ES/SB 5.20: Estudio de la estructura del universo

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El Śrīmad-Bhāgavatam - Canto Quinto - Capítulo 20: Estudio de la estructura del universo


Capítulo 20 el resumen

Texto 5.20.1: El gran sabio Śukadeva Gosvāmī dijo: A continuación voy a hablarte de las dimensiones, características y forma de las seis islas, comenzando por la isla de Plakṣa.

Texto 5.20.2: Del mismo modo que el monte Sumeru está rodeado por Jambūdvīpa, Jambūdvīpa también está rodeada por un océano de agua salada. Jambūdvīpa tiene una anchura de 100 000 yojanas [1 290 000 kilómetros]; esa misma es también la anchura del océano de agua salada. Así como el foso que rodea un fortín está a veces rodeado por un bosque ajardinado, el océano de agua salada que rodea a Jambūdvīpa está rodeado a su vez por Plakṣadvīpa. Plakṣadvīpa es el doble de ancha que el océano de agua salada, o en otras palabras, su anchura es de 200 000 yojanas [2 580 000 kilómetros]. En Plakṣadvīpa crece un árbol plakṣa que da nombre a la isla y es tan brillante como el oro y tan alto como el jambū de Jambūdvīpa. En su raíz arde un fuego con siete llamas. El gobernador de Plakṣadvīpa era Idhmajihva, uno de los hijos de Mahārāja Priyavrata. Él dio a las siete regiones de Plakṣadvīpa los nombres de sus siete hijos, y tras repartirlas entre ellos, se retiró de la vida activa para ocuparse en el servicio devocional del Señor.

Texto 5.20.3-4: Las siete islas [varṣas] recibieron los nombres de esos siete hijos: Śiva, Yavasa, Subhadra, Śānta, Kṣema, Amṛta y Abhaya. En esas siete regiones hay siete montañas y siete ríos. Los nombres de las montañas son los siguientes: Maṇikūṭa, Vajrakūṭa, Indrasena, Jyotiṣmān, Suparṇa, Hiraṇyaṣṭhīva y Meghamāla; los nombres de los ríos son: Aruṇā, Nṛmṇā, Āṅgirasī, Sāvitrī, Suptabhātā, Ṛtambharā y Satyambharā. Quien toque las aguas de esos ríos o se bañe en ellos puede liberarse de inmediato de la contaminación material; los miembros de las cuatro castas que habitan Plakṣadvīpa, es decir, los haṁsas, los pataṅgas, los ūrdhvāyanas y los satyāṅgas, se purifican de ese modo. Los habitantes de Plakṣadvīpa viven mil años; tienen la hermosura de los semidioses y engendran hijos del mismo modo que ellos. Mediante la celebración perfecta de las ceremonias rituales que se mencionan en los Vedas, y mediante la adoración de la Suprema Personalidad de Dios representado por el dios del Sol, se elevan hasta el Sol, que es un planeta celestial.

Texto 5.20.5: [Este es el mantra con el que adoran al Señor Supremo los habitantes de Plakṣadvīpa:] Refugiémonos en el dios del Sol, que es un reflejo del Señor Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios plenamente expansiva, la más antigua de las personas. Viṣṇu es el único Señor digno de adoración. Él es los Vedas, Él es la religión, y Él es el origen de todos los resultados auspiciosos y no auspiciosos.

Texto 5.20.6: ¡Oh, rey!, en todos los habitantes de las cinco islas, comenzando por Plakṣadvīpa, se manifiestan por igual y de modo natural la longevidad, el poder de los sentidos, la fuerza física y mental, la inteligencia y la valentía.

Texto 5.20.7: Plakṣadvīpa está rodeada por un océano de jugo de caña de azúcar, tan ancho como la propia isla. De manera similar, la siguiente isla, Śālmalīdvīpa, es el doble de ancha que Plakṣadvīpa [400 000 yojanas, es decir, 5 150 000 kilómetros], y está rodeada por una masa de agua que tiene su misma anchura y que recibe el nombre de Surāsāgara, el océano que sabe a licor.

Texto 5.20.8: En Śālmalīdvīpa crece un árbol śālmalī, que da nombre a la isla. Ese árbol es tan ancho y tan alto como el árbol de plakṣa, es decir, mide 100 yojanas [1 290 kilómetros] de ancho, y 1 100 yojanas [14 200 kilómetros] de alto. Los sabios eruditos dicen que ese árbol gigantesco es la morada de Garuḍa, el rey de todas las aves, la montura del Señor Viṣṇu. En ese árbol, Garuḍa ofrece sus oraciones védicas al Señor Viṣṇu.

