ES/660722 - Clase BG 04.11 - Nueva York

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



660722BG - Nueva York, 22 julio 1966 - 62:25 minutos



Prabhupāda:

ye yathā māṁ prapadyante
tāṁs tathaiva bhajāmy aham
mama vartmānuvartante
manuṣyāḥ pārtha sarvaśaḥ
(BG 4.11)

El Señor Kṛṣṇa dice que: “Todo hombre está siguiendo Mi camino, indirecta o directamente”. La posición suprema del Señor es que Él está en la posición absoluta suprema, y todas las demás entidades vivientes, son todas subordinadas. En el Upaniṣad védico se dice claramente: nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām, eko bahūnāṁ vidadhāti kāmān (Kaṭha Upaniṣad 2.2.13).

Esta es la ley natural en cualquier sociedad, en cualquier comunidad, en cualquier país, incluso en la sociedad animal. Si van a la selva hay sociedades de diferentes animales: sociedad de elefantes, sociedad de tigres, sociedad de ciervos, sociedad de chacales, sociedad de lobos. Incluso en los pájaros, encontrarán que los pájaros de la misma pluma se juntan. Esta es la forma natural. Encontrarán que todas las palomas se juntan, no se juntan los cuervos y las palomas. Los patos se juntan. De la misma manera, esta es la forma natural, y allí... ... en cada grupo hay un líder.

El Señor Supremo es llamado en la literatura védica como el líder supremo. Nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām. Nitya significa eterno, y nityānām, eso significa muchos otros eternos. Nosotros somos muchos otros eternos. Eka, ese único eterno... eko bahūnāṁ vidadhāti kāmān. Hay dos clases de eternos. Nosotros, las entidades vivientes, también somos eternos, y el Señor Supremo, Él también es eterno. En cuanto a la eternidad, ambos somos iguales en la naturaleza cualitativa. Él es eterno, y nosotros somos eternos. Sac-cid-ānanda-vigraha (Bs 5.1).

Él también es todo placer, y nosotros también somos todo placer, porque todos somos partes de la misma cualidad, pero Él es el líder. Eko bahūnāṁ vidadhāti kāmān: “Ese uno está manteniendo todos estos muchos”. Nosotros, las entidades vivientes, somos muchos.

Nuestra posición es siempre subordinada. Esa es nuestra posición constitucional natural. Ahora, la posición del Señor Supremo es el liderazgo, y nuestra posición es subordinada. Entonces, ¿cuál es nuestro deber? Nuestro deber es seguir al líder. Y en realidad lo estamos haciendo. Hemos olvidado que el líder supremo es la Suprema Personalidad de Dios, pero aun así, para nuestras actividades diarias creamos al líder. Aceptamos algún líder y seguimos sus principios.

Al igual que ustedes han elegido a su líder como el presidente Johnson, el presidente de su estado. Se supone que es el líder de su nación, y les piden que vayan a Vietnam y sacrifiquen sus vidas. Así que lo siguen. Esta es la posición natural. Incluso si no aceptamos a Dios, si no aceptamos el liderazgo de Dios, tenemos que elegir otro líder. No podemos deshacernos de este principio, que podemos vivir sin líder. Esa es nuestra posición constitucional.

La dificultad es que... nuestra dificultad es que en lugar de seguir al líder supremo, estamos creando por medio de la invención mental algún líder de acuerdo con nuestra concepción material de la vida, y lo estamos siguiendo. Esa es nuestra posición. El Señor Kṛṣṇa dice:

ye yathā māṁ prapadyante
tāṁs tathaiva bhajāmy aham
mama vartmānuvartante
manuṣyāḥ pārtha sarvaśaḥ
(BG 4.11)

La gente en realidad está siguiendo el mismo principio, pero la dificultad es que en nuestra posición de naturaleza inferior estamos siguiendo de la manera que no nos hará felices y satisfechos. Porque no estamos siguiendo al líder supremo, esa es la dificultad. Por la posición constitucional debemos seguir a un líder, pero porque estamos engañados, porque estamos engañados para seguir a un líder que no es perfecto, por lo tanto nuestra posición es siempre infeliz a pesar de seguir el liderazgo de una naturaleza inventada.

Por lo tanto, lo mejor sería liberarse de esta posición inventada y seguir al líder supremo. Esa es la perfección más elevada. Intenten comprender que no puedo evitar seguir el liderazgo de alguien. Eso no es posible. ¿Puede alguien decir: “Podemos evitar esto”? No. No podemos evitarlo. Incluso si no aceptamos el liderazgo de Dios, tenemos que aceptar otros líderes. Esa es nuestra posición. No podemos evitarlo.

Hay un verso muy bueno en el Śrīmad-Bhāgavatam. Un brāhmaṇa, era un hombre de familia, igual que el hombre mundano, como nosotros. Ahora bien, generalmente se espera que los brāhmaṇas sean muy eruditos, y él era un hombre muy erudito en literatura védica. Y cuando llegó a su conciencia leyendo toda esta literatura védica, que: “Aunque estoy siguiendo el liderazgo, ¿por qué no soy feliz? ¿Por qué no soy feliz?”. ...esta pregunta debe surgir en la mente humana sana. Uno debe pensar que: “Estoy siguiendo el liderazgo de alguien, de acuerdo a mi posición y de acuerdo a mis circunstancias. Pero aun así, no soy feliz. ¿Por qué?”.

