ES/741230 - Clase SB 03.26.21 - Bombay


His Divine Grace A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda


741230SB - Bombay, 30 diciembre 1974 - 42:08 minutos



Nitāi: Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. (Prabhupāda y los devotos repitan) (dirige el canto del verso, etc.)

yat tat sattva-guṇaṁ svacchaṁ
śāntaṁ bhagavataḥ padam
yad āhur vāsudevākhyaṁ
cittaṁ tan mahad-ātmakam
(SB 3.26.21)

(cortado)

“En el mahat-tattva se manifiesta la modalidad de la bondad, que es el estado lúcido y sobrio en que se entiende a la Personalidad de Dios, y que generalmente recibe el nombre de vāsudeva o conciencia”.

Prabhupāda:

yat tat sattva-guṇaṁ svacchaṁ
śāntaṁ bhagavataḥ padam
yad āhur vāsudevākhyaṁ
cittaṁ tan mahad-ātmakam
(SB 3.26.21)
bahūnāṁ janmanām ante
jñānavān māṁ prapadyate
vāsudevaḥ sarvaṁ itam
sa mahātmā sudurlabhaḥ
(BG 7.19)

Este estado de vāsudevākhyam o cittam, siempre lleno de conciencia Vāsudeva… Vāsudeva, es Kṛṣṇa… oṁ namo bhagavate vāsudevāya (SB 1.1.1). Nuestra actual situación de conciencia está contaminada por las tres modalidades de la naturaleza material: sattva-guṇa, rajo-guṇa y tamo-guṇa. En este verso se habla de sattva-guṇa, la modalidad de la bondad, la cualidad brahmínica, satyaṁ śamo damaḥ śaucam ārjavam, jñānaṁ vijñānam āstikyaṁ brahma-karma svabhāva-jam (BG 18.42), esas cualidades brahmínicas, todavía hay que purificarlas.

Eso se llama svaccham. Svaccham significa completamente limpio como un cristal. Como tenemos experiencia de que si van al medio del océano, pueden ver la gran profundidad, veinte pies, treinta pies, está muy nítida. Los que han viajado por mar, lo saben. Está muy nítida. La conciencia, citta, tiene que estar muy limpia. Vāsudevākhyam, el estado en que podemos ver claramente a Vāsudeva, la Suprema Personalidad de Dios. Y eso es posible. Simplemente tenemos que purificar la citta.

Ese es el proceso que nos da Śrī Caitanya Mahāprabhu, cómo limpiar la citta, la conciencia. Ceto-darpaṇa-mārjanam (CC Antya 20.12), (Śikṣāṣṭaka 1). Mārjanam significa limpiar, asear. Ceto-darpaṇa-mārjanam. Y tan pronto como se limpia perfectamente esa citta, o conciencia, entonces bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇam. Bhava-mahā-dāvāgni, la existencia material se compara a un incendio forestal ardiente. Esa es la comparación más acertada, porque en el bosque nadie va a prender fuego, pero los incendios se producen. No pueden impedirlo. Y cuando se produce un incendio forestal, no pueden tampoco detener el fuego, con todos sus métodos para contrarrestarlo, es decir, ni con los bomberos ni con cubos de agua. No puede ser, no lo lograrán. Por eso, Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura ha comparado la vida material con un incendio forestal ardiente, saṁsāra-dāvānala-līḍha-loka.

Este mundo material es un fuego ardiente. Fuego ardiente significa un incendio forestal. El ejemplo del incendio forestal… es muy típico, porque nadie va al bosque a incendiarlo, ni es posible apagar el incendio en el bosque con todos sus métodos para apagar fuegos. Este es un ejemplo muy apropiado. Del mismo modo, en la existencia material nadie quiere problemas, pero los problemas surgen por sí solos. Todo el mundo tiene experiencia de eso, todo el mundo trata de ser feliz, nadie quiere el sufrimiento, pero el sufrimiento viene. No lo pueden detener. Por eso, los que son avanzados en el conocimiento dan por sentado que: “Yo no quiero sufrimiento. Los sufrimientos no se pueden impedir, vienen solos. ¿Por qué entonces me esfuerzo por ser feliz? Eso también vendrá por sí solo”. Esa es una conclusión muy acertada. Si sin mi esfuerzo me sobreviene el sufrimiento, hay dos cosas, el sufrimiento y la felicidad, son dos opuestos. Si el sufrimiento viene a mí, sin mayores esfuerzos de mi parte, la felicidad también vendrá de la misma manera porque es la contraparte. ¿Por qué entonces voy a perder mi tiempo en estos sufrimientos y felicidades materiales?

