ES/661005 - Clase BG 07.11-16 - Nueva York

His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda



661005BG-Nueva York, 5 octubre 1966 - 43:07 minutos


Prabhupāda: Balaṁ balavatāṁ...

balaṁ balavatāṁ cāhaṁ
kāma-rāga-vivarjitam
dharmāviruddho bhūteṣu
kāmo 'smi bharatarṣabha
(BG 7.11)

Ahora, este verso en particular, el cual estuvimos discutiendo el otro día, sobre la lujuria, o el deseo sexual, que el principio de la religiosidad es Kṛṣṇa. Este punto lo hemos discutido muy detalladamente, tal vez recuerdan, que trata sobre las necesidades de este cuerpo, eso está permitido, pero de una forma regulada.

Las necesidades de este cuerpo son cuatro: debemos comer algo; debemos descansar, dormir por un espacio de tiempo; debemos defendernos del ataque de los enemigos; y debemos tener la facilidad para la vida sexual también. Estas cosas son necesarias para mantener este cuerpo. Pero aquel que va a liberarse de este enredo material, no puede usar esto en exceso. Hay que regularlo.

Al igual que una persona enferma, se le pone bajo regulación. También se le da de comer algo. Aunque comer no es muy bueno para una persona enferma, aun así, se le permite comer algo, un poco de agua de cebada, un poco de jugo de fruta, algo de comida ligera, para que... El hambre tampoco es buena, por lo que se le permite. Pero no se le puede permitir alimentos de acuerdo con el deseo del paciente. El alimento se le permite de acuerdo a las indicaciones del médico.

Si queremos estar familiarizados, bien equipados, con conciencia de Kṛṣṇa, entonces tenemos que regular nuestra vida. Esa regulación se explica en varias Escrituras, y aquí también lo dice el Señor Kṛṣṇa. Él se está describiendo a Sí mismo, cómo es que pueden recordarlo en cada circunstancia de sus vidas. De manera similar, la vida sexual también es una necesidad, una necesidad para nuestra vida.

Por lo tanto, Kṛṣṇa dice: “Sí, yo también estoy en la vida sexual, siempre que se ejecute de acuerdo al mandato de las Escrituras”. ¿Cuál es ese mandato? Que uno debe casarse. de lo contrario, la vida sexual no está permitida. Se considera pecaminoso.

En la vida matrimonial está permitida la vida sexual. Kṛṣṇa dice que: dharma-aviruddhaḥ. Aviruddhaḥ significa que no está en contra del principio religioso. El principio religioso es putrārthe kriyate bhāryā putra-piṇḍa-prayojanam. Según la literatura védica, uno debe casarse solo para tener hijos, putra. Putra significa hijo. El significado derivado de putra es pun-nāmno narakād yasmāt trāyate iti putraḥ. Por nuestras reacciones pecaminosas tenemos que visitar algún infierno, lo que se conoce como pun.

Por lo tanto, está prescrito en las Escrituras hindúes que el hijo, cuando el padre muere, tiene que realizar varias ceremonias, se llama ceremonia śrāddha, de modo que, si el padre por sus actos pecaminosos está en problemas en su próxima vida, esta ceremonia lo protegerá. Estos son algunos de los pensamientos. Y son ciertos. Putra significa pun-nāmno narakād yasmāt trāyate iti putraḥ: “Aquel que libera al padre del infierno que se conoce como pun, se le llama putra”.

Entonces, ¿cómo puedo tener putra sin esposa? Si uno quiere un hijo sin esposa, eso no es posible. Por lo tanto, el mandato de las Escrituras es que de acuerdo con las reglas védicas, se casan y tienen buenos hijos para proteger a su familia y protegerse a sí mismos. Esto se llama vida sexual religiosa. Esta vida sexual religiosa, Kṛṣṇa la recomienda. Y dice que: “La vida sexual en la religiosidad Soy Yo. Estoy presente allí. Ahí estoy presente”. Y luego dice:

ye caiva sāttvikā bhāvā
rājasās tāmasāś ca ye
matta eveti tān viddhi
na tv ahaṁ teṣu te mayi
(BG 7.12)

Creo que hemos discutido todo esto. Tribhir guṇamayair bhāvair ebhiḥ sarvam idaṁ jagat (BG 7.13). Estamos discutiendo acerca de las tres modalidades de la naturaleza material. El Señor dice que el mundo entero está cautivado por las tres modalidades de la naturaleza material. Y mohitam, desconcertado por las acciones y la reacción de estas tres modalidades de la naturaleza material, uno ha olvidado su relación eterna con Dios, o Kṛṣṇa. Tenemos una relación eterna con Dios porque somos hijos de Dios. ¿Cómo se puede romper la relación?