¿Por qué elegimos un líder? El líder debe ser un líder que haga felices y prósperas a las personas que le siguen. Esa es la cuestión del liderazgo. Pero en realidad, si pensamos con mente sobria y cabeza fría, podemos entender que aunque sigamos al líder, sea cual sea, no somos felices. Ahora, el brāhmaṇa concluye que: “Este seguimiento del liderazgo es el seguimiento del liderazgo de mi lujuria”. Selecciono un líder según mi lujuria. Al igual que en los partidos políticos hay muchos líderes, pero a mí me gusta algún tipo particular de búsqueda política: a alguien le gusta la búsqueda política demócrata; a alguien le gusta la búsqueda política del Congreso; a alguien le gusta la búsqueda política comunista. Así que tenemos diferentes deseos.

En la práctica, si estudiamos muy minuciosamente, no estamos siguiendo el liderazgo, sino que estamos siguiendo nuestra lujuria particular. Tengo una lujuria particular dentro de mí, y cuando encuentro a alguien que corrobora esa lujuria particular, oh, lo acepto, a ese líder. Esa es mi posición. Por lo tanto, no sigo el liderazgo de nadie, sino que sigo mi propio liderazgo. Esa es la lujuria. Quiero hacer... Me gusta hacer algo, y si alguien dice: “Oh, sí, es muy bueno”, “Oh, tú eres mi líder”. “Si confirmas mi lujuria, entonces eres mi líder”. Ese es el liderazgo material.

Pero el Señor Supremo no es así... Él no es un líder así. Él no va a seguir su lujuria. En el Bhagavad-gītā encontrarán que el Señor Supremo dice en el Capítulo Dieciocho:

sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvaṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ
(BG 18.66)

Él dice: “Mi querido Arjuna, te he hablado de todo en el Bhagavad-gītā. No sé si lo has entendido todo o no, pero como eres Mi amigo y te amo y tú Me amas, te digo lo más confidencial para ti. Y ¿qué es eso? Deja todo y sígueme. Sólo abandona todas tus cosas inventadas en la mente y tan conviértete consciente de Kṛṣṇa”.

“Oh, ¿dejaré todo y simplemente te seguiré a Ti?”. “Sí”. “Oh, ¿cómo puedo hacerlo? Tengo tantos departamentos de conocimiento y departamentos de cosas. ¿Cómo puedo?”. No. Él dice: mā śucaḥ: “No dudes”. Entonces, ¿cuál será el resultado? El resultado será ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi (BG 18.6): “Te libraré de todas las reacciones de tus actos pecaminosos”.

Ustedes saben, por supuesto, según la literatura védica... y no digo de la literatura védica. Ese es el mandato de todas las Escrituras, ya sea la Biblia, el Corán o cualquier escritura religiosa, que sufrimos debido a nuestras acciones pecaminosas. Y nuestras acciones pecaminosas se deben a nuestra ignorancia. Esta es la causa.

Ahora, encontrarán en el Bhagavad-gītā:

teṣāṁ satata-yuktānāṁ
bhajatāṁ prīti-pūrvakam
buddhi-yogaṁ dadāmi taṁ
yena mām upayānti te
(BG 10.10)

“Cualquier persona que esté devotamente apegada a Mí y sea plenamente consciente de Kṛṣṇa con amor y fe, a él le doy la indicación de tal manera que vendrá a Mí”. “Él vendrá a Mí”. ¿Cómo me dará el la indicación? Oh, īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ hṛd-deśe arjuna tiṣṭhati (BG 18.61): “El Señor Supremo, por su porción plenaria, se sitúa dentro de tu corazón”. Īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ hṛd-deśe arjuna tiṣṭhati, que nosotros, el alma individual y el Alma Suprema, ambos están sentados en este árbol del cuerpo.

Ese es el mandato védico. Los Vedas dicen que dos pájaros, como amigos, están sentados en el mismo árbol. Un pájaro está comiendo la fruta del árbol, y el otro pájaro no está comiendo la fruta sino que simplemente está observando las actividades del otro pájaro. Esta descripción la obtenemos de la literatura védica.

El pájaro que no está comiendo la fruta del árbol, es la Súperalma. Y el pájaro que está comiendo la fruta del árbol, es el alma, el alma individual. Eso es lo que somos. Estamos sentados en este árbol del cuerpo, y estamos comiendo. Este cuerpo significa que cada uno de nosotros tiene un cuerpo particular para un tipo particular de angustia o disfrute. Cada ser vivo es responsable de sus actos pasados, y tiene un cuerpo, ya sea un cuerpo humano o un cuerpo animal, un cuerpo americano o un cuerpo de la India o un cuerpo africano. Hay diferentes tipos de... He repetido varias veces que hay 8.400.000 cuerpos diferentes.