Eso es lo que nos indican los śāstras:

tasyaiva hetoḥ prayateta kovido
na labhyate yad bhramatām upary adhaḥ
tal labhyate duḥkhavad anyataḥ sukhaṁ
kālena sarvatra gabhīra-raṁhasā
(SB 1.5.18)

Tal labhyate duḥkhavad anyataḥ sukham. Del mismo modo que el sufrimiento viene a mí sin mayor esfuerzo, del mismo modo, de acuerdo con mi destino… el destino significa que en cierta medida sufrimos y en cierta medida disfrutamos. En realidad, no hay disfrute, pero lo consideramos disfrute. La lucha por la existencia, la lucha por mitigar el sufrimiento, la consideramos felicidad. En realidad, no hay felicidad en el mundo material. Sea como sea, incluso si hay felicidad y sufrimiento, que son dos términos relativos, si uno puede venir sin ningún esfuerzo de nuestra parte; el otro también vendrá sin ningún esfuerzo. Es un hecho.

Todo el mundo trata de ser feliz de conforme a las invenciones de su propia mente, a su esfuerzo, pero no puede haber una felicidad pura, sin mezcla. Esa es la naturaleza del mundo material. La conclusión, por lo tanto, es que: “Estamos destinados a sufrir una cierta cantidad de supuesta felicidad y una cierta proporción de supuesto sufrimiento”. Tanto la felicidad como el sufrimiento son así llamados. Eso se explica en el Bhagavad-gītā: āgamāpāyinaḥ anityāḥ tāṁs titikṣasva bhārata (BG 2.14): “La felicidad y el sufrimiento que vienen y van, son anityaḥ. No van a durar”.

Se da el ejemplo, śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ. Las estaciones, el invierno y el verano, vienen y van. Para unos, la estación de invierno es muy bonita, para otros, lo bonito es el verano. En los países occidentales les gusta mucho el verano, mientras que en los países tropicales lo que les gusta mucho es el invierno. En realidad, el verano y el invierno no suponen ni sufrimiento ni felicidad, se debe al contacto con la piel. Mātrā-sparśās tu. Mātrā-sparśāḥ significa que se debe al contacto con la piel que nos sentimos de ese modo, como sufrimiento y felicidad. En realidad, el mundo material, como Kṛṣṇa lo confirma, es un lugar de sufrimiento. No hay felicidad. Duḥkhālayam aśāśvatam (BG 8.15). Así lo confirma el Bhagavad-gītā: “Este lugar es un lugar para sufrimientos”. Duḥkha ālayam. Ālayam. Mientras no sean aniquilados, este lugar es duḥkhālayam. Es un lugar para sufrimiento. Ya lo hemos explicado varias veces.

Tenemos que purificar la conciencia. Entonces llegaremos a estar libres de todo contacto con esas supuestas felicidad y sufrimiento. Eso es lo que este verso nos recomienda, yat tat sattva-guṇaṁ svaccham. En este mundo hay un poco de felicidad en sattva-guṇa. Pero esta sattva-guṇa puede contaminarse, puede estar contaminada de rajo-guṇa y tamo-guṇa. Rajo-guṇa, tamo-guṇa —son directamente sufrimiento. Mientras que en sattva-guṇa, hay un pequeño gusto de felicidad, pero no es la felicidad completa. La felicidad completa es sattva-guṇa sin ningún toque de rajo-guṇa y tamo-guṇa. Eso es trascendental.