Supongamos que tienen un hijo. Ahora, él no les es obediente. Está bien. Se ha ido de casa. Ustedes no le gustan. Pero la relación no se puede romper. Cuando se le pregunte: “¿Cómo se llama tu padre?”, tiene que nombrar su... “Soy hijo de tal o cual caballero”. Esa relación no se puede romper.

Del mismo modo, todos somos hijos de Dios, Kṛṣṇa. Nuestra relación es eterna, pero lo hemos olvidado. Solamente entiendan: Dios es todopoderoso, todo famoso, Él posee toda riqueza, Él posee toda belleza, Él posee todo conocimiento y Él posee toda renuncia. Somos hijos de una gran personalidad. Lo hemos olvidado. Es como el hijo de un hombre rico que olvida a su padre y se vuelve loco, yace en la calle y mendiga, oh, eso se debe a su olvido.

Si alguien le da información de que: “¿Por qué estás sufriendo de esta manera? Tienes las riquezas de tu padre. Te vas a casa y disfrutas de la propiedad de tu padre. Tu padre está muy ansioso por tenerte. ¿Por qué te estás pudriendo en esta condición?”. Y si entra en razón que: “Oh, he sufrido tanto. Ahora volveré con mi padre y disfrutaré de la vida…”.

Esta es nuestra condición. Estamos bajo tres miserias aquí en este mundo material. Siempre estamos sufriendo por estas tres miserias: adhyātmika, adhibhautika y adhidaivika, tres miserias. Algunas miserias pertenecen a este cuerpo y mente. Al igual que uno de nuestros estudiantes, de repente, tiene algunos dolores y tiene que someterse a una operación quirúrgica. Esto está pasando.

Algunas miserias se deben al cuerpo, otras miserias son debido a la mente, algunas otras miserias son debido a la naturaleza. De repente, hace mucho frío, o de pronto se vuelve muy caliente, cálido. Es la naturaleza. De pronto, caen grandes nevadas. De repente, hay un terremoto. Tantas miserias, todas debido a la naturaleza, debido al cuerpo, debido a la mente y debido a otras entidades vivientes. Oh, alguien me ataca con una daga. Un tigre me ataca con sus mandíbulas. Tantas dificultades, miserias en cada paso. Padaṁ padaṁ yad vipadāṁ na teṣām (SB 10.14.58).

Debemos recordar esto. Debido a la ilusión, al estar cubiertos por la ilusión, no tenemos en cuenta estas miserias. Pero debemos recordar que siempre estamos en miseria. Una persona inteligente que desarrolla su conciencia, pregunta: “¿Por qué estoy sufriendo? No quiero miserias. ¿Por qué estoy en miseria?”. Cuando surge esta pregunta, entonces existe la posibilidad de llegar a ser consciente de Kṛṣṇa. Encontrarán cómo uno se convierte... llega a la conciencia de Kṛṣṇa. Lo encontrarán en versos posteriores. Catur-vidhā bhajante māṁ sukṛtino 'rjuna (BG 7.16).

Desconcertados por la interacción de estas tres modalidades de la naturaleza, hemos olvidado nuestra relación eterna con Dios. Y la conciencia de Kṛṣṇa significa que tenemos que revivirla. Al igual que un psiquiatra, ellos, mediante terapias, reviven su conciencia. Entonces somos algo así como la persona que va al psiquiatra, ya que cada uno de nosotros estamos más o menos locos, desconcertados por esta naturaleza material. Tenemos que curar nuestra locura y situarnos en el estado de conciencia de Kṛṣṇa. Ese es todo el problema. Mohitaṁ nābhijānāti mām ebhyaḥ param avyayam (BG 7.13).