La entidad viviente es... según su trabajo, está vagando en este círculo en el ciclo de diferentes especies de vida. Pero el Señor Supremo, Él es tan amable y tan amigable con nosotros que también está con nosotros. Supongamos que estoy sentado en este pájaro. Tan pronto como vuele a otro... Estoy sentado en este árbol, y tan pronto como vuelo a otro árbol, el otro pájaro, Él también me sigue. También me sigue y se sienta de nuevo en ese árbol. Es tan amigable.

Imaginen lo amable y amigable que es el Señor. Él siempre está tratando de llamarme de nuevo a Él. Estamos tratando de no cooperar con Él. Nosotros tratamos de no cooperar, y Él trata de cooperar. Él está sentado conmigo en la misma rama, está atestiguando, está observando, y está esperando, simplemente esperando que volvamos la cara, cuando yo vuelva mi cara hacia Él. Eso es todo.

Aquí el Bhagavad-gītā, Bhagavān, Kṛṣṇa, dice: ye yathā māṁ prapadyante. Él está esperando, esperando cuando se vuelvan, cuando yo vuelva mi rostro hacia Él. Eso es todo. Él está esperando. Al igual que... sólo pueden imaginar, al igual que un padre y un hijo rebelde o un niño loco. Aquellos que tienen... por supuesto, todos ustedes son jóvenes aquí. Aquellos que son personas mayores, tienen experiencia. Si sus hijos se equivocan, están muy ansiosos. Cuánto está ansioso el padre por recuperar a su hijo de vuelta. Ese es el instinto natural.

Y ¿de dónde viene este instinto? Este instinto viene del Supremo, porque en el Vedānta-sūtra encontrarán que todo, cualquier cosa que encuentren en este mundo material o espiritual, todo, ha venido del Supremo. Janmādy asya yataḥ (SB 1.1.1): “Él es la fuente suprema, el manantial de todo”.

De manera similar, cualquier cosa que veamos, el afecto paternal, el amor conyugal, la amistad o el amo y el sirviente... hay tantas cosas que nos relacionan en este mundo material. Siempre debemos saber que todos estos sentimientos provienen del Supremo. El afecto paternal que vemos aquí o el amor conyugal que vemos aquí, es simplemente un reflejo pervertido del Supremo.

Sólo... si podemos estudiar esta relación material entre una entidad viviente y otra entidad viviente, entonces si... un estudiante sobrio, un estudiante de mente filosófica, puede entender cuál es nuestra relación con Dios. No es muy difícil de entender.

Ahora aquí Kṛṣṇa dice: ye yathā māṁ prapadyante. Ye yathā māṁ prapadyante. Él está pendiente siempre: “¿Cuándo la entidad viviente volverá su rostro hacia Mí?”. Y a medida que volvemos nuestro rostro hacia Kṛṣṇa, o el Señor Supremo, Él también responde en proporción. Él también responde proporcionalmente. No es difícil.

Alguien dice: “¿Podemos ver a Dios?”. Sí, se puede ver a Dios. Pero, ¿cuánto “prapatti”? ¿Cuánto se ha rendido a Dios? La entrega a Dios... ¿cuánta cualificación han adquirido para ver a Dios? Ver a Dios no es muy difícil, pero al mismo tiempo es muy difícil. Al igual que si quiero ver al Presidente Johnson, si soy desconocido para él, oh, tendré que hacer tantas formalidades. Tendré que escribir a su secretario, y el secretario me dará algún tiempo o puede que no me dé tiempo. Son muchas cosas. Pero si el Presidente Johnson les conoce personalmente, están íntimamente con él, y tan pronto como lo llamen: “Sr. Johnson, quiero verlo”. “Sí, puedes venir”.

Depende de la calidad de sus relaciones con el Señor Supremo. Si pueden establecer su relación con el Señor Supremo en el amor... el Señor no requiere nuestra cooperación. Él está lleno en Sí mismo. Él no requiere mi servicio, pero aun así, si lo aman, entonces Él corresponde. Nuestra reciprocidad con el Señor depende de la proporción de nuestro amor, el amor a Dios. Este amor a Dios puede alcanzarse mediante la conciencia de Kṛṣṇa.

Yathā māṁ prapadyante. Proporcionalmente, como me rindo al Señor Supremo... debemos saber siempre que nuestro fondo de relación es que nosotros somos subordinados y Él es grande. Dios es grande. No podemos ser iguales a Él. Tenemos que seguirlo. Él es el líder supremo. Por lo tanto, el Señor Kṛṣṇa dice que: “Tú renuncia a todo”. Él está tratando de darle el liderazgo. Él está preparado para darle todo el liderazgo, siempre y cuando estén preparados para seguir Su liderazgo. Eso es todo. Reciprocidad. Y en proporción, en proporción a que acepten Su liderazgo, Él también responde recíprocamente. Ye yathā māṁ prapadyante. Como ustedes...

