ES/SB 8.18.28


Su Divina Gracia A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada


TEXTO 28

tat-pāda-śaucaṁ jana-kalmaṣāpahaṁ
sa dharma-vin mūrdhny adadhāt sumaṅgalam
yad deva-devo giriśaś candra-maulir
dadhāra mūrdhnā parayā ca bhaktyā


PALABRA POR PALABRA

tat-pāda-śaucam—el agua que lavó los pies de loto del Señor; jana-kalmaṣa-apaham—que purifica a la gente de todas las reacciones pecaminosas; saḥ—él (Bali Mahārāja); dharma-vit—plenamente consciente de los principios religiosos; mūrdhni—en la cabeza; adadhāt—llevó; su-maṅgalam—completamente auspiciosa; yat—el cual; deva- devaḥ—el mejor de los semidioses; giriśaḥ—el Señor Śiva; candra-mauliḥ—que lleva en la frente el emblema de la Luna; dadhāra—llevó; mūrdhnā—sobre la cabeza; parayā—supremo; ca—también; bhaktyā—con devoción.


TRADUCCIÓN

El Señor Śiva, que es el mejor de los semidioses y lleva en la frente el emblema de la Luna, recibe con gran devoción sobre su cabeza el agua del Ganges que emana del dedo del pie de Viṣṇu, y Bali Mahārāja, que era consciente de los principios religiosos, lo sabía. Por consiguiente, siguiendo los pasos del Señor Śiva, también él se llevó a la cabeza el agua que había lavado los pies de loto del Señor.


SIGNIFICADO

El Señor Śiva es conocido con el nombre de Gaṅgā-dhara, es decir, «el que lleva sobre la cabeza el agua del Ganges». El Señor Śiva lleva en la frente el emblema de la media Luna, pero, deseando ofrecer el mayor respeto a la Suprema Personalidad de Dios, puso el agua del Ganges por encima de ese emblema. Este es un ejemplo que deben seguir todos, o al menos todos los devotos, pues el Señor Śiva es uno de los mahājanas. De manera similar, Mahārāja Bali también llegó a ser un mahājana. Los mahājanas siguen a los mahājanas, y quien siga el sistema paramparā de actividades mahājana también puede llegar a ser avanzado en el cultivo de conciencia espiritual. El agua del Ganges es sagrada porque emana del dedo del pie de Viṣṇu. Bali Mahārāja lavó los pies de loto de Vāmanadeva, y el agua con que lo hizo se convirtió en agua del Ganges. Por consiguiente, Bali Mahārāja, que conocía a la perfección todos los principios religiosos, se llevó el agua a la cabeza, siguiendo los pasos del Señor Śiva.