Este verso explica yat tat sattva-guṇam… sattva-guṇam no se refiere a nuestra sattva-guṇam: rajo-guṇa, tamo-guṇa, sattva-guṇa, sino svaccham. Svaccham significa limpia, completamente limpia, sin el menor rastro de cualidades materiales. Yat tat sattva-guṇaṁ svacchaṁ śāntam. Śāntam. Todo mundo busca la paz de la mente. La gente viene a las sociedades espirituales o de alguna otra manera, todo mundo busca algo de paz, śāntam. Śānti. Y esa śānti se puede alcanzar cuando sattva-guṇaṁ svaccham, cuando alcanzan el estado de sattva-guṇa, su posición es sattva-guṇa, cuando están completamente limpios. Entonces pueden obtener śānti. Completamente limpios significa… eso se explica en el Bhagavad-gītā: na śocati na kāṅkṣati: “No hay lamentación ni anhelo”. Entonces es śānti. Tan pronto como hay anhelo, no pueden tener śānti. Eso no es posible. Y tan pronto como poseen algo, no pueden estar libres de lamentación. Estas dos cosas materiales nos gobiernan. Anhelamos cosas que no poseemos, y cuando perdemos lo que tenemos, nos lamentamos. El śānti significa libre de anhelo, libre de lamentación. Eso es lo que se llama śānti.

Normalmente, tengamos lo que tengamos, siempre estamos anhelando cosas. Es rajo-guṇa. Eso es rajo-guṇa, siempre anhelar, incluso en la etapa de la supuesta perfección. Como los karmīs. Los karmīs piensan que la perfección de la vida es un nivel de vida muy, muy alto, muy feliz, estar muy cómodos. Como en occidente piensan que tener buenas carreteras, buenos automóviles y rascacielos muy altos, y comodidades modernas… ¿Cómo se llama? Eso es lo que se considera felicidad. Y nosotros, los orientales, también los estamos imitando. Pero, pueden preguntar a quienes tienen todas esas cosas: “¿Han alcanzado la posición de no anhelar nada?”. No, no es así. Viven deseando. Qué pensar de poseer esos bienes materiales, incluso el elevarse a los planetas celestiales, también está incluido dentro de la felicidad de los karmīs. Quieren felicidad tanto en este mundo como después de este mundo. Después de muertos, quieren también ir a los planetas celestiales, Svargaloka, donde la duración de la vida es de muchos, muchos miles de años, y el nivel de felicidad es muy, muy elevado. Son lugares muy bonitos, las mujeres son muy hermosas, hay jardines… estas descripciones las encontramos en las Escrituras. Nandana-kānana y apsarās existen. Este es también otro nivel de vida más elevado, la duración de la vida. Esa es la posición de los karmīs.

Y los jñānīs en cambio lo que buscan es ser uno con el Supremo. Ellos tienen experiencia que incluso el nivel de felicidad material disponible en los planetas celestiales, ni siquiera eso les da una satisfacción completa. Así que aspiran a ser uno con el Supremo: “Eso me dará felicidad. Me vuelvo uno con...”. Soy un monista. Ahaṁ brahmāsmi: “Soy uno con el Brahman”. Eso también es otra forma de anhelo. Mukti. Mukti significa liberarse de esta infelicidad material y elevarse al plano de la felicidad espiritual: “Yo soy Brahman, soy lo mismo que el Supremo”, pensando, en base de invenciones de ese tipo. Eso es otra forma de anhelo. Y siddhi, los yogīs quieren toda clase de perfección: aṇimā, laghimā, mahimā, prāpti-siddhi, prākāmya, īśitā, vaśitā Hay ocho clases de siddhi yóguicos. Pueden volverse más pequeño que lo más pequeño, pueden volverse más grande que lo más grande, pueden volverse más ligeros que lo más ligero, pueden obtener inmediatamente todo lo que deseen. Estos son algunos de los yoga-siddhis. Pero también eso es anhelar. Esto también es anhelo, no śānta. Eso se refiere a los karmī… ¿Qué decir de los seres humanos comunes? Lo único que hacen es anhelar. Incluso los supuestos karmīs, jñānīs, yogīs perfectos, tampoco ellos son śānta. Están llenos de deseos.