Todo depende de mí. Puedo ver a Dios. Así como yo los estoy viendo cara a cara, ustedes me están viendo cara a cara, de manera similar, pueden ver a Kṛṣṇa cara a cara. Al igual que Arjuna Lo vio cara a cara. ¿Por qué? Porque la relación era tan buena que estaban en relación amistosa. Ver a Dios no es muy difícil. Simplemente tenemos que adquirir esa cualificación. En el Brahma-saṁhitā —esta es otra literatura védica— se dice:

premāñjana-cchurita-bhakti-vilocanena
santaḥ sadaiva hṛdayeṣu vilokayanti
yaṁ śyāmasundaram acintya-guṇa-svarūpaṁ
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi
(BS 5.38)

Premāñjana-cchurita-bhakti-vilocanena. Ahora bien, tenemos que preparar nuestros ojos para ver a Dios. Eso es todo. Al igual que estamos viendo aquí una cosa, digamos, supongamos un automóvil. Un lego lo ve, y otro, un mecánico, que sabe cómo funciona el coche, qué maquinaria tiene, cómo está montado, también lo ve. Este ver del lego y el ver del experto es diferente.

El mecánico experto puede ver el coche, quién lo ha fabricado, quién es el fabricante y cómo funciona, y tantas cosas que puede ver. Y el lego puede ver sólo un coche. De la misma manera, para ver todo... igual que nosotros vemos el Sol, un niño ve el Sol y un científico, un astrónomo, también ve el Sol. Ambos ver no son lo mismo.

Ver a Dios no es difícil, pero tenemos que preparar nuestros ojos. Y cómo se preparan los ojos, se dice en la literatura védica, que si amablemente untan sus ojos con el ungüento del amor. Hay un ungüento. Por supuesto, no está disponible en la farmacia. (risas) Tienen que preparar ese ungüento. Tienen que preparar ese ungüento para los ojos, el amor, el ungüento del amor. Y si se untan los ojos con ese ungüento de amor, entonces podrán ver a Kṛṣṇa siempre.

premāñjana-cchurita-bhakti-vilocanena
santaḥ sadaiva . . .
(BS 5.38)

Sadaiva significa siempre. Siempre. Ni un solo momento estarán sin Kṛṣṇa. Si no, piensan que...

Por supuesto, en la India tenemos muchos sabios que viven en la selva, alejados de la sociedad humana, sin ningún temor, sin preocuparse por los animales o por la vida, por la alimentación. ¿Cómo? Porque siempre está viendo a Kṛṣṇa allí, así que no tiene miedo. No tiene miedo. Él está disfrutando de la vida allí. Hay muchos casos. En nuestra línea, un Rūpa Gosvāmī... Rūpa Gosvāmī, era el primer ministro del gobierno de entonces.

Quinientos años antes, la India estaba bajo el dominio de los pathan, en Bengala, y había un rey cuyo nombre era Nawab Hussain Shah. El primer ministro de Nawab Hussain Shah era Sākara Mallika. Ese Sākara Mallika se convirtió más tarde en un gran devoto del Señor Caitanya, y su nombre se transformó en Rūpa Gosvāmī.

Ellos procedían de una familia muy aristocrática, pero lo dejaron todo y vivieron en Vṛndāvana, comiendo solo pan seco y cualquier cosa que... eran hombres muy ricos, pero aun así, ¿cómo pudieron vivir de esa manera? Eso se describe que: tyaktvā tūrṇam aśeṣa-maṇḍala-pati-śreṇīṁ sadā tuccha-vat: “Abandonaron toda asociación aristocrática al igual como si fueran insignificantes”. Y:

tyaktvā tūrṇam aśeṣa-maṇḍala-pati-śreṇīṁ sadā tuccha-vat
bhūtvā dīna-gaṇeśakau karuṇayā kaupīna-kanthāśritau
(Śrī Śrī Ṣaḍ Gosvāmy Aṣṭaka 4)

“Y adoptaron la vida de mendicante sólo para mostrar misericordia a las almas caídas”. Pero ¿cómo vivían?

gopī-bhāva-rasāmṛtābdhi-laharī-kallola-magnau sadā
vande rūpa-sanātanau raghu-yugau śrī-jīva-gopālakau
(Śrī Śrī Ṣaḍ Gosvāmy Aṣṭaka 4)

“Se fundieron en el océano de amor por Kṛṣṇa, y vivieron tan felices”. Eso es... existe una posición como esa, que pueden olvidar todas estas comodidades materiales. Pero no hay ninguna comodidad en la vida material. Es lo que se llama… es simplemente una ilusión. Pensamos que estamos cómodos. Y supongamos que estamos cómodos. ¿Cuánto tiempo van a vivir en esa comodidad? Eso es limitado. O la comodidad les dejará o tendrán que dejar la comodidad. Puede ser que su posición...

La posición cómoda que han creado por su fuerza monetaria puede ser que su fuerza monetaria baje y se conviertan en un indigente. Entonces la comodidad les abandona. O si continúan... . incluso si continúan con una vida cómoda, entonces la muerte llega y dejan la comodidad. Se van. Ciertamente habrá separación.