Param avyayam. Avyayam significa que no tiene fin, que nunca se aniquila. Eso se llama avyayam: eterno, nunca se puede matar. También somos avyayam. Hemos discutido todos estos puntos en el comienzo mismo del Bhagavad-gītā, que somos entidades vivientes, no tenemos nacimiento, ni muerte. El nacimiento y la muerte tienen que ver con este cuerpo, pero también somos hijos de este Supremo Eterno, param avyayam. Así que también somos avyayam. Los hijos del oro también son de oro. Pero estamos en esta condición miserable. ¿Por qué? Porque estamos desconcertados por estas tres modalidades materiales de la naturaleza.

daivī hy eṣā guṇamayī
mama māyā duratyayā
mām eva ye prapadyante
māyām etāṁ taranti te
(BG 7.14)

Esta locura, esta alucinación, esta ilusión de este mundo material, es muy difícil de superar. Es muy difícil. Pero el Señor Kṛṣṇa dice: mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te. Si alguien voluntariamente, o entendiendo su miserable vida, si se entrega a Kṛṣṇa: “Mi querido Kṛṣṇa, te olvidé por tantas vidas. Ahora entiendo que Tú eres mi padre, Tú eres mi protector. Me entrego a Ti”. Al igual que un niño perdido va al padre: “Mi querido padre, fue por mi error que me alejé de tu protección, pero he sufrido. Ahora vengo a ti”. El padre lo abraza: “Mi querido hijo, vamos. Estaba tan ansioso por ti todos los días. Oh, estoy muy feliz de que hayas vuelto”. El padre es muy amable.

Estamos en la misma posición. Tan pronto como nos entreguemos al Señor Supremo... eso no es muy difícil. La entrega de un hijo al padre, ¿es un trabajo muy difícil? ¿Creen que es un trabajo muy difícil? Un hijo se rinde a su padre. Es bastante natural. No hay ofensa. El padre siempre es superior. Así que, si toco los pies de mi padre, si me inclino ante mi padre, es glorioso. Es glorioso para mí. No hay ofensa. No hay dificultad. ¿Por qué no debemos rendirnos a Kṛṣṇa?

Este es el proceso. Mām eva ye prapadyante. “Todas estas entidades vivientes desconcertadas, cuando se entregan a Mí”, māyām etāṁ taranti te, “ya no tienen las miserias de la vida”. Se ponen de inmediato bajo la protección del padre. Encontrarán al final del Bhagavad-gītā: ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ (BG 18.66).

Cuando el padre... cuando el niño viene al pecho de su madre, la madre lo protege. Si hay algún peligro, la madre está preparada para dar su vida primero, luego la vida del niño. Del mismo modo, cuando estamos bajo la protección de Dios, entonces no hay temor. Nos volvemos intrépidos bajo la protección de Dios. El niño... niños pequeños, tienen esta fe en el padre y la madre.

Debemos refugiarnos en Kṛṣṇa: mām eva ye prapadyante. “Cualquiera que se refugie en Mí, estará fuera de peligro de inmediato”. Inmediatamente. Entonces, ¿por qué no hacer esto? ¿Es un trabajo muy difícil? No. Entonces, ¿por qué la persona no se refugia? Si es algo tan fácil, el niño se va a rendir al cuidado de su padre, es algo tan simple, ¿por qué las personas no hacen esto? ¿Por qué? Porque las personas están, incluso, desafiando la existencia de Dios.

Ahora, la civilización atea: “Oh, la naturaleza lo es todo. La ciencia lo es todo. Dios no es nada”. Su avance de este conocimiento material significa que se están volviendo cada vez más locos. Su locura va en aumento. En lugar de curarse, su enfermedad está aumentando. Esta es la civilización material. “No te preocupes por Dios”. Muy bien, no me importa. Entonces te preocupas por esta naturaleza material. Él te dará... ella te dará buenas patadas. Ella está comprometida para patearte siempre, veinticuatro horas, tres miserias. Eso sí. Pero estamos tan acostumbrados a esta patada que no pensamos: “Está bien, sigue pateando. Mi querida naturaleza material, muchas gracias por tus patadas”. ¿Lo ven?

