ES/SB 9.5 El resumen


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


En este capítulo hallaremos a Mahārāja Ambarīṣa ofreciendo oraciones al cakra Sudarśana, que se mostró misericordioso con Durvāsā Muni.

Conforme a la orden de la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, Durvāsā Muni regresó inmediatamente con Mahārāja Ambarīṣa y se postró a sus pies de loto. Mahārāja Ambarīṣa, que era muy manso y humilde por naturaleza, se sintió incómodo y avergonzado de que Durvāsā Muni se postrase a sus pies, de modo que comenzó a ofrecer oraciones al cakra Sudarśana para salvar a Durvāsā. ¿Qué es el cakra Sudarśana? Es la mirada de la Suprema Personalidad de Dios, con la cual crea todo el mundo material. Sa aikṣata, sa asṛjata. Así lo explican los Vedas. El cakra Sudarśana, que es el origen de la creación y es muy querido al Señor, tiene miles de radios. El cakra Sudarśana acaba con el poder de todas las demás armas, destruye la oscuridad, y manifiesta el poder del servicio devocional; es el medio de restablecer los principios religiosos y es quien acaba con todas las actividades irreligiosas. Sin su misericordia, el universo no podría sostenerse; por todo ello, es utilizado por la Suprema Personalidad de Dios. Cuando Mahārāja Ambarīṣa oró de esta forma por la misericordia del cakra Sudarśana, este, ya calmado, se abstuvo de matar a Durvāsā Muni, que recibió así su misericordia. Durvāsā Muni aprendió entonces a rechazar la desagradable idea de considerar que los vaiṣṇavas son personas corrientes (vaiṣṇave jāti-buddhi). Como Mahārāja Ambarīṣa pertenecía a la clase kṣatriya, Durvāsā Muni lo había considerado inferior a un brāhmaṇa, y quiso ejercitar contra él su poder brahmínico. Este incidente debe servir de lección a todos. Hay que rechazar la maligna idea de menospreciar a los vaiṣṇavas. Después de lo ocurrido, Mahārāja Ambarīṣa ofreció a Durvāsā Muni una suculenta comida, y él mismo, que había esperado un año entero en el mismo lugar sin comer nada, tomó prasāda también. Más tarde, Mahārāja Ambarīṣa repartió su propiedad entre sus hijos y se marchó a orillas del Mānasa-sarovara para practicar meditación devocional.