Por lo tanto, el brāhmaṇa cuya historia estaba contando, cuando, después de repasar esta literatura védica, comprendió que: “Estoy siguiendo el liderazgo equivocado de mi lujuria. No estoy siguiendo el liderazgo de nadie más. Es falso. Y aunque estoy aceptando a alguien como mi líder, pero en realidad acepto a alguien como mi líder que corrobore mi lujuria. Por lo tanto, la lujuria creada por mí es mi líder”. Así que dijo: kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ. (CC Madhya 22.16): “Oh, he seguido el liderazgo de mi lujuria, y al hacerlo, me avergüenzo de, quiero decir, aceptarlo. Estoy de acuerdo en aceptarlo, he hecho tantas tonterías por el dictado de mi lujuria”. Kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ.

Cuando una persona es lujuriosa, entonces puede hacer cualquier tontería. La lujuria es tan fuerte. Puede hacer cualquier tontería. Durnideśāḥ. Durnideśāḥ significa la dirección que no debería haber seguido, pero estando, quiero decir, presionado por mi lujuria, incluso seguí lo que no debería haber seguido.

Solamente está estudiando su propia vida, que: “Hasta ahora he seguido las indicaciones de mi lujuria, pero el resultado es que mi lujuria no está satisfecha”. Teṣāṁ na trapā nopaśāntiḥ. La lujuria nunca será satisfecha. “Mi lujuria nunca se satisface, ni me da la liberación de esta esclavitud de mi lujuria”. Así que dice: “Mi querido Señor, Kṛṣṇa, he comprendido que he seguido el liderazgo de mi lujuria tanto tiempo, pero el resultado es que el líder al que he seguido, ni él está satisfecho, ni yo estoy satisfecho”. Ni el líder está satisfecho...

Al igual, les daré un ejemplo concreto. En la India, conozco, Mahatma Gandhi era el líder, pero saben que en su última etapa fue asesinado. Eso significa que el líder no podía satisfacer al público, ni el público estaba satisfecho con el líder. Este es el liderazgo material. Nadie puede... igual que vemos tantas críticas al presidente Johnson. El otro día vi en el periódico una caricatura. Esto está sucediendo. Nadie está satisfecho. Kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ (CC Madhya 22.16).

Puedo seguir el liderazgo de mi esposa durante toda mi vida. Ahora bien, si le digo a mi esposa: “Querida, me voy a... a la cultura espiritual. Por favor, dame permiso”. “Oh, ¿cómo vas a irte? Tienes muchas responsabilidades. Tienes esto y aquello. Oh...”. No hay pensión. Kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśāḥ.

Por lo tanto, si nos volvemos más cuerdos, entonces en lugar de seguir este liderazgo material, podemos aceptar seguir el liderazgo de Kṛṣṇa. Sólo traten de seguir el liderazgo de Kṛṣṇa y hagan el experimento de cómo se vuelven felices. Acabamos de iniciar esta asociación, la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, y tratamos de predicar la conciencia de Kṛṣṇa. Si tienen la amabilidad de venir y aprovechar esta oportunidad, será beneficioso para ambos, porque hemos venido aquí con una misión, y si cooperan, se beneficiarán.

El Bhagavad-gītā es una literatura estándar. La mayoría de ustedes conocen el Bhagavad-gītā. Pero, por lo general, el Bhagavad-gītā se lee muy superficialmente, no muy críticamente. No entendemos a Kṛṣṇa, el autor del Bhagavad-gītā, ni tampoco entendemos qué es la conciencia de Kṛṣṇa, aunque se establece en el Bhagavad-gītā.

Leemos el Bhagavad-gītā superficialmente, no muy críticamente, ni hay ninguna edición hasta ahora... por supuesto, en sánscrito hay muchas ediciones: comentarios de Śrīdhara Svāmī, comentarios de Baladeva Vidyābhūṣaṇa, comentarios de Viśvanātha Cakravartī, comentarios de Śrī Rāmānujācārya. Hay muchos grandes eruditos. Pero no tenemos información de ellos en los países occidentales. Ustedes no tienen información de esos eruditos.

Las personas ordinarias con alguna carrera académica, se creen muy eruditas, pueden comentar el Bhagavad-gītā. Oh, eso no es posible. Eso no es posible. El otro día ya discutimos que el Bhagavad-gītā puede ser entendido por una persona que es consciente de Kṛṣṇa, nadie más. Bhakto 'si priyo 'si me rahasyaṁ hy etad uttamam (BG 4.3).

Aquí hay una oportunidad. Ahora bien, Kṛṣṇa dice que: ye yathā māṁ prapadyante. Ahora bien, proporcionalmente, si aceptan seguir el liderazgo de Kṛṣṇa, en la proporción que Lo sigan, así se vuelven perfectos. Si siguen el uno por ciento, entonces se vuelven uno por ciento perfectos. Si siguen el veinticinco por ciento, entonces se vuelven veinticinco por ciento perfectos. Y si siguen el cien por ciento, entonces se convierten en el cien por ciento. Ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham (BG 4.11).