Texto 5.20.9: El soberano de Śālmalīdvīpa, Yajñabāhu, el hijo de Mahārāja Priyavrata, dividió la isla en siete regiones, que entregó a sus siete hijos. Cada una de ellas lleva el nombre de uno de los hijos: Surocana, Saumanasya, Ramaṇaka, Deva-varṣa, Pāribhadra, Āpyāyana y Avijñāta.

Texto 5.20.10: En esas siete regiones se alzan siete montañas: Svarasa, Śataśṛṅga, Vāmadeva, Kunda, Mukunda, Puṣpa-varṣa y Sahasra śruti. Hay también siete ríos, que todavía existen: Anumati, Sinīvālī, Sarasvatī, Kuhū, Rajanī, Nandā y Rākā.

Texto 5.20.11: Mediante un cultivo estricto del varṇāśrama-dharma, los habitantes de esas islas —los śrutadharas, los vīryadharas, los vasundharas y los iṣandharas— adoran a la Suprema Personalidad de Dios en Su expansión como Soma, el dios de la Luna.

Texto 5.20.12: [Los habitantes de Śālmalīdvīpa adoran al semidiós de la Luna con las siguientes palabras:] Con sus rayos, el dios de la Luna ha dividido el mes en dos quincenas, śukla y kṛṣṇa, para que se ofrezcan cereales a los pitās y a los semidioses. El semidiós de la Luna es quien divide el tiempo, y es el rey de todos los habitantes del universo. Por eso oramos para que siga siendo nuestro rey y guía, y le ofrecemos respetuosas reverencias.

Texto 5.20.13: Más allá del océano de licor hay otra isla, Kuśadvīpa, de 800 000 yojanas [10 300 000 kilómetros] de ancho, es decir, el doble de ancha que el océano de licor. Del mismo modo Śālmalīdvīpa está rodeada por un océano de licor, Kuśadvīpa está rodeada por un océano de ghī líquido, tan ancho como la propia isla. En Kuśadvīpa hay macizos de hierba kuśa, de los cuales recibe su nombre la isla. Esa hierba kuśa, que fue creada por los semidioses por voluntad del Señor Supremo, es como una segunda forma del fuego, pero sus llamas son muy suaves y agradables. Sus tiernos brotes iluminan todas las direcciones.

Texto 5.20.14: ¡Oh, rey!, en esa isla reinaba otro hijo de Mahārāja Priyavrata, Hiraṇyaretā, quien la dividió en siete partes y entregó una a cada uno de sus siete hijos conforme a los derechos hereditarios. Después de esto, el rey se retiró de la vida familiar para ocuparse en austeridades. Los nombres de sus hijos fueron Vasu, Vasudāna, Dṛḍharuci, Stutyavrata, Nābhigupta, Vivikta y Vāmadeva.

Texto 5.20.15: Esas siete islas están separadas por siete montañas, que reciben los nombres de Cakra, Catuḥśṛṅga, Kapila, Citrakūṭa, Devānīka, Ūrdhvaromā y Draviṇa. También hay siete ríos: Ramakulyā, Madhukulyā, Mitravindā, Śrutavindā, Devagarbhā, Ghṛtacyutā y Mantramālā.

Texto 5.20.16: Los habitantes de la isla de Kuśadvīpa son conocidos con los nombres de kuśalas, kovidas, abhiyuktas, y kulakas. Son como los brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas y śudras, respectivamente. Todos ellos se purifican por bañarse en las aguas de esos ríos. Son expertos en celebrar ceremonias rituales siguiendo las órdenes de las Escrituras védicas. De ese modo adoran al Señor en Su aspecto de semidiós del fuego.

Texto 5.20.17: [Este es el mantra con que adoran al dios del fuego los habitantes de Kuśadvīpa:] ¡Oh dios del fuego!, tú eres una parte de la Suprema Personalidad de Dios, Hari, a quien llevas todas las ofrendas de los sacrificios. Por eso te pedimos que ofrezcas a la Suprema Personalidad de Dios los elementos que estamos ofreciendo en yajña a los semidioses, pues el Señor es el verdadero disfrutador.

Texto 5.20.18: Más allá del océano de mantequilla clarificada hay otra isla, Krauñcadvīpa, de 1 600 000 yojanas [20 600 000 kilómetros] de ancho, es decir, el doble de ancha que el océano de mantequilla clarificada. Del mismo modo que Kuśadvīpa está rodeada por un océano de mantequilla clarificada, Krauñcadvīpa está rodeada por un océano de leche, tan ancho como la propia isla. En Krauñcadvīpa se levanta la gran montaña Krauñca, que da nombre a la isla.