Por eso, este verso del Caitanya-caritāmṛta kar dice: bhukti-mukti-siddhi-kāmī-sakali 'aśānta' (CC Madhya 19.149). Kāmī. Kāmī significa aquel que desea. Tanto si desean comodidades para el cuerpo material en un nivel de vida diferente, ya sea en este planeta o en otros planetas… es como tratan de ir a la Luna para alcanzar un nivel de vida más elevado. Desafortunadamente, no se les permite quedarse allí. Ellos tienen que volver. No pueden ir a los planetas superiores de esa manera. Deben capacitarte para ir allí. Ya hemos hablado de este asunto varias veces. Como el nivel de vida estadounidense es mejor que nuestro nivel de vida hindú, pero ni nosotros podemos ingresar a Estados Unidos ni los estadounidenses pueden ingresar a la India sin el permiso de visa requerido; de manera similar, no es que por sus caprichos puedan ingresar al sistema planetario superior. No es posible.

Sea como sea, este es el campo de actividades de los karmīs, los que quieren ser felices con su vida práctica. “Voy a ser feliz de este modo, voy a ser feliz de este otro modo, y voy hacer este tipo de planes”. Estos son los karmīs. Simplemente hacen planes para ser felices, pero se olvidan que eso es duḥkhālayam aśāśvatam (BG 8.15). Que este mundo material es el lugar para sufrir. Se olvidan de eso. Los científicos, los físicos, todos tratan de hacer de este lugar un lugar muy cómodo. Se les califica de durāśayā. Na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇum… ¿Qué es eso? Durāśayā. Piensan que: “Mediante arreglos materiales, podemos ser felices”. Durāśayā ye bahir-artha-māninaḥ. Esos karmīs mantienen unas esperanzas que nunca se verán satisfechas. Eso se llama durāśā. Āśāyā significa esperanza, y durāśāyā significa que nunca dará buen resultado.

Estas personas materialistas, los karmīs, tratan de ser felices mediante ajustes materiales. Eso se explica en el Bhāgavata, durāśayā: “Este tipo de esperanza nunca se cumplirá. Nunca dará buen resultado”. Pero los karmīs piensan que va a dar resultado. Luchan sin parar. Durāśayā ye bahir-artha-māninaḥ. ¿Cómo? Ahora, bahir-artha. Bahiḥ, bahiḥ prajñā, o energía externa, la energía material. La energía material se conoce como energía externa. Eso se llama bahiḥ. Bahiḥ significa externo.

na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇuṁ
durāśayā ye bahir-artha-māninaḥ
andhā yathāndhair upanīyamānās
te 'pīśa-tantryām uru-dāmni baddhāḥ
(SB 7.5.31)

Ellos piensan de ese modo, atados por las reglas y regulaciones de las estrictas leyes de la naturaleza material. Se llaman karmīs.

Y no pueden ser śānta. Con sus actividades materiales no pueden ser felices ni estar en paz. Eso no es posible. Eso se explica en este verso, yat tat sattva-guṇaṁ svacchaṁ śāntam. Sattva-guṇa. Tienen que elevarse al plano de la modalidad de la bondad, y aun así eso hay que purificarlo. Eso es lo que se llama el plano de vasudeva o el plano trascendental. Como se explica en el Bhāgavatam… vāsudevaḥ sarvaṁ iti (BG 7.19). En ese momento, cuando se eleven a ese plano, verán que todo es divino. Vāsudevaḥ sarvaṁ. Īśāvāsyam idaṁ sarvam (ISO 1). Todo es consciente de Dios. Ese es el plano de śānti. Antes de eso, no pueden ser felices. Tanto si son un karmī o tanto si sin un jñānī o un yogī, no hay posibilidad de śānti. No es posible. Por eso, el autor del Caitanya-caritāmṛta kar dice: kṛṣṇa-bhakta —niṣkāma, ataeva 'śānta' (CC Madhya 19.149): “El kṛṣṇa-bhakta, el devoto del Señor Kṛṣṇa, la persona que es plenamente consciente de Kṛṣṇa, no tiene ese deseo”. No tiene ese deseo.