Kṛṣṇa no interfiere con su independencia individual. Cada entidad viviente tiene una independencia, diminuta, porque también es átomo espiritual. Todos somos átomos espirituales. Esa fuerza atómica, atómica espiritual... al igual que una fuerza atómica material es tan fuerte, pueden imaginar lo fuerte que es el átomo espiritual. En la era moderna, la era atómica, los científicos han descubierto la fuerza, el poder del átomo material. Pero aún no han conocido cual es la fuerza del átomo espiritual. Hay un átomo espiritual. Nosotros somos un átomo espiritual.

El átomo se describe en la literatura védica, la forma del espíritu que somos en realidad: keśāgra-śata-bhāgasya śatadhā kalpitasya ca (Śvetāśvatara Upaniṣad 5.9). Keśāgra... Keśa significa el cabello, la porción superior del cabello. Cuando se divide en diez mil partes... e imaginen que una parte es el átomo espiritual. Es tan pequeño, es tan diminuto, que no es posible verlo con nuestros ojos materiales.

Incluso el átomo material tampoco lo podemos ver. Cuando los átomos materiales se combinan en seis, entonces pueden ver flotando en el aire a través de la luz del Sol que está entrando en su habitación a través de los agujeros de una ventana. Pueden ver algunas partículas. Esa pequeña partícula es una combinación de seis átomos. Esa partícula, cuando se divide en seis, se convierte en un átomo. No pueden ver ni siquiera los átomos materiales, y qué hablar del átomo espiritual.

Cuando hay un hombre muerto, el médico o cualquier científico, todos están sentados observando. Cómo ese átomo espiritual sale de este cuerpo, nadie lo puede ver. Ellos simplemente pueden decir: “Oh, ahora se ha ido”. ¿Quién se ha ido? ¿Han visto quién se ha ido? “No”. Entonces, ¿qué están viendo? “Estoy viendo este cuerpo muerto”. Toda la vida han visto este cuerpo muerto. Si no puedo ver en la estructura actual de mi cuerpo incluso la chispa, el átomo material, ¿cómo podemos ver a Dios, el Espíritu Supremo?

Tenemos que cualificarnos a nosotros mismos. Esa cualificación es, aquí se afirma: ye yathā māṁ prapadyante. Si tratan de entregarse a la conciencia de Kṛṣṇa... al igual que Kṛṣṇa está preguntando a Arjuna: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇam (BG 18.66): “Sólo trata de rendirte a Mí, y te daré toda la protección”. Y justo he descrito unos minutos antes que Kṛṣṇa está sentado junto a ustedes en el mismo árbol de este cuerpo. Sólo está esperando su mirada voluntaria hacia Él. Eso es todo. Él no les presiona. Él les da toda la instrucción.

Al igual que Kṛṣṇa dio toda la instrucción del Bhagavad-gītā a Arjuna, pero al final, le preguntó: “Mi querido Arjuna, te he dado toda la instrucción. ¿Si la has entendido? Y ¿qué vas a hacer? ¿Has decidido seguirme?”.

Solo miren. Él no dice: “Te obligo a seguirme”. No. Le preguntó: “Ahora, ¿has decidido seguirme?”. Y le da la, quiero decir, plena independencia —yathecchasi tathā kuru (BG 18.63): “Ahora te he dado toda la instrucción. Ahora depende de ti. Puedes hacer lo que quieras”.

Nuestra posición es siempre así. Kṛṣṇa, el Señor Supremo, o Sus representantes auténticos que vienen aquí, pueden obligarles a volver a Dios, pero no lo hacen. Ellos quieren su cooperación voluntaria. A menos que estén preparados para cooperar voluntariamente, oh, no hay cuestión de mi mejoría. Debemos aceptar nuestra cooperación voluntaria con Kṛṣṇa, el Señor Supremo, o Su representante que se presenta ante ustedes para solicitarles: “Mi querido señor, por favor sea consciente de Kṛṣṇa. Por favor, busque el liderazgo del Señor Supremo”. Ahora depende de ustedes.

Él dice que: “En realidad están siguiendo mi liderazgo”. Porque son sirvientes, son seguidores de algún líder. Son sirvientes de algún líder creado materialmente. Eso significa que hay una propensión, ese trasfondo intrínseco de seguir a algún líder, está ahí. Eso no se puede evitar. Eso no se puede evitar. Mama vartmānuvartante manuṣyāḥ pārtha sarvaśaḥ. Tienen que... cada hombre tiene que seguir el mismo principio. No puede salirse de él. Su posición constitucional es seguir a un líder. No pueden salirse de eso. Nadie puede salirse de eso. Tiene que seguir a A, B, C o D o a cualquiera. Tienen que seleccionar.

Le daré otro ejemplo. Según el Manu-saṁhitā, nuestra literatura védica, el Manu-saṁhitā dice: na striyaṁ svatantratām arhati: “No se debe dar independencia a las mujeres, o las mujeres no son independientes”. Eso es una, quiero decir, una verdad, la verdad védica. Ahora bien, hasta ahora una niña es dependiente del padre, y se espera... al menos en la India tenemos este principio. Cuando una niña es mayor, el padre le da... le da en caridad a un muchacho para que la proteja, la proteja, le dé protección. Y de la misma manera, cuando una mujer es mayor, lo suficientemente mayor, se convierte en protegida por los muchachos mayores, los hijos.