Nos hemos vuelto tan tontos, y estamos muy orgullosos de nuestra educación. ¿Pueden conquistar la naturaleza material? ¿Quién la ha conquistado? La naturaleza material siempre nos está infligiendo tres tipos de miserias. Está bien. De nuevo las cuatro cosas: janma-mṛtyu-jarā-vyādhi-duḥkha-doṣānudarśanam (BG 13.9).

El nacimiento, las miserias del nacimiento; las miserias de la muerte; las miserias de la vejez; y las miserias de las enfermedades, ¿se pueden resolver? No. Entonces, ¿qué avance de conocimiento tienen? La muerte está ahí, la vejez está ahí, la enfermedad está ahí. Entonces, ¿qué avance han hecho? Están muy orgullosos. Esto se llama māyā. Están en la misma etapa, en una etapa miserable, pero están pensando en que: “Estoy avanzando en conocimiento, soy avanzado en conocimiento”. Es este falso orgullo. ¿Lo ven?

Entonces, lo simple es que el hijo tiene que rendirse al padre. Cosa sencilla. Y el padre, ¿qué tipo de padre? No es un padre ordinario. Él es Bhagavān. Bhagavān significa que posee todo el poder, toda la fuerza, la riqueza completa, el conocimiento pleno. No es un padre ordinario. No es como el padre material, un padre pobre sin ningún conocimiento. Pero aquí está el padre que está lleno de conocimiento, lleno de opulencia, y tenemos que rendirnos a ese padre. ¿No creen que tienen suerte de ir a un padre así y disfrutar de Su propiedad? ¿Por qué son tan tontos? Esta necedad, de por qué son tan tontos, se describe en el siguiente verso:

na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ
prapadyante narādhamāḥ
māyayāpahṛta-jñānā
āsuraṁ bhāvam āśritāḥ
(BG 7.15)

Estas son las buenas calificaciones de los sinvergüenzas. ¿Qué es eso? Duṣkṛtinaḥ. Duṣkṛtinaḥ significa estar siempre en contra del mandato de las Escrituras o del mandato religioso. Siempre, continuamente. Su ocupación consiste en romper las reglas de las Escrituras. Es todo. Eso se ha convertido en su asunto, duṣkṛtinaḥ, siempre. Sukṛtina significa un trabajador piadoso y duṣkṛtinaḥ un trabajador impío. Tal como un hombre es lícito y el otro un proscrito. ¿Quién está fuera de la ley y quién es legal? Aquel que obedece las leyes estatales, se le llama ciudadano legal. Y uno que no obedece las leyes estatales, lo meten en la prisión, lo llaman malhechor.

Estos duṣkṛtinaḥ y sukṛtina, son aquel que es impío y el que es piadoso y, debe haber algunas reglas estándar. El piadoso es el que sigue el mandato de las Escrituras, y el impío es el que no lo sigue. Cada nación civilizada, cada hombre civilizado tiene su Escritura. Que sea cristiano, que sea hindú, que sea mahometano o que sea budista, no importa. Pero cada uno tiene una autoridad, un libro autorizado, una Escritura. Aquel que no sigue el mandato de las Escrituras, está fuera de la ley. Se le puede castigar. Duṣkṛtina.

Y mūḍha. Mūḍha significa el tonto número uno. Estas personas no van a Dios. Estas personas calificadas como duṣkṛtinaḥ, significa que son impías; mūḍha, el tonto número uno; narādhama, el más bajo de la humanidad, el más bajo de la humanidad; māyayāpahṛta-jñāna, desconcertado en su conocimiento; y āsuraṁ bhāvam āśritaḥ, de mentalidad atea. Estas personas. Uno que ha desarrollado...

Ahora, lo simple es rendirse al padre. Cualquiera puede hacerlo. No hay dificultad, no hay ofensa, y todo es prospectivo. Todo está bien. Pero, aun así, las personas no lo hacen. ¿Por qué? Estas son las calificaciones. ¿Cuáles son las calificaciones? Que es impío, que es el tonto número uno, que es el más bajo de la humanidad, que su conocimiento ha sido saqueado por la ilusión y que es ateo. Cualquiera que tenga estas calificaciones, no puede rendirse al padre. Todavía debe ser castigado por el agente del padre, la naturaleza material. Todavía está por ser abofeteado, golpeado fuerte y pateado. Tiene que sufrir.

