavān y recibir un cuerpo mejor? La respuesta es ajñas tamasā, debido a la total ignorancia. La persona completamente inmersa en la oscuridad no puede saber cuál fue su vida pasada, ni cuál va a ser su vida futura; solo le interesa su cuerpo actual. Sin embargo, esa persona, dominada por la modalidad de la ignorancia y sin otro interés que su cuerpo actual, es como un animal, pese a tener un cuerpo humano, pues los animales, bajo la cubierta de la ignorancia, creen que el objetivo supremo de la vida y de la felicidad es comer lo más posible. El ser humano debe ser educado de manera que comprenda su vida pasada y cómo debe actuar para obtener una vida mejor en el futuro. Existe incluso un libro, la Bhṛgu-saṁhitā, que revela información acerca de las vidas pasadas, presentes y futuras, conforme a los cálculos astrológicos. De una forma u otra, debemos iluminarnos con respecto a nuestro pasado, presente y futuro. A quien trata de obtener el máximo disfrute de sus sentidos, sin ningún interés aparte del cuerpo, se le considera inmerso en la modalidad de la ignorancia. Su futuro es, verdaderamente, muy oscuro. El futuro siempre es oscuro para quien está completamente cubierto por la ignorancia. En esta era, la sociedad humana está especialmente cubierta por la modalidad de la ignorancia; por esa razón, la gente piensa que su cuerpo actual lo es todo, y no se preocupa ni por el pasado ni por el futuro.