Esta verdad védica de que la mujer no tiene independencia... ella siempre está bajo la protección, ya sea bajo la protección del padre o bajo la protección del marido o bajo la protección de los hijos mayores. Esa es la posición. Y la mujer se vuelve feliz de esa manera. Aquellos que no siguen este principio, pienso que no son felices. Este principio védico es la verdad.

Así como la mujer o el niño requieren la protección de alguien, de manera similar, por naturaleza estamos bajo la protección de algún líder. Pero ese liderazgo supremo descansa en el Señor Supremo. Y cuando no aceptamos el liderazgo del Supremo, entonces tenemos que aceptar a alguien más, A-B-C-D, como nuestro líder, y ellos nos guiarán mal. Andhā yathāndhair upanīya... cómo nos están guiando mal, sólo traten de entenderlo. Traten de entender cómo nos engañan nuestros líderes. En el Bhāgavata se dice:

na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇuṁ
durāśayā ye bahir-artha-māninaḥ
andhā yathāndhair upanīyamānās
te 'pīśa-tantryām uru-dāmni baddhāḥ
(SB 7.5.31)

“Las personas engañadas por la naturaleza material no saben cuál es el objetivo último de la vida. El objetivo último de la vida es Viṣṇu”. Viṣṇu significa autorrealización, el alma suprema. ¿Por qué no la conocen? Ahora, durāśayā ye bahir-artha-māninaḥ: “Han aceptado esta naturaleza externa y engañosa como la meta de la vida”. Quieren ser felices mediante el ajuste de esta naturaleza material.

Esto es durāśayā. Durāśayā significa... duḥ significa difícil, lejano. Esta esperanza nunca será satisfecha. Se han empeñado en olvidar a Dios para siempre, y quieren hacer que: “Seamos felices en este mundo material mediante el ajuste de nuestros supuestos conocimientos científicos”.

Y los líderes que los dirigen de esa manera, ¿qué clase de líderes son? Andhā yathāndhair upanīyamānāḥ (SB 7.5.31). Andha, igual que un ciego. Algunas veces ven que un ciego está en este lado de la calle. Le pide a alguien: “Por favor, llévame al otro lado”. Pero si otro ciego viene: “Está bien, te ayudaré”, ¿cómo le ayudará? El hombre que quiere ayuda para ir al otro lado, está buscando ayuda, y otro ciego viene: “Está bien, te ayudaré”. Esa ayuda es que en medio de la calle serán aplastados. Ambos serán aplastados.

De manera similar, nuestro liderazgo es así. Nuestros líderes, están atrapados por las leyes de la naturaleza, y están proclamando que: “Yo soy el líder”. Al igual que en la India o... el difunto Primer Ministro, Shastri, oh, él era el líder. Fue a, quiero decir, Rusia para hacer un compromiso con Pakistán. Pero él no sabía que mientras firmaba el acuerdo de paz él sería vencido. Andhā yathāndhair upanīyamānās te 'pīśa-tantryām uru-dāmni baddhāḥ. “Están atados de pies y manos por las leyes de la naturaleza; aun así, afirman que 'yo soy el líder' ”.

Supongamos que si quiero ayudarles, así como a un ciego. Debo tener ojos. Supongan que sus manos están atadas. Si quiero ayudarles, entonces mis manos deben estar libres. Pero si mis manos también están atadas, ¿cómo puedo ayudarles? No es posible. Debo ser un hombre libre para ayudarles. Sus manos están atadas por las leyes de la naturaleza, entonces debo ser un hombre libre. Debo estar libre de las leyes de la naturaleza, entonces puedo ayudarles.

Kṛṣṇa es libre de las leyes de la naturaleza. Por lo tanto, Él puede ayudarles. Él puede, quiero decir, desatar su atadura. Tri-guṇamayī. Tri-guṇamayī significa la guṇa. Guṇa significa cuerda, y también los modos de la naturaleza. Daivī hy eṣā guṇamayī mama māyā duratyayā (BG 7.14).

Todos estamos bajo las estrictas leyes de esta naturaleza material. Si queremos liberarnos, debemos aceptar a un líder que esté libre de esta naturaleza material. Kṛṣṇa es libre. Daivī hy eṣā guṇamayī mama māyā duratyayā. La naturaleza material trabaja bajo Su dirección. Mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram (BG 9.10).

Lo encontrarán en el Bhagavad-gītā. La naturaleza material está trabajando bajo Su dirección. Él no está bajo la dirección de la naturaleza material. Por lo tanto, Él puede ser nuestro líder, y nadie más puede ser líder.

Si realmente quieren... porque por naturaleza tenemos que seguir algún liderazgo, así que si realmente queremos el liderazgo que nos lleve a la meta perfecta de la vida, entonces tenemos que seguir a Kṛṣṇa. Eso es un hecho. Si no se sigue, eso depende de nuestro criterio. Al igual que Arjuna. Él fue preguntado por Kṛṣṇa: “Ahora, ¿qué has decidido? ¿Vas a seguirme? Oh, puedes hacer lo que quieras. Te he dicho todo”.