Así como el padre castiga al niño rebelde, así el padre, Kṛṣṇa, o Dios, ha empleado esta naturaleza material, como enfermera. Ella también nos está amamantando. Ella nos está dando muy buena alimentación, y al mismo tiempo nos da una buena bofetada. Ambas cosas están pasando. Porque todos somos hijos de un hombre rico. No somos el hijo de un pobre. No. Así que estamos recibiendo todo el suministro de alimentos. Está bien. Dios es bondadoso. Incluso siendo rebeldes, así nosotros no nos rindamos a Él, aun así, Él es tan amable, Él nos está enviando granos, Él nos está enviando frutos, tantas cosas. Y duṣkṛtinaḥ, el impío, en lugar de aceptar tantas cosas para comer, todavía está haciendo actos impíos por comer, lo cual no está autorizado. Estas cosas están pasando.

Entonces, este tipo de personas que son tontas número uno, impías, las más bajas de la humanidad, y cuyo conocimiento ha sido dañado por esta energía ilusoria y que son ateas; estas personas no van a Dios. Ahora bien, ¿por qué mūḍha? Mūḍha significa tonto número uno. Al igual que les expliqué, que lo están pateando a cada paso, aun así, está pensando que: “Oh, soy muy inteligente”. Este es un signo del tonto número uno. Y narādhama. ¿Por qué narādhama, el más bajo de la humanidad? Oh, porque esta forma humana de vida está destinada a reconocer nuestra relación con Kṛṣṇa, o Dios. Esta es una oportunidad. En la vida del gato y el perro, oh, no pueden venir aquí para entender lo que se habla en el Bhagavad-gītā. Incluso si ellos vienen, no podrán entender. En primer lugar, no vendrán. Pero es para el ser humano, está hecho para el ser humano.

Si el ser humano no aprovecha este conocimiento, cualquier conocimiento que le ayude a revivir su relación olvidada con el padre supremo... eso se llama conocimiento. Aquí está el libro, la Suprema Personalidad de Dios está hablando personalmente. Entonces, si no aprovechamos este conocimiento, simplemente seremos como gatos y perros, que comemos, dormimos y tenemos relaciones sexuales con el sexo opuesto, y morimos sin aprovechar la conciencia superior, la conciencia desarrollada, que nos han sido dadas por la gracia del Señor a través de la energía material ...tenemos inteligencia, pero si hacemos un mal uso de esta inteligencia, sino la aprovechamos, entonces ¿no somos los más bajos de la humanidad?

Lo más bajo de la humanidad. Quien no aprovecha al máximo esta forma humana de vida, es el más bajo de la humanidad. No debería haber recibido esta forma de vida humana y desarrollado la conciencia, porque le está dando mal uso. Pero el Señor es tan amable, nos da la oportunidad. Nos da una oportunidad.

La naturaleza material es muy poderosa y es castigadora, pero aquí hay una oportunidad, por la voluntad de Dios: “Muy bien, ya que estas entidades vivientes, que están sufriendo bajo diferentes cubiertas de este cuerpo material en 8.400.000 especies de vida, ahora aquí tienen una oportunidad, la forma humana de vida, después de muchos procesos evolutivos, muchos, muchos miles y millones. Aquí hay una oportunidad”. Si no entienden que: “Aquí hay una oportunidad de liberarme de este enredo”, si no toman esta oportunidad, ¿no son los más bajos de la humanidad?

Son lo más bajo de la humanidad, el tonto, el impío. Ahora, pueden decir: “Oh, todos tienen títulos en la universidad, maestría, doctorado, D.A.C., y ¿lo estás llamando tonto?”. Sí, aun así. “¿Por qué?”. Māyayāpahṛta-jñānaḥ: por la energía ilusoria del Señor, les ha quitado todo su conocimiento. ¿Por qué? Ahora bien, porque el conocimiento está destinado a comprender lo que es: “¿Quién soy? ¿Qué es esta naturaleza? ¿Qué es Dios? ¿Por qué estoy sufriendo? ¿Hay algún remedio?”. Esto es conocimiento. Y aunque se dediquen a fabricar automóviles, fabricar una radio o una televisión, y algo para el disfrute de los sentidos, esto no es conocimiento. Este es un conocimiento robado.