Texto 5.20.19: Las plantas de las laderas del monte Krauñca sufrieron el ataque de las armas de Kārttikeya y fueron destruidas; a pesar de ello, la montaña está libre de temor, porque está protegida por Varuṇadeva y bañada por el océano de leche en todos sus flancos.

Texto 5.20.20: El gobernador de esa isla era otro hijo de Mahārāja Priyavrata. Se llamaba Ghṛtapṛṣṭha, y era un gran sabio erudito. También él dividió su isla entre sus siete hijos. Tras dividirla en siete partes, a las que puso los nombres de sus hijos, Ghṛtapṛṣṭha Mahārāja se retiró por completo de la vida familiar y se refugió en los pies de loto del Señor, el alma de todas las almas, que tiene todas las cualidades auspiciosas. De ese modo alcanzó la perfección.

Texto 5.20.21: Los nombres de los hijos de Mahārāja Ghṛtapṛṣṭha son: Āma, Madhuruha, Meghapṛṣṭha, Sudhāmā, Bhrājiṣṭha, Lohitārṇa y Vanaspati. En su isla hay siete montañas que marcan los límites de las siete regiones; también hay siete ríos. Los nombres de las montañas son: Śukla, Vardhamāna, Bhojana, Upabarhiṇa, Nanda, Nandana y Sarvatobhadra. Los ríos son los siguientes: Abhayā, Amṛtaughā, Āryakā, Tīrthavatī, Rūpavatī, Pavitravatī y Śuklā.

Texto 5.20.22: Los habitantes de Krauñcadvīpa se dividen en cuatro castas: los puruṣas, los ṛṣabhas, los draviṇas y los devakas. Todos ellos adoran a la Suprema Personalidad de Dios con el agua de esos ríos santificados, ofreciéndola en el cuenco de las manos a los pies de loto de Varuṇa, el semidiós cuya forma es de agua.

Texto 5.20.23: [Los habitantes de Krauñcadvīpa adoran con este mantra:] ¡Oh, agua de los ríos!, tú has recibido energía de la Suprema Personalidad de Dios, y por ello purificas los tres sistemas planetarios, conocidos con los nombres de Bhūloka, Bhuvarloka y Svarloka. Tú, por tu propia naturaleza constitucional, eliminas los pecados; esa es la razón por la que te estamos tocando. Por favor, continúa purificándonos.

Texto 5.20.24: Más allá del océano de leche hay otra isla, Śākadvīpa, cuya anchura es de 3 200 000 yojanas [41 260 000 kilómetros]. Del mismo modo que Krauñcadvīpa está rodeada por su océano de leche, Śākadvīpa está rodeada por un océano de yogur batido, tan ancho como la propia isla. En Śākadvīpa crece un gran árbol śāka, del cual recibe la isla su nombre. Es un árbol muy fragante. En verdad, la isla entera está perfumada con su aroma.

Texto 5.20.25: El soberano de esa isla, que también era hijo de Priyavrata, se llamaba Medhātithi. También él dividió su isla en siete secciones, a las que dio el nombre de sus propios hijos. Estos, a quienes hizo reyes de la isla, se llaman: Purojava, Manojava, Pavamāna, Dhūmrānīka, Citrarepha, Bahurūpa y Viśvadhāra. Tras dividir la isla y establecer a sus hijos como gobernadores, Medhātithi se retiró, y para fijar su mente por completo en los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios, entró en un bosque adecuado para la meditación.

Texto 5.20.26: También en esas regiones hay siete ríos y siete montañas que delimitan las fronteras. Las montañas son: Īśāna, Uruśṛṅga, Balabhadra, Śatakesara, Sahasrasrota, Devapāla y Mahānasa. Los ríos son: Anaghā, Āyurdā, Ubhayaspṛṣṭi, Aparājitā, Pañcapadī, Sahasra-śruti y Nijadhṛti.

Texto 5.20.27: Los habitantes de esas islas también se dividen en cuatro castas: los ṛtavratas, los satyavratas, los dānavratas, y los anuvratas, equivalentes a los brāhmaṇas, los kṣatriyas, los vaiśyas, y los śūdras. Practican prāṇāyāma y yoga místico, y, estado de trance, adoran al Señor Supremo en la forma de Vāyu.