Kṛṣṇa nos está diciendo todo en el Bhagavad-gītā. Ahora depende de nosotros aceptar Su liderazgo o no. Si aceptamos Su liderazgo, entonces nos liberamos de esta esclavitud material, y si no aceptamos, entonces podemos hacer lo que... Kṛṣṇa no interfiere con nuestra independencia. Eso es un hecho.

Muchas gracias. Ahora, si tienen alguna pregunta, pueden preguntar. (pausa)

¿Tienes alguna duda en la naturaleza suprema de Kṛṣṇa?

Invitado (1): Deseo comprender.

Prabhupāda: ¿Eh?

Invitado(1): Deseo comprender.

Prabhupāda: Por eso compartimos estos temas. Por eso compartimos estos temas. Sí. Kṛṣṇa es aceptado como el Supremo por todos los incondicionales ācāryas del pasado. Al igual que Śaṅkarācārya, un gran erudito incondicional. También acepta a Kṛṣṇa: sa bhagavān svayaṁ kṛṣṇaḥ. Oh, él acepta a Kṛṣṇa el Señor Supremo. Lo encontrarán en sus comentarios del Bhagavad-gītā.

De manera similar, Śrī Rāmānujācārya, lo acepta. Y ahora el Señor Caitanya, también predicó esta filosofía de Kṛṣṇa, la conciencia Kṛṣṇa. Y antiguamente también, grandes líderes como Vyāsadeva, Nārada, e incluso en el momento actual todos los grandes líderes de la India... Hablo especialmente de la India porque este Bhagavad-gītā se vio por primera vez en la India, en la llanura de la India.

Por supuesto, no está destinado a la India, está destinado a todo el mundo. Al igual que el Sol sale primero por el este y luego llega al oeste, pero eso no significa que el este tenga el monopolio del Sol y no el oeste. Del mismo modo, el Sol de la Bhagavad-gītā puede haber surgido en la tierra de la India, pero eso no significa que sea el monopolio de la India. Está destinado a todo el mundo. Está destinado a todo el mundo. Es una autoridad aceptada. Mahājano yena gataḥ sa panthāḥ (CC Madhya 17.186).

Tenemos que seguir a las grandes personalidades. Sí.

Invitado (2): Si Kṛṣṇa es la conciencia suprema, entonces ¿por qué nada de lo que hacemos o cualquier persona a la que seguimos sigue o realiza la conciencia de Kṛṣṇa?

Prabhupāda: Kṛṣṇa es la conciencia suprema. Eso está muy bien. Pero usted no es la conciencia suprema. Tiene que seguir a la conciencia suprema.

Invitado (2): Pero si Él es la conciencia suprema, todo lo que hago es seguir esa única conciencia suprema. No puede haber nada más que exista.

Prabhupāda: No. No. No estamos siguiendo la conciencia suprema. Entonces habremos estado en el mismo nivel. Al igual que su conciencia y mi conciencia es diferente porque no seguimos la conciencia suprema. Por lo tanto su...

Invitado (2): La conciencia suprema es todo, ¿no es así?

Prabhupāda: La conciencia suprema, sí. La conciencia suprema... ah

Invitado (2): Es todo, toda la conciencia.

Prabhupāda: La conciencia es la misma, como en el Supremo, así también en usted, así también en mí. La calidad de la conciencia es la misma. Pero su conciencia y mi conciencia son diferentes.

Invitado (2): Pero todo eso es parte de la misma conciencia suprema.

Prabhupāda: Cualitativamente, la misma, pero en el momento actual, debido a que estamos atados materialmente, por eso encontramos tantas conciencias diferentes. ¿Cree que su conciencia y mi conciencia son la misma?

Invitado (2): Sí.

Prabhupāda: ¿Cómo? ¿Estás de acuerdo conmigo? ¿Estoy de acuerdo con usted?

Invitado (2): Er... no estoy seguro de que lo estemos.

Prabhupāda: Sí. No estamos de acuerdo. Por lo tanto su conciencia es diferente —mi conciencia es diferente. Cuando estamos de acuerdo, entonces es lo mismo. Cuando llegamos al punto de acuerdo, entonces es lo mismo.

Invitado (2): Es lo mismo, incluso si no estamos de acuerdo.

Prabhupāda: ¿Eh?

Invitado (2): Es lo mismo, incluso estamos en desacuerdo...

Prabhupāda: El desacuerdo...

Invitado (2): ...porque el desacuerdo es una parte del mismo supremo... (inaudible)

Prabhupāda: Entonces ¿quiere decir que el desacuerdo y el acuerdo, son la misma cosa?

Invitado (2): Sí.

Prabhupāda: Entonces no puedo seguirle.

Invitado (2): Eso es lo que estoy tratando de entender. La conciencia suprema es toda la conciencia, incluso el desacuerdo.

Prabhupāda: La conciencia suprema... igual que usted intenta comprender su conciencia. ¿Usted es consciente? ¿Está de acuerdo?

Invitado (2): Sí.

Prabhupāda: ¿Usted es consciente de lo que ocurre en mí? (cortado) (fin)