El conocimiento fue dado para entender los problemas de la vida, pero está siendo mal utilizado en la fabricación de algo que satisfaga mis sentidos. Es todo. Eso no es conocimiento. Están pensando que esto es conocimiento. ¿Cuál es su conocimiento? ¿Creen que cuando no había coche de motor la gente no podía ir de un lugar a otro? Muy bien, alguna facilidad. Es todo. Pero eso también se está convirtiendo en un problema. Cuando todos tengan un automóvil, no habrá lugar para poder conducir. ¿Lo ven?

Esto es māyā. Esto se llama māyā. Están creando comodidades, pero se están generando sus futuras incomodidades. Ustedes tienen experiencia. Cuando había huelga en la ciudad de Nueva York, para cruzar una milla, uno tenía que esperar cuatro horas. Pero si pudieran ir a pie, en diez minutos podrían cruzar ese espacio. Estas son las comodidades. Pensamos que estamos disfrutando de facilidades, pero en realidad no son facilidades.

En lugar de desperdiciar nuestra energía para la llamada comodidad, debemos aplicar nuestra energía en: “¿Qué soy? ¿Por qué estoy sufriendo? No me gusta sufrir. ¿Por qué se me impone el sufrimiento?”. Esto se llama conocimiento. Pero por la energía ilusoria de māyā, el llamado conocimiento, nuestro conocimiento real ha sido quitado, y se nos ha impuesto un conocimiento tonto de que estamos pensando: “Oh, estamos avanzando. Avance del conocimiento”.

Mediante el avance del conocimiento, hemos fabricado una bomba atómica para que el proceso de matanza pueda acelerarse. La gente está muriendo, y ese proceso de morir se acelera, y estamos orgullosos. “Avance del conocimiento”. Oh, fabriquen algo que detenga la muerte, entonces tienen un avance de conocimiento. Matar está ahí. ¿Qué avance? Matar está ahí, y lo están facilitando, están haciendo más asesinatos de una sola gota. Esto no es conocimiento. Esto se llama māyayāpahṛta-jñāna, “el conocimiento arrebatado por la energía ilusoria”.

Māyayāpahṛta-jñānā āsuraṁ bhāvam āśritāḥ: y ateo, el ateo que está desafiando la autoridad suprema, desafiando al padre. Ahora, sin padre, no podría ver la luz de este mundo. Entonces, ¿de qué sirve desafiar a mi padre, janmādy asya yataḥ (SB 1.1.1): ¿Quién es el padre supremo, de quien todo ha nacido? Cómo, ¿cuál es este desafío? El āsuraṁ bhāvam.

Hay dos clases de hombres. En las Escrituras védicas encontramos que hay dos clases de hombres. Dvau bhūta-sargau loke 'smin daiva āsura eva ca (BG 16.6). Daiva. Viṣṇu-bhakto bhaved daiva āsuras tad-viparyayaḥ. Hay dos tipos de hombres. Unos se llaman los dioses, semidioses; y otros se llama los demonios. Y ¿quiénes son demonios y quiénes es dioses? Viṣṇu-bhakto bhaved daivaḥ. Aquel que es devoto del Señor Supremo, es llamado semidiós. También se convierte en dios. Y aquel que desafía la autoridad del Señor Supremo, es llamado demonio. Estos demonios y dioses siempre están ahí. Algunos son... el número de dioses es muy pequeño, pero los hay.

Aquí, āsuraṁ bhāvam āśritaḥ, aquel que ha adquirido esas cualidades demoníacas, desafiando la autoridad del Señor Supremo, son asura, asura. Asura significa demonios. Pero los demonios y los necios, y los más bajos de la humanidad, y cuyo conocimiento ha sido saqueado por la energía ilusoria, y que son impíos, oh, no pueden ir a Dios. Es imposible. No están permitidos. Pero pueden serlo, siempre que estén de acuerdo. Dios siempre es amable de aceptar a cualquiera, pero estas personas no pueden tener, debido a su... tendrán que sufrir estas tres miserias durante mucho tiempo. Luego, cuando recuperen el sentido, entonces pueden venir.