Tal como dice Caitanya Mahāprabhu en Su oración: na dhanaṁ na janaṁ na sundarīṁ kavitāṁ vā jagadīśa kāmaye (CC Antya 20.29), (Śikṣāṣṭaka 4). Esa es la posición del devoto. Por lo general, los karmīs quieren algo de Dios. Van al templo, van a la iglesia para pedir algo: “Estoy sufriendo, no tengo dinero, por favor, dame algo de dinero. Tengo hambre, dame mi pan de cada día. Dame algo, dame”. Mientras nos hallemos en el plano de “dame”, nunca serán felices. Recibirán lo que han pedido. Si vas a Dios y le pides: “Dios, dame mi pan de cada día”, a Dos no le es nada difícil darte pan. Él les da pan a todos. ¿Por qué no a ustedes? Él da pan a los elefantes, da pan a las hormigas, y ¿qué comen ustedes? No es difícil eso para Él. Pero deben acudir a Dios no para pedirle algo, sino para darle algo. Ese es el plano de vasudeva. Entonces obtendrán śānti, cuando vayan a Dios no para suplicar felicidad material o liberación material, mukti, bhukti-mukti, no en busca de magia, de poderes, como hacen los yogīs.

Y, si quieren todas estas cosas, nunca obtendrán la felicidad. Tendrán problemas. Por eso, el devoto… el nivel de devoción de Caitanya Mahāprabhu: no poseer nada. Na dhanaṁ na janaṁ na sundarīṁ kavitāṁ vā jagadīśa kāmaye. No tener nada.

na dhanaṁ na janaṁ na sundarīṁ
kavitāṁ vā jagadīśa kāmaye
mama janmani janmanīśvare
bhavatād bhaktir ahaitukī tvayi

(CC Antya 20.29), (Śikṣāṣṭaka 4)

Bhakti. Bhakti significa… que nuestra relación con Dios es bhakti, ofrecer servicio. Dios es grande y nosotros somos los más insignificantes sirvientes de Dios. Nuestra misión, lo que tenemos que hacer es ofrecer servicio a Dios. Cuando alcancemos ese nivel, habrá śānti. De no ser así, no hay posibilidad de encontrar śānti.

bhukti-mukti-siddhi-kāmī-sakali 'aśānta'
kṛṣṇa-bhakta - niṣkāma, ataeva 'śānta'
(CC Madhya 19.149)

El kṛṣṇa-bhakta no tiene deseos. ¿Por qué va a desear algo? Él sabe que: “Kṛṣṇa está allí. Él me proporcionará todo lo que yo necesite”. Y Kṛṣṇa dice: yoga-kṣemaṁ vahāmy aham, teṣāṁ nityābhiyuktānām (BG 9.22): “A quienes están constantemente ocupados en Mi servicio, Yo me encargo de abastecerles de todo lo que necesiten en la vida”. Entonces, ¿por qué voy yo a desconfiar de Kṛṣṇa si soy consciente de Kṛṣṇa? Voy a cumplir con mi deber como sirviente de Kṛṣṇa, y cualquier necesidad que pueda tener Él se encargará de eso. Si tienen confianza en esto y se ocupan completamente en la conciencia de Kṛṣṇa, ese es el estado de śānta. Ese es el estado de śānta. Depender completamente. Avaśya rakhibe kṛṣṇa viśvāsa pālana: “Me entrego a Kṛṣṇa”. Kṛṣṇa dice: sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇam (BG 18.66), yo lo abandono todo. Incluso el modo de ganarme la vida, lo abandono. Kṛṣṇa dice: sarva-dharmān.