Texto 5.20.28: [Los habitantes de Śākadvīpa adoran a la Suprema Personalidad de Dios en la forma de Vāyu con las siguientes palabras:] ¡Oh, Persona Suprema, que estás situado en el cuerpo en la forma de la Superalma!, Tú diriges las diversas acciones de los distintos aires, como el prāṇa, y de ese modo mantienen a todas las entidades vivientes. ¡Oh, Señor!, ¡oh, Superalma de todos!, ¡oh, controlador de la manifestación cósmica y todo lo que existe!, Te pedimos que nos protejas de todo peligro.

Texto 5.20.29: Más allá del océano de yogur hay otra isla, Puṣkaradvīpa, de 6 400 000 yojanas [82 400 000 kilómetros] de anchura, es decir, el doble de ancha que el océano de yogur. Está rodeada por un océano de agua deliciosa, tan ancho como la propia isla. En Puṣkaradvīpa crece una gran flor de loto con 100 000 000 de pétalos de oro puro, tan brillante como las llamas del fuego. Se considera que esa flor de loto es el asiento del Señor Brahmā, que es el ser viviente más poderoso y a quien, por ello, se le da a veces el nombre de bhagavān.

Texto 5.20.30: En el centro de la isla se alza la gran montaña Mānasottara, que sirve de separación entre las partes interior y exterior de la isla. Tiene 10 000 yojanas [129 000 kilómetros] de ancho y de alto. Sobre esa montaña, y en las cuatro direcciones, se encuentran las residencias de Indra y otros semidioses. El Sol recorre la cima de la montaña en la cuadriga del dios del Sol, y gira en torno al monte Meru siguiendo una órbita denominada saṁvatsara. La ruta del Sol por el lado norte se denomina uttarāyaṇa, y por el lado sur, dakṣiṇāyana. Un lado representa un día para los semidioses, y el otro representa su noche.

Texto 5.20.31: El gobernador de la isla, el hijo de Mahārāja Priyavrata llamado Vītihotra, tuvo dos hijos, Ramaṇaka y Dhātaki, a quienes entregó las dos partes de la isla; después de eso, también él, como su hermano Medhātithi, consagró su vida a la satisfacción de la Suprema Personalidad de Dios.

Texto 5.20.32: Para satisfacer sus deseos materiales, los habitantes de esa región adoran a la Suprema Personalidad de Dios representado en el Señor Brahmā, y ofrecen oraciones al Señor de la siguiente manera.

Texto 5.20.33: Al Señor Brahmā se le conoce con el nombre de karma-maya, la forma de las ceremonias rituales, debido a que su posición puede alcanzarse mediante la celebración de ceremonias rituales, y debido a que de él se manifestaron los himnos rituales de los Vedas. Él está consagrado a la Suprema Personalidad de Dios sin desviación alguna; por lo tanto, en cierto sentido no es diferente del Señor. Sin embargo, su adoración no debe ser de carácter monista, sino que debe seguir las pautas del dualismo. Siempre debemos mantenernos como servidores del Señor Supremo, la Deidad adorable suprema. Por consiguiente, ofrecemos respetuosas reverencias al Señor Brahmā, la forma manifestada del conocimiento védico.

Texto 5.20.34: A continuación, más allá del océano de agua dulce, y rodeándolo por completo, se alza la montaña Lokāloka, que separa los países plenamente iluminados por el Sol de aquellos que no reciben su luz.

Texto 5.20.35: Más allá del océano de agua dulce hay una región que es tan ancha como la zona comprendida entre el centro del monte Sumeru y los límites de la montaña Mānasottara; habitan en ella muchos seres vivos. A partir de ahí, y hasta la montaña Lokāloka, se extiende una región hecha de oro. Debido a su dorada superficie, refleja la luz como un espejo, y cuando un objeto físico cae en ella, no se lo puede volver a percibir jamás. Por esta razón, esa dorada región ha sido abandonada por todas las entidades vivientes.

Texto 5.20.36: Entre las regiones habitadas por entidades vivientes y las que están deshabitadas se alza la gran montaña que las separa, que por ello es famosa con el nombre de Lokāloka.

Texto 5.20.37: La voluntad suprema de Kṛṣṇa ha establecido que la montaña Lokāloka sea el límite exterior de los tres mundos (Bhūrloka, Bhuvarloka y Svarloka) a fin de controlar los rayos del Sol en todo el universo. Todos los astros luminosos, desde el Sol hasta Dhruvaloka, extienden sus rayos por los tres mundos, pero solo dentro de los límites marcados por esta montaña. Su inmensa altura, que supera incluso la de Dhruvaloka, impide que los rayos de los astros luminosos puedan difundirse fuera de sus límites.