Frente a estas cuatro clases de hombres, hay otras cuatro clases de hombres, que se refugian en Dios, empezando. Comenzando. Y ¿cuáles son?

catur-vidhā bhajante māṁ
janāḥ sukṛtino 'rjuna
ārto jijñāsur arthārthī
jñānī ca bharatarṣabha
(BG 7.16)

El Señor Kṛṣṇa dice que: “Cuatro clases de hombres piadosos vienen a Mí”. Y ¿quiénes son? Ārta. Ārta, piadoso. Ārta significa angustiado, al mismo tiempo piadoso. Un hombre angustiado no significa que sea impío. Puede ser piadoso. Un hombre piadoso, puede estar en apuros, porque este mundo material está lleno de angustia. Por lo tanto, está destinado a piadosos o impíos, ambos. Al igual que cuando hay invierno, temporada de invierno, todos sufren. No le importan los piadosos, impíos, ricos o pobres.

Del mismo modo, este lugar está lleno de miserias. Aunque el piadoso piensa en Dios en su condición miserable, pero el impío no puede pensar. Al igual que si alguien está angustiado y va a la iglesia y ora: “Señor mío, estoy angustiado. Por favor, ayúdame”, oh, él es un buen hombre. Es un buen hombre. Aunque está orando por algunas necesidades, pero, aun así, es mejor hombre que aquel que no va en absoluto a la iglesia, porque no cree. Aquí hay una fe, fe en Dios, por lo tanto, Él es aceptado. Ārto arthārthī. Arthārthī, un hombre pobre. Él va a la iglesia y al templo y ora a Dios: “Mi querido Señor, soy un hombre muy pobre. Dame algo de dinero para que sea feliz”. Oh, él es un buen hombre. Es un buen hombre.

Hay estas dos clases, y luego otra clase, jijñāsu. Jijñāsu significa curioso. Al igual que un niño inteligente es muy curioso por entender. Siempre le pregunta a su pariente: “Oh, mamá, ¿qué es esto? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto?”. Y la madre le explica. Del mismo modo, uno que es inteligente... estos muchachos, estos niños que preguntan, son muchachos muy inteligentes. Serán muy inteligentes en el futuro. Estos son los signos de la inteligencia, el niño inquisitivo.

De manera similar, hay personas que son muy curiosas. Están estudiando. Al igual que el científico, están haciendo investigaciones. Del mismo modo, cuando uno investiga qué es Dios, qué es Dios... ahora, científicamente, con gran intelecto, uno trata de entender qué es Dios, oh, él también es bueno. También es bueno. Él está haciendo una investigación adecuada. Sí. Luego el angustiado y la persona en falta y el curioso y jñānī. Jñānī significa quién ha entendido su posición constitucional espiritual. Se le llama jñānī, hombre de conocimiento. También pregunta; también se convierte; también va a Dios. Tal vez una concepción personal e impersonal, pero él está tratando de refugiarse en la verdad última, la Verdad Absoluta.

A estas cuatro clases de hombres, se les llama sukṛtina, se les llama piadosos, porque están detrás de Dios. Y esas otras cuatro clases de hombres, son impíos, son tontos, son los más bajos de la humanidad, y su conocimiento es saqueado y son demonios, no pueden refugiarse. Estas dos clases de distinción siempre están ahí. No sólo ahora, desde tiempos inmemoriales, la historia de esta creación está ahí durante tanto tiempo, el mundo material, ha habido tantos ateos y tantos... pero en la antigüedad su número era muy pequeño. Ahora han aumentado. Estas dos clases de hombres siempre están ahí.

Es mejor que... incluso nosotros hemos estado de una manera diferente... esta conciencia de Kṛṣṇa está abierta para todos, y podemos aprovecharla, y eso es...

(aparte) ¿Leerás ese prospecto?

Hayagrīva: ...(inaudible)

Prabhupāda: ¿Dónde está ese prospecto? Sí. (cortado) (fin)