Entonces, si yo lo abandono todo, pero quedan dudas: “¿Cómo irán las cosas entonces? ¿Cómo voy a vivir si lo abandono todo?” No, si creen en Kṛṣṇa vivirán. Rakṣiṣyati iti viśvāsa pālanam. Kṛṣṇa dice: “Yo te protegeré”, ¿por qué no creer en Él entonces? Eso se llama entrega, entrega total, Kṛṣṇa… “Permíteme ocuparme en el servicio de Kṛṣṇa tal y como Kṛṣṇa nos ordena”.

sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi...
(BG 18.66)

Tenemos esta garantía que nos da Kṛṣṇa, entonces hay śānti. De lo contrario, no hay śānti. Esto es llamado sattva-guṇaṁ svaccham. “Estoy tomando a esta adoración de la Deidad, pero al mismo tiempo déjame tener algo en privado para que en caso de mi angustia, si Kṛṣṇa no me ayuda, este dinero me ayudará”. Eso no es svaccham. Svaccham significa claro. Eso no es... por eso Caitanya Mahāprabhu aconseja:

niṣkiñcanasya bhagavad-bhajanonmukhasya
pāraṁ paraṁ jigamiṣor bhava-sāgarasya
viṣayiṇām sandarśanaṁ atha yoṣitāṁ ca
hā hanta hā hanta viṣa-bhakṣaṇato 'py asādhu
(CC Madhya 11.8)

Nosotros, por supuesto, no estamos tan avanzados, pero tenemos muchos ejemplos de devotos avanzados. Todavía los hay en la India; los encontrarán en Vṛndāvana y otros lugares. En realidad, no tienen medios —simplemente dependen. Se bañan en el Yamunā y se sientan a cantar Hare Kṛṣṇa. Todavía hay devotos así. Pero todo sigue su curso. Eso es śānta, depender completamente de Dios. Esa es la etapa más elevada de la vida devocional. Vāsudevaḥ sarvaṁ iti sa mahātmā sudurlabhaḥ (BG 7.19). Hay muchas historias y muchas incidencias. Y eso es un hecho, eso, como lo dice Bhagavān:

bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ
sarva-loka-maheśvaram
suhṛdaṁ sarva-bhūtānām...
(BG 5.29)

Suhṛdaṁ sarva-bhūtānām. Él es bienqueriente, amigo de todos. Suhṛdaṁ sarva-bhūtānāṁ jñātvā māṁ śāntim ṛcchati. Si realmente creemos en Vāsudeva, Kṛṣṇa que: “Él es amigo de todos. Y ¿por qué no es amigo mío?”. “Todos” significa que yo también estoy incluido. Esta clase de fe, cuando hay esta fe, entonces comienza el bhagavad-bhakti. Cuando tomamos esta instrucción de Kṛṣṇa muy en serio, sarva-dharmān parityajya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja (BG 18.66), vāsudevaḥ sarvaṁ iti sa mahātmā sudurlabhaḥ (BG 7.19)... este es el comienzo de mahātmā. Sa mahātmā sudurlabhaḥ.

El deber del mahātmā es: ananyāś cintayanto māṁ ye janāḥ paryupāsate (BG 9.22). Un mahātmā no tiene otra ocupación que el servicio devocional, śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ, escuchar siempre sobre el Señor Supremo, glorificar siempre al Señor Supremo, śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ. Viṣṇu es la Suprema Personalidad de Dios. Pero eso no lo sabemos. Na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇum (SB 7.5.31). Eso no lo sabemos. Y porque la gente no lo sabe, por lo tanto, esta misión, la conciencia de Kṛṣṇa, está ahí sólo para hacer que la gente sea iluminada: “Conócelo ahora. Conócelo ahora. En las otras vidas anteriores, los gatos, los perros, los árboles, los peces y los insectos y todos los demás... hay ocho millones, cuatrocientos... no podías conocerlo. Ahora que tienes esta forma humana de cuerpo, aprovecha este conocimiento. Aprovecha la información dada en la literatura védica”. Uttiṣṭhata jāgrata prāpya varān nibodhata (Kaṭha Upaniṣad 1.3.14). “Tienes muchas ventajas. Ahora conócelas. Y tienes una conciencia desarrollada, ser humano. Trata de entenderlas, y entonces tu vida será exitosa”.