Texto 5.20.38: Sabios eruditos libres del error, la ilusión y la tendencia a engañar, han descrito de este modo los sistemas planetarios, indicando sus respectivas características, medidas y posición. Después de mucha reflexión, su conclusión ha sido que la distancia entre Sumeru y la montaña Lokāloka es un cuarto del diámetro del universo, o, en otras palabras, 125 000 000 yojanas [mil seiscientos millones de kilómetros].

Texto 5.20.39: En la cima de la montaña Lokāloka están los cuatro gaja-patis, los mejores entre los elefantes, a quienes el Señor Brahmā, el maestro espiritual supremo del universo entero, estableció en las cuatro direcciones. Esos elefantes, Ṛṣabha, Puṣkaracūḍa, Vāmana y Aparājita tienen la responsabilidad de sostener los sistemas planetarios del universo.

Texto 5.20.40: La Suprema Personalidad de Dios es el amo de todas las opulencias trascendentales y del cielo espiritual. Él es la Persona Suprema, Bhagavān, la Superalma de todos. Los semidioses, guiados por Indra, el rey del cielo, tienen a su cargo la supervisión del mundo material. Para beneficio de todas las entidades vivientes en los diversos planetas, y para aumentar el poder de esos elefantes y de los semidioses, el Señor Se manifiesta personalmente en la cima de la montaña en un cuerpo espiritual, libre de la contaminación de las modalidades de la naturaleza material. Rodeado por Sus expansiones y asistentes personales como Viṣvaksena, manifiesta toda la perfección de Sus opulencias, como la religión y el conocimiento, y Sus poderes místicos, como los poderes de aṇimā, laghimā y mahimā. Es muy hermoso, y está adornado con las armas que sostienen Sus cuatro brazos.

Texto 5.20.41: Las diversas formas de la Suprema Personalidad de Dios, como Nārāyaṇa y Viṣṇu, están hermosamente adornadas con distintas armas. El Señor manifesta esas formas para mantener la diversidad de planetas creados por Su potencia personal, yoga-māyā.

Texto 5.20.42: Mi querido rey, más allá de la montaña Lokāloka se encuentra la región de Alokavarṣa, que abarca un área tan amplia como la comprendida dentro de la montaña, o en otras palabras, 125 000 000 de yojanas [mil seiscientos millones de kilómetros]. Más allá de Aloka-varṣa está el destino de quienes aspiran a liberarse del mundo material. Está fuera de la jurisdicción de las modalidades materiales de la naturaleza y, por lo tanto, es completamente puro. El Señor Kṛṣṇa llevó a Arjuna por ese lugar para traer de regreso a los hijos del brāhmaṇa.

Texto 5.20.43: El Sol está situado [en sentido vertical] en medio del universo, en la zona comprendida entre Bhūrloka y Bhuvarloka, que recibe el nombre de antarikṣa, espacio exterior. La distancia entre el Sol y la circunferencia del universo es de veinticinco koṭi yojanas [unos tres mil doscientos millones de kilómetros].

Texto 5.20.44: El dios del Sol recibe también el nombre de Vairāja, el cuerpo material total de todas las entidades vivientes. Por haber entrado en el huevo inerte del universo en el momento de la creación, también recibe el nombre de Mārtaṇḍa. Otro de sus nombres es Hiraṇyagarbha, debido a que recibió su cuerpo material de Hiraṇyagarbha [el Señor Brahmā].

Texto 5.20.45: ¡Oh, rey!, el dios del Sol y el planeta Sol dividen todas las direcciones del universo. Solo gracias a la presencia del Sol podemos entender qué son el cielo, los planetas superiores, este mundo y los planetas inferiores. Y si podemos entender qué lugares están destinados al disfrute material, cuáles a la liberación y cuáles son infernales y subterráneos, se lo debemos únicamente a él.

Texto 5.20.46: Todas las entidades vivientes, y entre ellas los semidioses, los seres humanos, los mamíferos, las aves, los insectos, los reptiles, las enredaderas y los árboles, dependen de la luz y el calor que el dios del Sol emite desde el planeta solar. Además, gracias a la presencia del Sol, todas las entidades vivientes pueden ver; por esa razón, el dios del Sol recibe el nombre de dṛg-īśvara, la Personalidad de Dios que rige la vista.