Eso... para llegar a ese estado, aquí se dice que tienen que purificar su citta, la conciencia, svaccham, como un cristal. Cristalina, transparente, svaccham. Y ese śāntaṁ bhagavataḥ padam, ese es el estado de comprensión de Bhagavān. Evaṁ prasanna-manaso bhagavad-bhakti-yogataḥ (SB 1.2.20). Esta etapa puede alcanzarse mediante el bhagavad-bhakti, mediante el servicio devocional. Este servicio devocional comienza simplemente escuchando y cantando. Tenemos todos estos libros. Cualquiera puede aprovechar estos libros. Ahora están traducidos al inglés. Por supuesto, estamos recibiendo informes muy, muy buenos y alentadores de los países occidentales. Nuestros libros se están vendiendo muy bien, más allá de nuestra capacidad de suministro, en toda Europa, América especialmente. Especialmente en América, todas las bibliotecas, colegios, profesores, educadores, están recibiendo estos libros con gran respeto.

Estos libros están ahí para recordarnos: ataeva kṛṣṇa veda-purāṇa paḍilā. Porque hemos olvidado a Kṛṣṇa, porque hemos olvidado a Dios a causa de la mente inquieta, tenemos que volverla śānta, tranquila y pacífica. Sin volverse tranquilos y pacíficos, no se puede entender qué es Dios. Ceta etair anāviddhaṁ sthitaṁ sattve prasīdati. Cuando nuestro corazón ya no será atacado por sattva-guṇa y rajo-guṇa, entramos en la plataforma... eh, rajo-guṇa y tamo-guṇa... naṣṭa-prāyeṣu abhadreṣu nityaṁ bhāgavata-sevayā (SB 1.2.18). Esta clase se realiza para entender el Śrīmad-Bhāgavatam. ¿Por qué? Sólo para limpiar el corazón. Ceto-darpaṇa-mārjanam. Nityaṁ bhāgavata-sevayā. No es que estemos casi libres de toda la contaminación, pero incluso un poco limpia... comienza inmediatamente. En cuanto se empieza a escuchar y a cantar estas literaturas, las literaturas védicas, o a cantar el mantra Hare Kṛṣṇa, inmediatamente comienza el método de limpieza. Y naṣṭa-prāyeṣu abhadreṣu: casi limpio, no tan propiamente, cien por ciento limpio. Naṣṭa-prāyeṣu abhadreṣu nityaṁ bhāgavata-sevayā. Diariamente. No este Bhāgavata-saptāha, oficial. No. Nityam. No existe tal cosa como Bhāgavata-saptāha en ninguna literatura védica. Esta es otra manufacturación, brebaje. El Bhāgavata dice: nityaṁ bhāgavata-sevayā: “Tienes que estar veinticuatro horas ocupado en bhāgavata, en el servicio de bhāgavata, la persona bhāgavata o el libro Bhāgavata“. Bhāgavata, hay dos tipos de bhāgavata. La persona bhāgavata es el maestro espiritual, y el libro Bhāgavata. No hay diferencia, porque la persona bhāgavata les aconseja que lean el Bhāgavata. Y leyendo el Bhāgavata, comprenden qué es el Bhagavān qué es el maestro espiritual.

De esta manera:

naṣṭa-prāyeṣv abhadreṣu
nityaṁ bhāgavata-sevayā
bhagavaty uttama-śloke
bhaktir bhavati naiṣṭhikī
(SB 1.2.18)

Este es el proceso para hacer que el corazón se limpie y alcance gradualmente la perfección de la paz completa. Y esa completa tranquilidad es la etapa para comprender a la Suprema Personalidad de Dios.

Muchas gracias.

Devotos: Hari bol... (fin)